domingo, 9 de octubre de 2016

Lo bueno casi no se cuenta.

Los presupuestos sirven o deberían hacerlo para ordenar y reordenar prioridades. Se espera, que con una planeación previa, se preparen para, sus problemas y probables formas de evolución económica y social, escalonan objetivos, prioridades, estrategias y políticas para acercar lo inmediato con el futuro menos cercano, el mediano y el largo plazo. Si se acierta o no en las expectativas y proyecciones sobre el acontecer futuro, es algo que tendrá que dilucidarse en el curso del tiempo y que tratará de enmendarse en el siguiente ejercicio presupuestal. La salud no se puede entender como un gasto, hablando de la economía nacional, sino como una inversión necesaria y obligada, entonces siendo uno de los temas mas sensibles y sentidos de la sociedad, los diputados seguramente harán lo propio, aunque ellos no se atiendan en algún sistema público, al menos se espera que tengan la sensibilidad necesaria.

No hay ley alguna, que imponga la reducción en los programas para los gastos catastróficos en salud, incorporados de tiempos atrás en el presupuesto; como tampoco la hay en la reducción en gastos elementales para la infraestructura escolar, revelada hace poco por el censo hecho por la propia SEP y el INEGI. Hace años aprendimos que gasto público no ejercido no es sustituido por el privado, menos en el caso de la inversión. En esta ocasión el recorte de gasto volvió a pegarle al sector salud por enésima ocasión. A la Secretaría de Salud, la autoridad hacendaria busca retirarle casi 10,400 millones de pesos para el 2017. Según cálculos de Red de Acceso, la asociación que reúne a las principales asociaciones de pacientes, si se aprueba el ajuste, sería de más de 9% respecto del 2016. El hecho es grave, máxime que es recorte sobre anteriores recortes. En el 2016 se le han quitado más de 15,000 millones. Los ajustes presupuestales en el rubro de salud han ido uno tras otro desde el 2014. Se entiende que las autoridades financieras busquen una política fiscal responsable, pero es injusto e incongruente que en su tijera incluyan al sector salud, sobre todo cuando los costos de atender a mexicanos enfermos se están multiplicando; cuando la carga epidemiológica por males crónico-degenerativos sigue en ascenso y cuando son dolorosamente notorias las carencias en las saturadas clínicas y hospitales públicos del país. ¿Por qué le recortan a salud si un factor por el que se ha elevado la recaudación es gracias a que hay impuestos especiales aplicados so pretexto de proteger la salud? ¿Y el impuesto a las bebidas azucaradas? ¿El impuesto al tabaco? ¿El de las bebidas energizantes? ¿El combate a la obesidad? ¿Se destina para otras partidas? Al parecer así es.

El recorte en salud propuesto para el 2017 recae ante todo en la Secretaría de Marina, la Defensa Nacional y la Secretaría de Salud, lo que implicará el mayor efecto en el Seguro Popular que atiende a los sectores menos favorecidos. Ahora la decisión está en manos del Legislativo; veremos si los parlamentarios tienen mayor sensibilidad y mejoran el perfil presupuestario para el sector salud. Lo dudo, conociendo el historial.

La diputada Araceli Madrigal, secretaria de la Comisión de Salud, recordó que el año pasado se logró incrementar el presupuesto y subrayó que esperan que en esta ocasión suceda lo mismo, porque no es posible que en un área tan importante para el desarrollo social y donde de por sí no alcanzan los recursos, se den el lujo de una disminución. El presupuesto de Salud tuvo una reducción de 10.8 por ciento, mientras que en el IMSS creció 10.8 por ciento y en el ISSSTE 10.7 por ciento. El Seguro Popular tuvo una reducción de 9.0 por ciento, señaló la Diputada de la Comisión de Salud, quien explicó que los diputados legislan para que se incrementen los servicios que otorga el Seguro Popular y que esto será imposible con la reducción. Definitivamente es un grado de irresponsabilidad mayúsculo poner en riesgo programas prioritarios de prevención, así como dejar sin fondos asuntos de suma importancia, como la mortalidad materna y perinatal, que decir de la prevención y atención de las personas que han padecido el tener que llevarse una receta no surtida, una cita muy lejana o un servicio que simplemente no hay en su localidad. Lo bueno casi no se cuenta.


Dr. César Álvarez Pacheco
@cesar_alvarezp

Huatabampo, Sonora.

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