
“No me gusta
lo que ha ocurrido con los precios de los medicamentos", dijo.
Inmediatamente estos comentarios causaron reacciones en Wall Street. Las
acciones de las empresas de medicamentos Valeant, AbbVie y Pfizer cayeron entre
2% y 4%. Mylan, el controvertido creador de EpiPen, cayó 4%. A mediados de este
año, EpiPen estuvo en el centro de la indignación debido a el alza de precios
de 400% en su tratamiento salva vidas contra las alergias; es un auto inyector
de epinefrina en forma de lápiz, muy útil en el shock anafiláctico producido
por alguna reacción alérgica. Heather Bresch, la directora ejecutiva de Mylan,
se convirtió en el más reciente símbolo de la avaricia corporativa y fue
duramente atacada en el Congreso. Antes de EpiPen, el drástico aumento de los
precios de los medicamentos recibió un duro escrutinio debido al medicamento útil
contra el SIDA llamado Daraparim (pirimetamina). Cabe mencionar que no ataca al
virus sino que mantiene alejados a los parásitos oportunistas en circunstancia
de inmunosupresión. Martin Shkreli, el llamado "pharma bro", fue
ampliamente criticado por aumentar en 5,000% de la noche a la mañana los
precios de Daraprim. Aunque Clinton fue más explícita en cuanto a jalarle las orejas
a las compañías farmacéuticas, Trump tocó el tema e incluso habló sobre que los
estadounidenses deberían de poder importar medicamentos más baratos, y no, ya
se lo que están pensando, el mexicanísimo Dr. Simi, solo es una empresa “distribuidora”,
no productora como tal. Sus comentarios al Time sugieren que esto puede haber sido algo más que mera
retórica de campaña. De hecho, algunos ejecutivos farmacéuticos han advertido
sobre una supuesta amenaza que representa Trump.
Actualmente,
dichas empresas farmacéuticas emplean a entre mil y mil 500 personas en sus
sedes establecidas en territorio nacional. Uno de los principales atractivos
del país en esta industria, la quinta actividad más importante de la economía,
son sus bajos costos de manufactura, así como la regulación sanitaria entre
otras cosas como colaboración con diversas clínicas y hospitales. La industria
farmacéutica establecida en México aporta en promedio 4 por ciento al PIB
manufacturero y es la quinta actividad más importante de la economía nacional,
documenta el estudio “Inteligencia y Tecnología de Exportaciones” realizado
entre la Cámara Nacional de la Industria Farmacéutica (Canifarma) y el
organismo estatal promotor de exportaciones ProMéxico. En México son 770
establecimientos de fabricación de productos farmacéuticos, perteneciente a la
industria química del sector manufacturero. Del total, 278 se concentran en la
Ciudad de México. De acuerdo con ProMéxico, en el país se encuentran ubicadas
20 de las 25 empresas más importantes de esta industria a nivel internacional y
el 80 por ciento de sus productos manufacturados en México son para consumo
nacional.
Se estima
que los precios a los que compra el sector público son, en promedio,
aproximadamente de un cuarto a un tercio más bajos que en el mercado privado.
Los precios de compra en el IMSS son 83 por ciento más bajos que los precios de
menudeo en el sector privado, de acuerdo al estudio. Un nuevo mercado que
emerge cada vez con más fuerza en la industria farmacéutica es el de los
medicamentos genéricos. Su demanda radica en su calidad, así como la
accesibilidad que presentan para el consumidor.
Dr. César
Álvarez Pacheco
@cesar_alvarezp
Huatabampo,
Sonora.
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