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Con
el tiempo, la cama en los hospitales
se ha convertido en el eje de cualquier sistema hospitalario,
independientemente del origen de su financiamiento, organización y función en
la respuesta social a la enfermedad. Entretanto, a su diseño se han
incorporado cambios que están ligados al desarrollo cienfico-médico,
tecnológico e industrial. Su actual importancia no se limita al ejercicio del
acto médico; también ha sido movo de interés y objeto de estudio de otras
disciplinas como la salud pública, epidemiología, enfermería, estadísca,
economía, administración, arquitectura, ingeniería y ergonomía, que han
contribuido en su concepto, definición y desarrollo. En 1963, la Organización
Mundial de la Salud planteó una definición de “trabajo” que incorpora el
tiempo como variable cuantitativa en los siguientes términos: “cama de
hospital” es aquella que se mantiene para uso continuo (24 horas) de los
pacientes. El mismo organismo incrementó la precisión de la definición con
inclusión de la variable “lugar”, y en 1998 la presentó como “aquella que es
mantenida y atendida regularmente para servir empo completo a pacientes
internados, situados en una parte del hospital, recibiendo atención médica
continua”. Los recursos hospitalarios, normalmente se miden por las camas de
hospitalización disponibles. A partir de ellas se cuantifican los egresos
hospitalarios, y la medición de sus rendimientos se hace relacionando el
número de camas ocupadas con el número de camas disponibles. Estamos ante un
escenario similar al del 2009 con la Influenza, en donde la capacidad
hospitalaria, sobre todo en Unidad de Cuidados Intensivos, estaba totalmente
rebasada. Hoy día los hospitales funcionan con lo minimo indispensable, debido
al desabasto y algunos de ellos con “menos” de lo que se puede operar
cotidianamente, imagíne usted en caso de que estén abarrotados por pacientes
que requieren atención. Vivir un escenario como España o Italia sería gravisimo
para nuestro país y su Sistema de Salud Pública. Entre otros daños colaterales
que sobrevienen a la pandemia destacan dentro de éstos ciertos alimentos y
medicamentos. Muchas otras industrias que requieren de contacto humano cercano,
como las escuelas, los cines y los restaurantes, y que también se verán
afectados. ¿Y qué decir de los efectos en la productividad laboral provocados
por el daño a la salud de los trabajadores? Desafortunadamente no contamos con
la infraestructura, los recursos humanos, la tecnología y las habilidades
organizativas suficientes y necesarios para hacer frente a este tipo de retos.
Requerimos, no cabe duda, de mayor inversión en sistemas de vigilancia y
control epidemiológico; más investigación en infecciones virales; mayor
inversión en nuevos medicamentos y vacunas que nos permitan prevenir y tratar
enfermedades, y mayores y mejores mecanismos de colaboración internacional en
materia de prevención y control de epidemias.
En
una reunión de trabajo, los gobernadores de Nuevo León, Jaime Rodríguez; de
Coahuila, Miguel Riquelme; y de Tamaulipas, Francisco García Cabeza de Vaca,
acordaron un plan para hacer frente a la contingencia del COVID-19. En dicha
reunión acordaron homologar acciones en materia sanitaria, y establecer un
fondo financiero cuya aprobación pedirán a sus respectivos congresos con el fin
de aplicarlo en la adquisición de equipo, insumos o contratación de personal,
las acciones que tomarán los tres estados se relacionan con los temas de
migrantes, sistema penitenciario y para conocer las capacidades y reacción del
sector salud de la región. Unificaron criterios formando un “bloque”
anticipándose a la enfermedad por la salud de sus ciudadanos, ellos pagan el
precio “económico” que tendrán sus entidades, con tal de que su sistema de
salud no colapse. Es importante reconocer que los gobiernos y las sociedades,
en colaboración con los medios de comunicación, deben discutir de manera
abierta y franca la necesidad de atender de manera racional y responsable sin
duda, estas contingencias, que muy probablemente, habrán de repetirse, de tal
manera que en las respuestas nacionales e internacionales prevalezcan y no las
posturas egoístas y contraproducentes, sino la calma, y el sentido y bien
comunes. ¿Acciones? ¡Si! Y ya.
Dr.
César Álvarez Pacheco
cesar_ap@hotmail.com
@cesar_alvarezp
Huatabampo,
Sonora.
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