domingo, 23 de octubre de 2016

El reloj interno.

Es extraño pensar que todo lo que hacemos tiene una secuencia, que los días y los años no pasan sólo porque cambiamos las hojas del calendario, y que eso no tiene alguna repercusión en nuestras vidas, seguramente eso es lo que todos quisieramos. Nos levantamos en la mañana a cierta hora, usualmente más fácil para unos que para otros y continuamos con las actividades del día, ya sea trabajar, estudiar, ejercitarnos, alimentarnos y finalmente, dormir. Entonces, decidimos viajar y cambian nuestros horarios (jet lag), o nos desvelamos, cambiamos de trabajo, de turno, el horario de verano y el de invierno se van persiguiendo y en estos cambios ocurren enfermedades que modifican todas las secuencias que mencionamos anteriormente, ¿Tiene relación lo anterior con las enfermedades? Veamos.

Hay una hora para cada evento, se dan los ciclos de secreción de hormona de crecimiento, de cortisol, testosterona, estrógenos y progesterona, melatonina, etcétera, que a su vez están ligados con los periodos de sueño-vigilia, esto es a los ciclos de luz y oscuridad.  Cambiamos de piel cada 28 a 40 días, y eliminamos 100 cabellos todos los días. Cada minuto el corazón humano se contrae entre 60 y 100 veces; los pulmones realizan entre 12 y 20 ciclos respiratorios por minuto. En especial, los eritrocitosm o celulas sanguineas se renuevan cada 120 días. Tenemos relojes moleculares que ciclan cada 24 horas. En la escuela o en el trabajo nos encontramos con algunas personas que llegan frescos como “lechugas” por las mañanas y otros que consideran que el “levantarse temprano es como un tormento”, pero pueden seguirse toda la noche sin problema. A los primeros los conocemos como “las aves tempraneras” o madrugadores y a los segundos como “los búhos nocturnos” o vapiros, diden por acá. Estos patrones se dan por los relojes internos que están “alineados” con los tiempos para dormir y despertar con una periodicidad aproximada de 24 horas. Estos cronotipos están determinados, en parte, por factores genéticos y por el ambiente; además, se ha reportado que dependiendo del cronotipo, ya sea diurno o nocturno, hay factores de riesgo para padecer ciertas enfermedades. Por ejemplo, el nocturno tiene un riesgo mayor de padecer insomnio, apnea del sueño, hipertensión arterial, asma, diabetes tipo 2, adicciones, obesidad, por mencionar algunas. Existen reportes de ciertos padecimientos en aquellas personas que tienen actividades que modifican el ciclo por cambios de turno o por movimientos entre los diversos husos horarios, como es el caso de pilotos y el personal que atiende a los pasajeros en los vuelos, y algo más cercano a nosotros, las guardias en los médicos y enfermeras. Y es que dentro de un hospital, el fuincionamiento del mismo es muy similar de dia y de noche, no se detiene.

Varios reportes indican que la exposición a la luz de las computadores, ipads y demás equipos electrónicos, incluida la televisión y todos aquellos equipos que emitan luz azul, son capaces de alterar estos relojes, ya que modifican la secreción de hormonas estimulantes. Ahora las que las redes sociales han cobrado cada vez más fuerza, y son un apoyo para las interacciones sociales y la trascendencia de lo online a lo offline. Actualmente resulta difícil concebir tareas de comunicación y difusión de información sin el uso de estas. Algunas modificaciones en la dieta alteran la secreción de otro tipo de hormonas como la leptina y adiponectina, esto se reflejará en alteraciones metabólicas e hipertensión, y consecuente aumento de peso. Otro ejemplo es en los criaderos de aves las cuale son expuestas a luz intensa para alterar su ciclo y mantenerlas despiertas aumentando la producción de huevo; cruel acción por cierto. El estudio de los ritmos biológicos y ciclos, es un claro ejemplo donde se ha logrado establecer el puente de transmisión y aplicación de la ciencia básica a la aplicación a problemas de salud; regulando el ciclo sueño-vigilia para el control o incluso prevención de algunas enfermedades, por lo que es importante el equilibrio para no alterar el reloj interno.




Dr. César Álvarez Pacheco
@cesar_alvarezp
Huatabampo, Sonora.





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