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Hoy mas que nunca, el
esfuerzo conjunto, con altura de miras, y no sólo beneficios políticos
sectoriales o comerciales, deben primar para buscar soluciones. Los
médicos aplicamos, concreta y técnicamente nuestros conocimientos en la
solución de problemas específicos de salud. Las profesiones, como "Colectividades
Organizadas" desempeñamos a su vez variadas funciones; así, la Medicina
define lo que constituye enfermedad, salud y sus límites, lo cual no sólo debe
implicar el aspecto técnico sino también humanidad, enfoque social, con
evaluación y análisis profundo de las aspiraciones, necesidades, deberes y
derechos de todos los entes participantes, ver su lógica, justicia y razones,
con honestidad, pluralismo, generosidad, "pies puestos en la tierra",
señor presidente. La historia la hacemos y vivimos todos cada día, no sólo un
grupo de personal dedicado a dar la vida a la salud, fuerza o gestión. Como
médicos, queremos que predomine el "Bien Común", basado en justas
ponderaciones que consideren también lo que nos corresponde y merecemos como
ciudadanos mexicanos, seres humanos falibles y esforzados, con familia,
problemas, necesidades y vida como cualquier otro individuo que contribuye al
crecimiento y bienestar (sus nuevas palabras favoritas) de este país. Debemos
reconocer nuestros errores, nuestras faltas éticas y deficiencias, cosa que
ustedes los políticos de la llamada 4T, no hacen; y en ese plan es que seguimos
luchando por recuperar el orgullo de ser médico y adecuar su ejercicio a la
realidad actual, evitando el escarnio, la injusticia y la exposición a los
medios, basándonos en un quehacer limpio, honesto, técnico y humano. Hoy se vive
toda una reingeniería en salud con miras a mejorar la atención médica de
millones de mexicanos, al menos creemos que esa es la finalidad y no rencores
del pasado. Este año es un año de hacer diagnósticos, de cambiar, de
equivocarse, de quitar, de crear nuevas áreas. Es un año muy sui generis para el sector salud, no
solo por la pandemia que estamos viviendo; si se calificara este año, de hecho,
es como si nos hubieran sacudido a nivel mundial, desapareció el Seguro Popular
y muchos programas que, para las autoridades de salud, se duplicaban o no
tuvieron la eficacia para atacar los problemas. Hoy la pandemia descubre a los
políticos que están a cargo; dijeron que tenían mas de tres meses preparados,
no lo estuvieron; dijeron que tenían suficiencia hospitalaria, después acusaron
a Narro de dejar mas de 300 hospitales a medias; dijeron que vendrían médicos
cubanos a “ayudar” a los mexicanos, resultaron ser médicos que no saben manejar
un ventilador y los mexicanos, los están ayudando/enseñando a usar la vía aérea;
nos dijeron que motivarían al gremio médico y se abrió lo pinos con colchones
de esponjas y hacinamiento que contrastan con el alojamiento de los cubanos que
están hospedados en un hotel exclusivo de la CDMX: “Hotel Imperial”. Nos
dijeron en una mañanera, que había que respetarnos, reconocernos y apoyarnos, y
nos acusaron de ser ruines y lucrar con el dolor.
Al
aparente requisito de vivir sin comer ni
enfermarse (ni dormir), se agregan dos características de nuestra
profesión sumamente desconcertantes para los pacientes: La primera es que en medicina barajamos probabilidades (no
certezas) y, a veces, nos equivocamos. Sí, así como leen, los
médicos, como todo ser humano, nos
equivocamos. Esto último no significa ser negligente, o sea, no es que
pasamos por alto el conocimiento sino que a veces las probabilidades son más a
favor de la enfermedad A y no de la B, pero igualmente la B era la correcta. La
segunda, es que nadie quiere ir al
médico. Nadie quiere estar enfermo, pensar en una vida sin salud y
menos sentir que gastó dinero en algo tan negativo como tomar un montón de
pastillas. La visita al médico es algo que (hasta los médicos) preferimos no
recordar; claramente prefiero gastar dinero en unas vacaciones que en pagar una
operación. ¿Sabe usted que los médicos estudian hasta 12 años para atenderlo?
¿Quién le parece que tiene más responsabilidades, el médico o un diputado?
¿Será justo descargar toda nuestra ira contra una persona, que tiene un sueldo
modesto de parte de una que gana un sueldo abundante? No, presidente; Con
el gremio no.
Dr.
César Álvarez Pacheco
@cesar_alvarezp
Huatabampo,
Sonora.
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