![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh5XIvvs6mQ6dOH5eSmlb69Cln57WF5CaRPeuiK2OYvOR_lQgdnt5wHC2LIdBgDB2SvGfBJgaurpd4IJ_0df0COG_cCnMOixNUCZbjkhHM61nMYD2k9GCLVlMXXPyhsf0SP8H1hz5jsFa8/s1600/dom1.jpg)
Un sistema de
clasificación de pacientes, puede analizarse desde una doble perspectiva
clínica y estadística. Respecto a la primera, ha de mostrar una aceptación
por los usuarios del mismo sistema (clínicos y administrativos), junto a una
adecuada validez de contenido y validez de criterio. Desde la perspectiva
estadística, el rendimiento de los distintos sistemas de pacientes, va a estar
determinado por su capacidad de captar las diferencias entre los distintos
pacientes y, en función de las mismas, predecir un resultado, es decir, poder
establecer mediciones para realizar medidas de prevención a futuro ¿cómo es
esto? Si sabemos que enfermedades transmitidas por vector (mosquitos) aumenta
en temporada de lluvias, es necesario
realizar programas de prevención para dicha temporada, esto contribuye a menos
ingresos hospitalarios, menor mortalidad y por ende menos gasto hospitalario.
Un hospital pese a ser público y aparentemente gratuito, tiene también su
costo, la consulta, la estancia hospitalaria y el medicamento. Se ha demostrado
además, que los grupos relacionados con el diagnóstico son los que poseen una
mayor fiabilidad, respecto a establecer costos. Estos, son un sistema de
clasificación de pacientes creado por Fetter y colaboradores en la Universidad
de Yale en la década de los 70, con el objetivo de obtener una clasificación
de episodios de hospitalización en función del consumo de recursos y de la
lógica en el manejo clínico de pacientes, se han convertido en el principal
sistema de clasificación de pacientes utilizado en Europa para medir el case
mix, y se utilizan fundamentalmente como un instrumento de gestión
hospitalaria, permitiendo identificar la actividad diaria y constituir un
lenguaje común entre administradores y médicos administradores, para fijar
objetivos y monitorizarlos, permitiendo efectuar estudios como el EURO- DRG, que es una acción concertada
a escala europea, centrada en tres áreas de trabajo: la producción de
información hospitalaria basada en dicho instrumento, la obtención de costos
y la búsqueda de nuevas aplicaciones.
Dentro del
ámbito de la epidemiología y
estadística clínica, los diversos instrumentos de gestión hospitalaria han
servido para definir nuevos indicadores que permiten comparar el funcionamiento
global de un hospital o de un servicio. Tales indicadores son la estancia media
ajustada por funcionamiento, la estancia media ajustada por casuística, el
índice case mix o el índice funcional. Si se trata de medir la
actividad global de los servicios de un hospital (urgencias, medicina interna,
ginecología, etc.) o por áreas; en la mayoría de los países europeos se
analizan por servicios cada uno de los indicadores mencionados, pero estos
sólo permiten la comparación univariante clásica, entendiendo entre los
distintos servicios cada indicador como una variable. Esta forma de actuar no
ofrece una visión multivariada de la actividad por servicios, no da un modelo
de relación funcional entre los indicadores e imposibilita obtener una
clasificación de los servicios basada en sus actividades y en sus resultados. ¿Qué
lleva a todo esto? Que un directivo o líder hospitalario debe tener noción y
conocimiento del tema ya que si no los tiene, no podra ser eficaz en su tarea y
muchisimo menos hacer de ese hospital, un hospital eficiente; usted, lector,
¿conoce alguno?
Dr. César Álvarez Pacheco
@cesar_alvarezp
Huatabampo, Sonora.
No hay comentarios:
Publicar un comentario