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No hay ley alguna,
que imponga la reducción en los programas para los gastos catastróficos en
salud, incorporados de tiempos atrás en el presupuesto; como tampoco la hay en
la reducción en gastos elementales para la infraestructura escolar, revelada
hace poco por el censo hecho por la propia SEP y el INEGI. Hace años aprendimos
que gasto público no ejercido no es sustituido por el privado, menos en el caso
de la inversión. En
esta ocasión el recorte de gasto volvió a pegarle al sector salud por enésima
ocasión. A la Secretaría de Salud, la autoridad hacendaria busca retirarle casi
10,400 millones de pesos para el 2017. Según cálculos de Red de Acceso, la
asociación que reúne a las principales asociaciones de pacientes, si se aprueba
el ajuste, sería de más de 9% respecto del 2016. El hecho es grave, máxime que
es recorte sobre anteriores recortes. En el 2016 se le han quitado más de
15,000 millones. Los ajustes presupuestales en el rubro de salud han ido uno
tras otro desde el 2014. Se entiende que las autoridades financieras busquen
una política fiscal responsable, pero es injusto e incongruente que en su
tijera incluyan al sector salud, sobre todo cuando los costos de atender a
mexicanos enfermos se están multiplicando; cuando la carga epidemiológica por
males crónico-degenerativos sigue en ascenso y cuando son dolorosamente notorias
las carencias en las saturadas clínicas y hospitales públicos del país. ¿Por qué le recortan a salud
si un factor por el que se ha elevado la recaudación es gracias a que hay
impuestos especiales aplicados so pretexto de proteger la salud? ¿Y el impuesto
a las bebidas azucaradas? ¿El impuesto al tabaco? ¿El de las bebidas
energizantes? ¿El combate a la obesidad? ¿Se destina para otras partidas? Al
parecer así es.
El recorte en salud
propuesto para el 2017 recae ante todo en la Secretaría de Marina, la Defensa
Nacional y la Secretaría de Salud, lo que implicará el mayor efecto en el
Seguro Popular que atiende a los sectores menos favorecidos. Ahora la decisión
está en manos del Legislativo; veremos si los parlamentarios tienen mayor
sensibilidad y mejoran el perfil presupuestario para el sector salud. Lo dudo,
conociendo el historial.
La diputada
Araceli Madrigal, secretaria de la Comisión de Salud, recordó que el año pasado
se logró incrementar el presupuesto y subrayó que esperan que en esta ocasión suceda
lo mismo, porque no es posible que en un área tan importante para el desarrollo
social y donde de por sí no alcanzan los recursos, se den el lujo de una
disminución. El presupuesto de Salud tuvo una reducción de 10.8 por ciento,
mientras que en el IMSS creció 10.8 por ciento y en el ISSSTE 10.7 por ciento.
El Seguro Popular tuvo una reducción de 9.0 por ciento, señaló la Diputada de
la Comisión de Salud, quien explicó que los diputados legislan para que se
incrementen los servicios que otorga el Seguro Popular y que esto será
imposible con la reducción. Definitivamente es un grado de irresponsabilidad
mayúsculo poner en riesgo programas prioritarios de prevención, así como dejar
sin fondos asuntos de suma importancia, como la mortalidad materna y perinatal,
que decir de la prevención y atención de las personas que han padecido el tener
que llevarse una receta no surtida, una cita muy lejana o un servicio que
simplemente no hay en su localidad. Lo bueno casi no se cuenta.
Dr. César
Álvarez Pacheco
@cesar_alvarezp
Huatabampo,
Sonora.
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