La ingesta de alimentos ultra procesados
contribuye con más de 30% de la ingesta total de energía. Sabemos que esto no
es muy sano y para afrontar este problema, en octubre de 2020 se aprobó en
México el etiquetado frontal de advertencia que busca informar de manera rápida
sobre los productos con altos contenidos de ingredientes críticos para el
desarrollo de enfermedades no transmisibles como la obesidad, diabetes,
hipertensión, etc.
El etiquetado frontal de advertencia
mexicano considera advertencias en color negro y con forma de octágonos,
dispuestas al frente de los empaques de alimentos y bebidas; éstas tienen una
leyenda que indica “Exceso“ para cinco ingredientes (calorías, azúcares
añadidos, grasas saturadas, grasas trans y sodio), en adelante “ingredientes
críticos”, y leyendas precautorias sobre el contenido de cafeína y
edulcorantes, no recomendables para niños y adolescentes. Algunos estudios
sugieren que el etiquetado desincentiva la selección de productos con altos
contenidos de ingredientes críticos, no obstante, la decisión final de compra y
consumo depende también de factores ambientales, como la disponibilidad y
asequibilidad de los alimentos, o la mercadotecnia comercial de los mismos. Por
ello, se debe ir acompañado de programas educativos y estrategias de
concientización y comunicación para cambios de comportamientos. Imagínese,
tenemos generaciones enteras observando personajes y “frases” con los que
relacionamos algún pastelito, cereal o refresco. Sin embargo, desde su
implementación, el etiquetado no había sido acompañado por ninguna estrategia
de comunicación nacional. De acuerdo con expertos, una estrategia de
comunicación del etiquetado debe informar sobre la regulación de manera clara y
concisa, a manera de comunicar sus beneficios y con la finalidad de aumentar la
conciencia de la población, fomentar su uso correcto e incentivar la elección
de productos más saludables. Asimismo, debe estar fundamentada en un modelo de
cambio de comportamiento. Definitivamente es muy difícil competir contra años
de marketing y estrategias de comunicación para convencernos de adquirir
productos chatarra, qué decir del bombardeo de imágenes en televisión y ahora
en multimedios y redes, es algo que el gobierno debe meditar y aceptar que unos
“octágonos en blanco y negro” no tienen mucha atención. Actualmente se han
presentado 150 amparos desde 2020 y están tres pendientes de resolución por la
SCJN y que son clave para este etiquetado. Las empresas que se ampararon son:
ConMéxico, Nestlé y Grupo Herdez; las cuales impugnaron la NOM-051, que
establece no exhibir publicidad infantil en los empaques de productos que
tienen algún sello o leyenda de advertencia. En los amparos contra el
reglamento, las empresas han argumentado que sus derechos de propiedad
industrial (derechos de marca) deben prevalecer sobre los derechos de la
infancia, información, alimentación y salud. Mientras que para las
organizaciones sociales el interés superior de la infancia debe estar por encima
de cualquier interés comercial. Ante el fallo que pudiera darse en la Corte,
integrantes de diferentes organizaciones civiles, algunas de ellas hasta
impulsadas por la misma Secretaría de Salud federal, enviaron un video a cada
uno de los ministros que contiene entrevistas con expertos internacionales
informando sobre los riesgos a la salud en la población infantil al estar
expuesta a publicidad que induce al consumo de estos productos usando
celebridades, influencers, deportistas, animaciones, mascotas o elementos
interactivos. Y el Poder Judicial tendrá la última palabra en torno a estos
temas de salud.
Y es que competir contra empresas que
han crecido exponencialmente a costa de la salud de la población es bastante
difícil, se requiere de años y campañas masivas así como concientización desde
el hogar ya que la táctica de estas empresas es captar la atención del infante
para que consuma sus productos hasta la edad adulta y siendo así cautivo
consumidor de productos chatarra mediante la persuasión y el engaño; y lo sé,
es difícil explicárselo a un hijo, pero no es muy complejo que lo entiendan los
padres, y si el gobierno apoya en este tipo de campañas de concientización,
costará menos trabajo. La salud es el bien más preciado que tenemos, no le
ponemos atención, hasta que se pierde.
Dr.
César Álvarez Pacheco
cesar_ap@hotmail.com
@cesar_alvarezp
Huatabampo,
Sonora
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