El cáncer es un
importante problema de salud a nivel mundial. Afecta a todos los países,
independientemente de la raza, cultura, nivel de desarrollo económico y hasta
sistema político. Cada año se detectan unos 10 millones de casos nuevos.
Actualmente fallecen aproximadamente 500 000 mujeres a causa de esta
enfermedad, y en el mundo, las tres primeras causas de muerte por cáncer en
mujeres corresponden en orden descendente a cáncer de mama, cáncer de pulmón y
cáncer cérvicouterino.
El cáncer se presenta
ante la ciencia médica como un importante problema de salud, dada la alta
morbilidad y mortalidad que produce y lo poco esclarecido de sus causas, en la
mayoría de los casos. Es la principal causa de mortalidad a escala mundial. El
cáncer de mama es el segundo tipo de cáncer más común y la principal causa de
muertes por cáncer en mujeres en todo el mundo. El factor más importante
implicado en la aparición de cáncer de mama en mujeres jóvenes es la herencia,
específicamente la mutación en los genes de susceptibilidad (BRCA1 y BRCA2),
los cuales juegan un papel importante como proceso favorecedor en el desarrollo
y aparición del cáncer en estas pacientes. Tan relevantes que hasta Angelina
Jolie se sometió a una mastectomía para evitar la presentación de este tipo de
cáncer, aunque después se comentó que había sido publicidad para unas pruebas
que detectaban la presencia de este gen. En México, esta patología es la
primera causa de muerte por cáncer en mujeres, y la segunda causa de muerte en
mujeres. El costo promedio al año por paciente de cáncer de mama es de $110,459
pesos mexicanos, siendo el diagnóstico tardío una de las causas principales del
costo elevado. Las repercusiones no se limitan sólo al sector económico, sino
también al social, psicológico, laboral y emocional de la paciente y sus
familiares. Debido a esto, es cuantiosa la actualización del personal de salud
con la más reciente bibliografía respecto a la epidemiología, clínica,
diagnóstico, tratamiento y pronóstico del cáncer de mama; además de compartir
en los primeros niveles de atención la necesidad de inicio del tamizaje para
detección temprana, para así disminuir el impacto económico, aumentar la
esperanza de vida y crear una cultura de prevención. Es decir, en el primer
nivel debemos realizar la detección y conocer cuáles son los factores de riesgo
para poder identificar de manera temprana esta enfermedad y poder disminuir
estas alarmantes cifras. Pero; ¿Cuál es el primer nivel? Me preguntará usted,
bueno pues el primer nivel de atención médica (de los tres en los que se divide
nuestro sistema de salud) es el de primer contacto, su centro de salud, su
unidad médica familiar a donde solicita consulta con su médico de cabecera.
En países desarrollados
como Estados Unidos, se ha visto una reducción drástica de la mortalidad en 30%
procedente del aumento de la detección oportuna mediante el uso del tamizaje
por mastografía, y el establecimiento de sistemas de detección estandarizados.
Mientras tanto, en países en vías de desarrollo como es el caso de México, se
muestra una constate tendencia, resultado de la poca disponibilidad de
instrumentos de tamizaje y métodos de registro del cáncer. Aun así
instituciones como el IMSS implementan esta medida de detección oportuna, pero ¿a quién impacta? ¿Cuántas mujeres son
beneficiarias de esta institución? Solo el 40% de la población de mujeres
mexicanas o menos. ¿INSABI cuenta con esta medida? Lamentablemente, no.
¿ISSSTE? ISSSTE en ocasiones no puede solventar ni su propio pago a CFE; el
Hospital de Ciudad Obregón, es un ejemplo de ello. ¿ISSSTESON? ISSSTESON tiene
convenio con hospitales privados mediante un sistema de subrogación de
servicios, pero las finanzas de éste, son un tema amplio y merecen comentario
aparte; actualmente se encuentra cancelado el servicio por adeudos. Los
factores de riesgo en las mujeres que pudieran presentar esta enfermedad son:
ser mayor de 40 años, tener una historia familiar de cáncer de mama,
antecedentes de enfermedad mamaria benigna, si el primer embarazo fue después
de los 30 años, no haber amamantado, con menopausia después de los 50 años, uso
de terapia hormonal de reemplazo por más de cinco años, tener obesidad y
sobrepeso y sedentarismo. Hay, desde luego, excepciones en mujeres mucho más
jóvenes que desafortunadamente han sido víctimas del cáncer de mama. Debido a
su impacto, y como iniciativa de la OMS, cada año alrededor del mundo durante
el mes de octubre se realizan eventos cuya finalidad es concientizar e
incentivar la autoexploración mamaria y el diagnóstico temprano, motivo por el
cual se le conoce como Octubre: mes de la sensibilización sobre el cáncer de
mama, y el 19 de este mes se conmemora el Día Mundial de la lucha contra el
cáncer de mama.
Dr. César Álvarez Pacheco
cesar_ap@hotmail.com
@cesar_alvarezp
Huatabampo, Sonora.
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