domingo, 2 de abril de 2017

Salud, dinero y gestión.

Toda la actividad sanitaria se encuentra condicionada por las características de los enfermos atendidos: edad, diagnóstico, tratamiento, etc. Medir dicha actividad ha sido una de las tareas más complejas para los epidemiólogos clínicos, estadísticos y administrativos de salud, de tal forma que a lo largo de los años muchos han sido los indicadores creados para dicho menester. En la actualidad la actividad de un hospital se mide con indicadores como número de ingresos, camas ocupadas, estancias medias, mortalidad por servicios, reingresos, etcétera, y se unen a estos indicadores clásicos otros que tienen en cuenta la casuística atendida, como son los derivados de los sistemas de clasificación de pacientes, para poder otorgar una calificación a un hospital de eficiencia.

Un sistema de clasificación de pacientes, puede analizarse desde una doble perspectiva clínica y estadística. Respecto a la primera, ha de mostrar una aceptación por los usuarios del mismo sistema (clínicos y administrativos), junto a una adecuada validez de contenido y validez de criterio. Desde la perspectiva estadística, el rendimiento de los distintos sistemas de pacientes, va a estar determinado por su capacidad de captar las diferencias entre los distintos pacientes y, en función de las mismas, predecir un resultado, es decir, poder establecer mediciones para realizar medidas de prevención a futuro ¿cómo es esto? Si sabemos que enfermedades transmitidas por vector (mosquitos) aumenta en temporada de lluvias,  es necesario realizar programas de prevención para dicha temporada, esto contribuye a menos ingresos hospitalarios, menor mortalidad y por ende menos gasto hospitalario. Un hospital pese a ser público y aparentemente gratuito, tiene también su costo, la consulta, la estancia hospitalaria y el medicamento. Se ha demostrado además, que los grupos relacionados con el diagnóstico son los que poseen una mayor fiabilidad, respecto a establecer costos. Estos, son un sistema de clasificación de pacientes creado por Fetter y colaboradores en la Universidad de Yale en la década de los 70, con el objetivo de obtener una clasificación de episodios de hospitalización en función del consumo de recursos y de la lógica en el manejo clínico de pacientes, se han convertido en el principal sistema de clasificación de pacientes utilizado en Europa para medir el case mix, y se utilizan fundamentalmente como un instrumento de gestión hospitalaria, permitiendo identificar la actividad diaria y constituir un lenguaje común entre administradores y médicos administradores, para fijar objetivos y monitorizarlos, permitiendo efectuar estudios como el EURO- DRG, que es una acción concertada a escala europea, centrada en tres áreas de trabajo: la producción de información hospitalaria basada en dicho instrumento, la obtención de costos y la búsqueda de nuevas aplicaciones.

Dentro del ámbito de la epidemiología  y estadística clínica, los diversos instrumentos de gestión hospitalaria han servido para definir nuevos indicadores que permiten comparar el funcionamiento global de un hospital o de un servicio. Tales indicadores son la estancia media ajustada por funcionamiento, la estancia media ajustada por casuística, el índice case mix o el índice funcional. Si se trata de medir la actividad global de los servicios de un hospital (urgencias, medicina interna, ginecología, etc.) o por áreas; en la mayoría de los países europeos se analizan por servicios cada uno de los indicadores mencionados, pero estos sólo permiten la comparación univariante clásica, entendiendo entre los distintos servicios cada indicador como una variable. Esta forma de actuar no ofrece una visión multivariada de la actividad por servicios, no da un modelo de relación funcional entre los indicadores e imposibilita obtener una clasificación de los servicios basada en sus actividades y en sus resultados. ¿Qué lleva a todo esto? Que un directivo o líder hospitalario debe tener noción y conocimiento del tema ya que si no los tiene, no podra ser eficaz en su tarea y muchisimo menos hacer de ese hospital, un hospital eficiente; usted, lector, ¿conoce alguno?

Dr. César Álvarez Pacheco
@cesar_alvarezp
Huatabampo, Sonora.



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