domingo, 4 de julio de 2021

El dilema de los medicamentos.

 


Los medicamentos se han transformado en una herramienta terapéutica esencial en la atención médica, exponiendo a un número cada vez mayor de personas al uso de los mismos y por períodos de tiempo más prolongados. Son vistos como indicadores sanitarios, y no sólo reflejan la prevalencia de una enfermedad en la población, sino también la percepción y respuesta de esa sociedad al proceso salud, enfermedad y atención.

Ha pasado casi tres años ya desde la desaparición del Seguro Popular y su sustituto (sin reglas de operación) todavía no encuentra la cuadratura al círculo. Se han desencadenado muchos problemas como los cobros en hospitales, y el desabasto de múltiples insumos principalmente de los medicamentos. Hace u mes el coordinador del INSABI presentó su renuncia por problemas de salud y hasta la semana pasada estuvo al frente de esta área, en la que sólo laboró cuatro meses. ¿Cuáles son las verdaderas razones del coordinador para presentar su renuncia? ¿Cuatro meses en el cargo? ¿En serio? Surgen muchas preguntas para tan poco tiempo pero tratándose de un tema tan sensible como la salud sería importante resolverlas. Uno de los temas prioritarios desde el 2019 es el abasto de medicamentos oncológicos mismos que mediante una cancelación a la única farmacéutica que los proporcionaba, se canceló arbitrariamente dejando a miles de pacientes sin medicamento, lo que lamentablemente se traducirá en un aumento e la mortalidad de pacientes con cáncer. Bueno, es tal la desesperación, que hasta la Cancillería y Hacienda están metidas en conseguir las medicinas donde sea, hasta de Japón, sin éxito a la fecha. El subsecretario ha ganado solamente reflectores e incendiar más el tema con sus contradictorias declaraciones llegando a llamar: golpistas, a quienes claman por sus medicamentos. Y es que en el desabasto de las medicinas contra el cáncer, el subsecretario es su peor enemigo. Le ha ganado el hígado. Le ha faltado sensibilidad. Es cierto que el laboratorio Pisa, que era el que controlaba la venta de estos medicamentos en administraciones pasadas, tiene nexos con algunos de los padres de los menores que han encabezado las protestas, de acuerdo con información recopilada por el propio gobierno, pero los padres no tienen la culpa. Cualquiera en su situación buscaría el apoyo de quien sea si en el gobierno no encuentra las medicinas que necesita. El problema es que la empresa los use con otros fines, para tratar de recuperar un mercado que el gobierno le arrebató sin prever las consecuencias antes de hacerlo de manera planeada. Lo cierto es que este gobierno en materia de abasto de medicamentos, ha seguido al pie de la letra la ley de Murphy;  hizo mal, todo lo que pudo hacer mal. Sancionaron al único productor sin tener un sustituto y después buscaron comprar las medicinas en el extranjero y fallaron. Por eso, cuando la Oficina de las Naciones Unidas de Servicios para Proyectos (UNOPS) hizo la compra consolidada de medicinas, no abarcó 382 claves para 10 enfermedades, entre ellas, cáncer, insumos y equipo médico. Pero los principales afectados en todo este movimiento lamentablemente son los pacientes, niños y adultos con diversos tipos de cáncer que actualmente no tienen con que combatir su terrible enfermedad.

En este sentido, valdría preguntarse si es posible hablar de una medicina altamente tecnologizada que esté libre de intereses y capaz de guiarse con racionalidad, tomando en cuenta que la administración en curso ya va a la mitad de su camino. Según la opinión del profesor Sullivan en la revista Lancet Oncology, el tratamiento del cáncer en los países desarrollados, como de otras enfermedades crónicas, se transformó en una cultura de excesos, se diagnostica demás, se trata demás y se promete aún más. Es decir, no es problema exclusivo de nuestro país sino que otros países también cojean de la misma pata sin embargo no dejan que los pacientes se queden sin su medicamento ya que eso es algo criminal. Esta situación podría superarse mediante la búsqueda de consenso al interior de los equipos de trabajo desde una perspectiva crítica, unida a la formulación de criterios para estandarizar una práctica con base en la mejor y más actualizada evidencia disponible, que además optimice los recursos sanitarios y que sobre todo atienda esta problemática que cada día crece más afectando sensiblemente a los pacientes más susceptibles como los niños.

Dr. César Álvarez Pacheco

cesar_ap@hotmail.com

@cesar_alvarezp

Huatabampo, Sonora.

 

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