El gobierno federal propone gastar, el
siguiente año, mayores recursos en el servicio de la deuda que en rubros que se
consideran prioritarios, como inversión, salud y educación, de acuerdo con lo
propuesto en el Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación (PPEF)
2025. En contraste, del lado de la
inversión, salud y educación hubo recortes para poder disminuir el déficit
público el siguiente año.
La deuda per cápita, es decir, la
cantidad de deuda pública que le correspondería a cada ciudadano mexicano,
aumentará el siguiente año en dos dígitos. Para el siguiente año, cada mexicano
deberá 138,000 pesos de la deuda que ha sido contratada tanto en moneda
extranjera como local, lo cual representa un crecimiento de 10.4% respecto a lo
que se calcula se pagará este año. El próximo proyecto de presupuesto de
egresos de la federación, pone a las finanzas públicas en una situación
complicada ya que hubo sectores importantes del gasto que sufrirán recortes
para el siguiente año y, por ende, afectan el bienestar de la población
mexicana. Temas como la educación, la inversión y la salud siguen siendo
castigados con el déficit presupuestal ya de por si bajo, ¿entonces? En
educación, el gobierno propone un recorte en el gasto en 1.2% en comparación
con lo aprobado para este año, con lo que los recursos totales con los que se
contarán serán de 1.1 billones de pesos, es decir, 3.2% del PIB. En el caso de
la inversión, se espera que tanto la física como la financiera sumen un monto de
996,914 millones de pesos, lo que representa una caída de 14%. En el caso de
salud, los recursos caerán 11% a 918,447 millones de pesos, 2.5% del PIB, su
menor nivel desde el 2019, cuando llegó la pandemia del Covid-19 al país.
Además, continúa por debajo de la recomendación de la Organización Mundial de
la Salud (OMS) de 6% del PIB. Increíblemente, se dejó de asignar recursos a
diversos programas y hospitales, donde la reducción llega a 100%. En el caso de
la Secretaría de Salud, su reducción de
recursos impacta en que el programa de vacunación tenga una disminución de
¡68%! en su presupuesto; el programa de prevención del VIH/SIDA, una baja de
1.29%, y el de salud materna una baja de 1%, entre otros rubros. El proyecto
que analizarán los diputados en los próximos días propone reducir 68.4 los
fondos destinados a los centros nacionales para la Salud de la Infancia y la
Adolescencia; al de Integración Juvenil, 14.2; de Equidad de Género y Salud
Reproductiva, 1.2; de Excelencia Tecnológica en Salud, 9.4; de la Transfusión
Sanguínea, 9, y de Programas Preventivos y Control de Enfermedades, 2.2, así
como 1.7 por ciento a Prevención y Control del VIH/Sida. En la Comisión Federal
para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) la caída de recursos
planteada es de 15.2 por ciento, en tanto que para las comisiones nacionales de
Arbitraje Médico, de Bioética y de Salud Mental y Adicciones es de 11.2, 10.8 y
13 por ciento, respectivamente. Hay reducciones de -42.5% para el Fondo de
Aportaciones para los Servicios de Salud (FASSA); de -34% para la Secretaría de
Salud, pasando de 101 mil a 66 mil millones de pesos; de -20% en recursos para
servicios de Salud a cargo de Sedena, y de -98.9 en la categoría de
aportaciones seguridad social. Según esta propuesta el gasto federalizado para salud pública, es
decir, recursos que se envían a los estados, también registra una reducción, de
-4.1%, según la propuesta presupuestal del gobierno. El PEF 2025 proyecta una
disminución de 12% con relación a 2024 y de 7% frente a 2023. Esta reducción
afectará la calidad y cantidad de servicios de salud disponibles, y no
permitirá alcanzar los objetivos de universalidad en salud y el fortalecimiento
del IMSS-BIENESTAR, reconoce la organización Fundar. Y a pesar de que el
Secretario de Hacienda presumió la inclusión del programa Salud casa por casa,
únicamente tiene etiquetado 2 mil millones de pesos, lo cual es equivalente a
0.21% del gasto total en salud. Y como dirían en las redes: Ahí la hipocresía.
Pero no todo es malo, la mudanza de la
Secretaría de Salud federal a Guerrero en el 2021 que fue calificada al
interior de esta dependencia como una aventura en la que nadie sabía cuánto iba
a durar ni en qué iba a terminar, hoy, a cuatro años de esta mudanza, se ha
reconocido que fue un “grave error” El doctor Kershenobich por el contrario, ordenó el retorno de las
oficinas de la Secretaría de Salud ubicadas en ese puerto a la Ciudad de
México. Esta mudanza de las oficinas centrales de la SSA le costó al erario
mexicano 140 millones, y todo para que sólo se desplazaran menos de mil
trabajadores de 47 mil que laboran en la dependencia. Es de sabios recapacitar,
pero veremos qué tan “sabios” son nuestros representantes.
Dr.
César Álvarez Pacheco
cesar_ap@hotmail.com
@cesar_alvarezp
Huatabampo,
Sonora
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