domingo, 2 de octubre de 2016

Enfermedades transmitidas por vector.

Pocos eventos sanitarios coexisten en la historia de las civilizaciones como las enfermedades transmitidas por vector. El interés por describir su historia natural, descifrar sus enigmáticos mecanismos de transmisión, identificar sus determinantes sociales económicos y ambientales, y modificar su larga coexistencia con las poblaciones humanas influyó en la génesis del conocimiento médico y fueron esenciales en la formulación de los fundamentos teóricos de la salud pública. Este cuerpo de conocimientos contribuyó al nacimiento y el progreso de varias disciplinas médicas, aún así, hoy en día continua siendo objeto de estudio por dependencias y gobiernos que buscan establecer medidas para prevenir su propagación.

La forma como se han enfrentado las  enfermedades transmitidas por vector, también ha moldeado gran parte del quehacer y las prácticas en salud pública  y su esencia ha sido adoptada para elaborar los programas de control y prevención de otros muchos problemas de salud. El conocimiento sobre las causas de las enfermedades está estrechamente vinculada con el contexto social, económico y político en el que se gesta, y muy influida por el grado de desarrollo tecnológico alcanzado en cada época. Para este tipo de enfermedades, tanto la interpretación de sus causas  sea correcta o no, como las soluciones para incidir sobre la transmisión siempre se desarrollan en paralelo. En las etapas más primitivas, las interpretaciones sobre el origen de las enfermedades se basaron en la concepción mágico-religioso y se asumieron como castigos de los dioses o artificios. En la cultura maya, el origen de la fiebre amarilla se ubicaba en la mansión de la muerte y el inframundo del Xibalbá, y con la mención del xekik, o vómito de sangre, en los Chilam Balam de Chumayel, Tizimin y Kaua describían la cronología de las epidemias antes de la llegada de los españoles. El swahili origina el término de dengue a partir del ki denga pepo, que describe una convulsión repentina y calambres atestados por un espíritu maligno. A partir del siglo XVIII se da un enorme empuje a las ciencias naturales y a la estadística, con lo que se empezó a cuantificar el número de defunciones ligadas a las condiciones de pobreza e insalubridad. Esta fue la etapa de mayor vitalismo del modelo sanitarista y cuando se instrumentaron las medidas de saneamiento del medio para contrarrestar las condiciones insalubres vinculadas con la Revolución Industrial en Europa. La influencia de la dinámica económica, las condiciones materiales de vida y las manifestaciones culturales son incorporadas en el modelo sociomédico como los determinantes básicos del estado de salud, e incluye a la respuesta organizada de la sociedad como un elemento necesario en el análisis del proceso salud-enfermedad e indispensable. En la teoría sobre la transición epidemiológica, el paludismo y el dengue rompieron con el concepto unidireccional original y se inscriben dentro de los procesos contratransicionales, es decir, como aquellos problemas infecciosos ya controlados en el pasado pero que emergieron debido a la resistencia a los insecticidas, a la reinfestación de áreas consideradas libres de vectores, a la migración, la marginación de extensos grupos poblacionales.

Al analizar el desarrollo y evolución de los enfoques y modelos de atención de las enfermedades transmitidas por vector podemos identificar la fuerte influencia que éstas tienen sobre la teoría y la práctica de la salud pública. Pocas enfermedades, como estas, han contribuido tanto al desarrollo de un campo del conocimiento y permanecen todavía desafiando a la investigación científica para generar finalmente las herramientas que permitan su control. No todos los paises tienen politicas publicas adecuadas para el control de este problema, ni todos estan involucrados en ello, peor aun, pocos tienen conciencia del significado de tener un familiar enfermo por alguna de este grupo de padecimientos. Es un problema publico, por lo que es imperante generar politicas publicas para su control y cuidado ¿Sonora las tendrá? Juzgue usted.


Dr. César Álvarez Pacheco
@cesar_alvarezp
Huatabampo, Sonora.


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