
Los síntomas incluyen:
dificultad para mantener la atención, hiperactividad y dificultad para
controlar la conducta. Contra lo que antes se creía, el TDAH de la niñez no
siempre desaparece en la adolescencia ni posteriormente. En otras palabras,
sólo una minoría de niños llegan a la edad adulta sin sufrir serias consecuencias
adversas, por lo cual es necesario que el sistema de salud esté preparado para
proporcionar atención apropiada a los adultos con esta enfermedad y su
detección temprana. Cabe aclarar que aunque no todo niño o adolescente
requerirá de fármacos, sí existe un patrón de tratamiento insuficiente en México.
Y se sabe que 30% de quienes acuden a servicios de psiquiatría infantil lo hacen
por sufrir este síndrome. Cuando el TDAH persiste en la edad adulta (lo cual
ocurre en un tercio de los niños afectados, por lo que se puede afirmar que se
trata de un trastorno crónico) presenta una evolución adversa en el área de la
salud mental, el trastorno se vuelve con otras conductas como: hay mayor
dependencia y abuso de alcohol, trastorno antisocial de personalidad,
dependencia y abuso a otras sustancias, trastorno de ansiedad generalizada,
trastorno depresivo; hay además deficiencias en los logros académicos, menos
éxito ocupacional, abuso de sustancias, problemas legales y lesiones
accidentales.
Es común que
cuando un niño presenta TDAH otro miembro de su familia también lo tenga,
muchas veces alguno de sus progenitores, lo cual complica la dinámica familiar.
Y dado lo difícil que resulta controlar la conducta de un niño hiperactivo,
frecuentemente sus cuidadores recurren a castigos físicos que inciden
negativamente en la evolución del trastorno y lo complican. De ahí la necesidad
de que médicos de primer contacto y otros profesionales, tales como psicología
proporcionen a los padres y maestros información correcta sobre la naturaleza y
tratamiento. Por eso son recomendables las intervenciones tempranas en términos
de costo-efectividad. Los menores con TDAH tienen muchas más posibilidades de
cometer actividades criminales, si no se detecta a tiempo y pasa desapercibido
en la infancia. Se sabe que los niveles
elevados de criminalidad asociados a esta enfermedad, disminuyen con el empleo
de medicamentos.
Según las
características de cada caso, en su tratamiento deben estar implicados, además
de los médicos, los psicólogos, pedagogos y maestros. El psicólogo clínico
puede tener también un papel significativo en el estudio de los casos, si bien
habitualmente no se requiere necesariamente de la aplicación de pruebas
psicológicas para llegar al diagnóstico, que es clínico y cuya determinación
corresponde al médico. Un enfoque de salud publica aboga por mejorar el
reconocimiento (si más temprano, mejor) y aumentar la frecuencia del
tratamiento de los trastornos psiquiátricos. De esta manera se podría disminuir
el impacto adverso del TDAH en el funcionamiento psicosocial de quienes lo
padecen. Hay quienes dicen que es una ocurrencia contar con psicología en las
escuelas, ¿usted es padre, lector? ¿De quien sería entonces, la ocurrencia?
Dr. César Álvarez Pacheco
@cesar_alvarezp
Huatabampo, Sonora.
No hay comentarios:
Publicar un comentario