La violencia se ha
visto plasmada, desafortunadamente en
varias ocasiones a través de la historia. Actualmente, podemos ver formas de
violencia de distinta índole, es decir, formas que han existido siempre, como
las torturas, el abuso sexual, el abuso físico, pero al mismo tiempo que la
sociedad evoluciona se van desarrollando y aprendiendo variantes más
sofisticadas (violencia verbal, psicológica, acoso, entre otras)y nuevos medios
de expresión de la violencia (internet, móviles y video juegos) que se ajustan
a los distintos ámbitos en los que hoy día se relacionan las personas, como por
ejemplo el medio de trabajo, o trabajar en un hospital ¿ilógico, no?
La
organización Mundial de la Salud define la violencia en el trabajo como
“aquellos incidentes en los que la persona es objeto de malos tratos, amenazas
o ataques en circunstancias relacionadas con su trabajo, incluyendo el trayecto
entre el domicilio y el trabajo, con la implicación de que se amenace
explicita o implícitamente su seguridad, bienestar o salud”. Y esta misma
organización informa que casi un 25% de todos los incidentes de violencia en
el trabajo se producen en el sector salud. Normalmente existe la tendencia a
asociar la violencia con la agresión física. Según la bibliografía, no existe
una definición única de violencia en el lugar de trabajo pero sí existe un
elemento común a la hora de enfocar la cuestión: el concepto de violencia debe
ser más amplio que el de la mera agresión física y debe incluir otras acciones
que intimidan al que las sufre (e incluso al resto de trabajadores que son
testigos). Así, la violencia en el trabajo comprenderá́, además de las
agresiones físicas, las conductas verbales o físicas intimidatorias, abusivas y
acosantes. No en vano, la Real Academia de la Lengua considera en una de sus
definiciones que “agresión” es todo acto contrario al derecho de otra persona. De
todos los medios de trabajo, es el sector servicios el que más episodios de
violencia registra, destacando entre todos ellos el medio del sector salud. Existen
abusos que se incluyen las siguientes categorías reconocidas tales como: abuso
verbal, comportamiento amenazante, asalto físico y “mobbing” (o acoso laboral),
ya sea por parte de pacientes, miembros de la familia o compañeros de trabajo.
Las definiciones de “violencia”, “agresión” y “abuso” se complementan entre sí
y nos dan a conocer la esencia de una realidad que, aunque ha sido escasamente
denunciada, es muy antigua y común en las instituciones de salud. Así́ pues,
violencia no sólo es la agresión física; es un concepto más amplio. En
ocasiones esta violencia se asume como parte del trabajo y lleva consigo afectación
hacia las personas que la sufren. Hoy en día, con la crisis de salud que
estamos viviendo y la pandemia que nos encontramos enfrentando, es
contradictorio que la población agreda a personal de salud; intento de incendio
(si, leyó bien, incendio a una persona por portar su uniforme de salud),
agresiones con cloro, gritos, insultos, y hasta agresiones físicas, son a lo
que se encuentra expuesto hoy el personal de salud debido al argumento de los
agresores que se reduce en una palabra: ignorancia.
Por lo anterior,
obviamente las autoridades no podían quedarse de brazos cruzados, ya que los
“soldados de la salud”, son los que trataran de contener esas cifras que
aterrorizan a cualquiera, cuando nos hablan de infectados o peor aun, de
decesos. Por ello la Gobernadora de Sonora, a través de la Fiscalía
General de Justicia del Estado, aseguró que sin importar quien sea el agresor,
enfrentará la justicia con todo el peso de la ley. Los castigos en los que
pueden variar de uno a tres años de prisión es uno de los muchos ejemplos que
rápidamente se replicaron en otros estados como Jalisco, que endurece la pena
de hasta 10 años de prisión, o la iniciativa que se cocina en el Senado para
sancionar específicamente y de forma severa a quienes violenten a personal
médico y de enfermería, o realicen actos vandálicos en centros de salud e
instalaciones hospitalarias con el pretexto de que son fuente de contagio de
Covid-19. La iniciativa estará fundamentada en el artículo 140 del Código
Federal en lo relativo a sabotaje, y la propuesta busca que este tipo de ataque
se considere delito federal y que los agresores sean acreedores a una multa de
mil 500 veces el valor del Unidad de Medida y Actualización (UMA), y de cinco a
25 años de prisión. Sabemos que las personas que agreden a personal de salud,
no tienen la capacidad de comprensión para saber lo que está sucediendo
actualmente, seguramente son los que no se están quedando en casa o los que
creen que el virus es parte de una conspiración; pero el no conocer la ley, no
los exime de cumplirla. Así que a valorar a los guardianes de la salud.
Dr.
César Álvarez Pacheco
@cesar_alvarezp
Huatabampo,
Sonora.
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