La Enfermedad Celíaca
tiene una prevalencia cercana al 1% de la población general y se considera que
hay un número importante de pacientes asintomáticos no diagnosticados. Su
presentación clínica es variable comprendiendo el clásico síndrome de
malabsorción, formas menores y la enfermedad celiaca silente.
Los trastornos
relacionados con el gluten representan una serie de afecciones desencadenas por
la ingestión de cereales y granos en individuos genéticamente susceptibles o con
predisposición autoinmunitaria. El trigo, conocido en los titulares como “el
rubio cereal”, es uno de los cereales que más se producen y consumen en todo el
mundo debido a su sencillez para ser cultivado en diversas condiciones
climáticas, su valor nutricional y sus características organolépticas. El
trigo, al igual que la cebada y el centeno, contiene dos grupos de moléculas
que pudieran inducir o desencadenar síntomas digestivos. El gluten y los otros
compuestos están implicados en la patogénesis de los trastornos relacionados
con su ingesta y el espectro clínico es variado y a veces difícil de
identificar. La primera descripción de la enfermedad celíaca la realizó el
médico Aretaeus de Capadocia, en el siglo II d. c., quien designó la enfermedad
como “el que padece del intestino”. Él usó el término celiaquía, proveniente
del griego koiliakos, que hace referencia al síntoma característico de
distensión abdominal observado en niños con la enfermedad. En 1888, el pediatra
inglés, Samuel Gee, describió detalladamente la enfermedad en niños y fue quien
la denominó la enfermedad celíaca. Posteriormente, durante la segunda guerra
mundial, el Dr. Dicke, un pediatra holandés, demostró la relación entre la
ingesta de cereales y la manifestación del síndrome de malabsorción. Estudios
posteriores de Dicke, Wellers y Van de Kamer establecieron la relación causa -
efecto existente entre la ingesta de alimentos con gluten y la aparición de los
síntomas de la enfermedad. Actualmente, se sabe que la enfermedad celíaca es una
enfermedad multifactorial de origen autoinmune, que afecta, principalmente, la
mucosa del intestino delgado debido a la exposición continua al gluten o a
proteínas relacionadas en la dieta, en individuos predispuestos genéticamente.
El gluten es un complejo de proteínas presente en una gran variedad de
cereales, como el trigo, la cebada y el centeno. Es usado ampliamente en la
industria alimentaria y está compuesto por cuatro grupos de proteínas: las
prolaminas, gluteninas, globulinas y la albumina. Las primeras dos representan
el 80 % del gluten en el trigo, pero son las prolaminas las principales
responsables de la respuesta autoinmune. Dentro de este grupo se encuentran: la
gliadina (trigo), secalina (centeno) y la hordeína (cebada). La avena, menos relacionada
a estos cereales, raramente desencadena enfermedad. Las manifestaciones
clínicas van a variar dependiendo de la edad del paciente.
En la población
pediátrica los síntomas clásicos son diarrea crónica, distensión abdominal
recurrente, falta de apetito, vómitos, retraso del crecimiento, malnutrición,
laxitud e irritabilidad, además pueden cursar con anemia incluso retraso en el
crecimiento. En el niño de mayor edad y adolescente puede no haber síntomas
digestivos, puede presentarse como anemia, estreñimiento, dolor abdominal,
retraso prepuberal o aparición de menarca, dolor de cabeza, de cuerpo o hábito
intestinal irregular. La clínica en la población adulta suele ser atípica y
presentar distintos patrones, como anemia, osteoporosis temprana, distensión
abdominal o alteraciones a nivel del tracto intestinal. Es raro ver la
manifestación clásica de un síndrome de malabsorción grave con esteatorrea y
los signos de malnutrición en esta población, sin embargo en aquellos en que
esta patología no se diagnosticó en la edad pediátrica, podrían debutar con un
cuadro clásico, secundario a una situación estresante o desencadenante, como
secundario a un procedimiento quirúrgico, alguna otra patología asociada a
estrés o el embarazo. La dieta libre de gluten se volvió una moda en las nuevas
generaciones, distorsionando su verdadero significado, es decir, no significa
que el gluten provoque la enfermedad como tal, solo que existen personas
genéticamente susceptibles que simplemente no lo toleran, así que si usted no
pertenece a ese 1% de la estadística, con o sin su ingesta, su sistema
digestivo funcionará de la misma manera.
Dr. César Álvarez Pacheco
cesar_ap@hotmail.com
@cesar_alvarezp
Huatabampo, Sonora.
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