Llegamos
a fin de año, y sabemos que en materia de salud no ha sido nada bueno. Se va el
2020 con un luto en más de 122 mil 855 personas. Y todo indica que vienen
semanas más difíciles, pero esperemos que no sean por falta de atención en
salud. Esperemos que en este 2021 lo iniciemos con un mejor panorama, y que cada
día tengamos menos pérdidas y mejoría en nuestros seres queridos, esperemos
también que las vacunas lleguen y se apliquen pronto. A menos que…
La
aparición del nuevo coronavirus vino a cambiar, de una u otra forma, las
estructuras sociales, laborales, económicas y políticas que durante años
habíamos ido derivando en esta sociedad compleja e interconectada que tenemos
hoy en día. Nos hizo entender que el importante sustento de todos los esquemas
empieza por el cuidado de la salud, la cual no ha sido prioridad e muchos de
nosotros. De acuerdo con la Organización Panamericana de la Salud, México
invierte el 2.5% de su PIB en el sector salud, mientras que los países que
mejores posibilidades tienen de enfrentar la pandemia invierten, en promedio,
el seis por ciento. En lo que respecta a la cobertura del conjunto básico de
servicios de salud, México se encuentra en la posición más baja de la OCDE, con
89.3%. Pareciera que este nuevo año traerá consigo una serie de vacunas que
comienza a presentarse alrededor del mundo más como un alivio que como una
solución permanente a esta pandemia. Si bien este esfuerzo inicial ayudará a
millones en las regiones más desarrolladas del mundo, aún es incierto lo que
sucederá en los países subdesarrollados como el nuestro, en donde la capacidad
logística e infraestructura insuficiente deberán atender la urgencia de una
población adulta de más de 90 millones. La campaña de vacunación es el mayor
reto para el gobierno en 2021, y apenas llegan los primeros cargamentos.
¿Realmente está garantizada? Hasta ahora, la negociación con las farmacéuticas
ha sido su principal apuesta contra la pandemia, por encima de la prevención y
un manejo eficiente de los contagios. Por eso, en la inmunización se juega su
credibilidad. Aunque la politización de la vacuna, dentro y fuera del país,
podría no sólo limitar su capacidad para asegurar los volúmenes de dosis,
también agudizar la desconfianza de la sociedad y el activismo contra ellas. Si
bien es un logro la llegada de los primeros lotes, el gobierno está obligado a
transparentar los acuerdos con las farmacéuticas, los volúmenes y la puja para
las dosis si realmente ha tomado lecciones de lo que no ha estado bien manejado
hasta ahora. La campaña de vacunación es una nueva oportunidad para evitar que
la politización acabe por generar una crisis de confianza hacia la estrategia
de aplicación. La vacunación contra el covid19 tiene varias aristas e
incertidumbre, primero; sabemos que es una vacuna hecha de manera fast track en
donde en teoría, seguiría en fase experimental, es por eso que se han venido
presentando aun, reacciones y efectos adversos a la misma.
Una
trabajadora de la salud en Alaska fue hospitalizada después de sufrir una
reacción alérgica grave a la vacuna COVID-19 de Pfizer. Se cree que la
enfermera sufrió una reacción anafiláctica similar a la de dos pacientes en el
Reino Unido. La trabajadora se enfermó un día después de que la nueva vacuna
contra el coronavirus se implementara en los 50 estados de EU. La inyección,
desarrollada por Pfizer y la empresa de biotecnología alemana BioNTech, provocó
también una reacción anafiláctica en dos trabajadores de la salud en el Reino
Unido la semana pasada. Eso llevó a los funcionarios de salud del Reino Unido a
emitir una advertencia de que las personas que han tenido reacciones
anafilácticas a los alimentos, medicamentos o vacunas no pueden recibir la
inoculación de COVID-19. México registró en las
primeras horas de inmunización mediante la vacuna anti Covid19 Pfizer, 24
reacciones propias del fármaco. El subsecretario López-Gatell, informó que los
síntomas fueron reflejos vagales (disminución de la actividad respiratoria),
hipoglicemia, mareos, espasmo laríngeo, mialgias, artralgias y fiebre. Sin
embargo, aclaró que la fiebre también puede ser una respuesta inmune del propio
organismo y es una reacción esperada porque se está montando la respuesta
inmunológica de protección. Lo cierto es que el organismo puede presentar
reacciones a cualquier sustancia extraña que ingresa al organismo, y la vacuna seguirá
en fase de experimentación en lo que se sigue investigando como hacerla más
inocua. Ojalá sea más el beneficio que el daño.
Dr.
César Álvarez Pacheco
cesar_ap@hotmail.com
@cesar_alvarezp
Huatabampo,
Sonora.
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