A Sonora
llega la temporada de calor y es innegable mencionar que más de uno ira uno que
otro fin de semana a alguna de nuestras playas. Disfrutar del sol es uno de los
placeres que más orgullo le dan al estado y es que con el tema de las energías renovables,
hoy somos “top” en el tema. La naturaleza nos dio mucho sol, pero con ello
vienen los efectos a la salud en la piel.
El daño
común en la piel como lo conocemos, no solo queda en el enrojecimiento y el
ardor que sentimos uno a dos días con una quemadura de primer grado por
exposición solar. La exposición crónica nos lleva a padecer lesiones más
complejas como los diversos tipos de cáncer. El cáncer de piel es el cáncer
más frecuente en el ser humano y para fines prácticos se le ha dividido en dos
grandes grupos: cáncer de piel no melanoma, y melanoma. Dentro del primer grupo
vamos a encontrar principalmente al carcinoma basocelular y al carcinoma espino
celular. El primero, es la neoplasia maligna más común en el ser humano. Su
incidencia ha ido en aumento, ya que es un tumor que deriva principalmente del
daño solar acumulado sobre la piel. Es un tumor que se origina en la piel
fotodañada. Rara vez aparece en palmas, plantas o membranas mucosas. Aunque
tiene una baja mortalidad, puede causar una afectación significativa en la
calidad de vida, en especial a través de la destrucción local. Estos tumores se
reconocen debido a su bajo potencial metastásico. Sin embargo, son localmente
invasivos, agresivos y destructivos de la piel y las estructuras circundantes,
incluido el hueso, esto representa importantes repercusiones en la calidad de
vida en cuanto a morbilidad funcional y cosmética. Representa entre 80 y 90% de
todos los casos de cáncer de piel, y es la forma de cáncer que aparece con más
frecuencia en los seres humanos. Aunque el carcinoma basocelular tiene una baja
mortalidad, puede causar una afectación significativa en la calidad de vida, en
especial a través de la destrucción local. El diagnóstico definitivo se logra
mediante un estudio histológico por biopsia de tejido, sin embargo, tanto la
dermatoscopia como la microscópica arrojan datos de relevancia para el
diagnóstico clínico precoz y oportuno. A pesar de la alta tasa de recidiva en
tratamientos tópicos en monoterapia, la mayoría son candidatos a cirugías para
retirar la lesión. La incidencia del carcinoma basocelular varía a nivel
mundial y depende de la edad, la latitud y los grupos étnicos, siendo más común
en las personas de raza blanca que viven en zonas más próximas al Ecuador. En
los Estados Unidos de Norte América ocurren alrededor de 800 mil casos nuevos
de carcinoma basocelular según reporte de la American Society. Según el perfil
epidemiológico de los tumores malignos en México, los casos de cáncer de piel
fueron 17,836 integrando un 14.68% de todos los tumores del tejido conectivo.
La incidencia aumenta también con la edad, siendo la edad media de diagnóstico
comúnmente de 68 años y es más frecuente en mujeres. Sin embargo, ha aumentado
la frecuencia con la que se presenta en personas menores de 50 años. En los
Estados Unidos se ha observado un incremento desproporcionado en mujeres
jóvenes. Incrementos similares se han reportado a nivel mundial, por ejemplo en
países como Finlandia, Suiza y Gales, donde esta se ha doblado en las dos
últimas décadas.
Desde 1930 se han publicado casos de carcinoma
basocelular en personas jóvenes que no están relacionados con trastornos
genéticos, y en varios estudios epidemiológicos se ha reportado que la
frecuencia de cáncer de piel en menores de 40 años de edad es de 1 a 3% El
riesgo se incrementa con los episodios de exposición UV intensa e intermitente,
así como las quemaduras solares a cualquier edad. Las personas con ocupaciones
al exterior como agricultores, marineros o expuestas a radiaciones ionizantes
como los pilotos de avión también han demostrado tener mayor riesgo de
desarrollarlo. Desafortunadamente los pacientes con tumores en la piel en
nuestro país acuden en etapas muy avanzadas, por lo que es importante que los
médicos y el público en general, cuenten con conocimientos para detectar en
forma temprana el cáncer de piel. Es importante que el clínico estudie las
lesiones sospechosas para un diagnóstico temprano y poder ofrecer al paciente
un tratamiento oportuno. La información generada o campañas, favorecerá la
educación y detección de cáncer de piel en adultos jóvenes a nivel local y
nacional ya que el carcinoma de piel es relativamente sencillo de reconocer y
tiene la ventaja de estar a la vista. Así que no olviden ponerse su bloqueador
solar.
Dr.
César Álvarez Pacheco
cesar_ap@hotmail.com
@cesar_alvarezp
Huatabampo,
Sonora
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