lunes, 30 de marzo de 2020

Estaríamos mejor con…


El cumplimiento de la calidad y la seguridad del paciente y de los establecimientos de atención médica, requiere de implementación adecuada de criterios, estándares y lineamientos normativos, los cuales han sido claramente propuestos por instancias como el Consejo de Salubridad General, para tal efecto se ha considerado el fortalecimiento de los estándares del máximo órgano normativo de nuestro país en materia de certificación de establecimientos de atención médica. ¿Son seguros nuestros hospitales? ¿Alcanzarán para contener la pandemia?

La aplicación de aspectos normativos para la calidad y seguridad del paciente de establecimientos de atención médica se encuentran directamente relacionados con la implementación de un modelo efectivo de educación continua para el personal que labora o que rota en las diferentes instituciones o establecimientos responsables de atención médica. Bill Gates mencionó, durante una coferencia en Vancouver, en 2015: “No estamos listos para la próxima epidemia”; Tenía razón. Gates advirtió que si algo pudiera llegar a matar a más de 10 millones de personas en el mundo, en las próximas décadas, no sería una guerra: “Es más probable que sea a causa de un virus altamente infeccioso. No misiles, sino microbios”. Hoy, la pandemia del coronavirus con sus mas de 500 mil contagios y sus 20 mil muertos en el mundo demuestra que ninguna nación está preparada, que ningún gobierno invirtió en su sistema de salud, en capacitación epidemiológica, en ciencia, tecnología, ni en equipos. El personal de salud es uno de los grupos más vulnerables en el contexto de esta pandemia. En España, una décima parte de los médicos y enfermeros se han infectado con el virus, dijo esta semana el  director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias del Ministerio de Salud. En China, país de origen de la pandemia, donde al menos 13 médicos han fallecido, entre ellos Li Wenliang, el oftalmólogo de Wuhan que es considerado el primero en advertir al público sobre la epidemia por coronavirus. En Italia, 2 mil 629 trabajadores de la salud han sido puestos fuera de combate luego de contraer el COVID-19, de acuerdo con un informe del Gruppo Italiano per la Medicina Basata sulle Evidenze, publicado la semana pasada. En muchas partes del mundo, muchas de las personas que atienden a los pacientes de coronavirus trabajan sin el equipo adecuado. En México, donde el problema ya comienza a ser evidente, personal de hospitales públicos se ha manifestado en las calles para demandar que se les entreguen insumos para laborar con seguridad. Al termino de esta columna, son tres los médicos infectados en nuestro país, trabajadores del IMSS. Según han denunciado, en muchos de ellos se carece de lo más elemental. El recién creado INSABI no termina de nacer, y sus reglas de operación parece no tener pies ni cabeza, mucho menos un presupuesto que fluya hacia los estados en donde pretende “colonizar” el sistema de salud en cada uno de ellos. A falta de ello, la acción anticipada al Gobierno federal de algunos gobernadores ha mantenido a raya la pandemia y ha podido “controlar” a su población para evitar contagios masivos.

A diferencia de lo que pasó hace 11 años, cuando México fue el origen de la pandemia por la influenza AH1N1, en esta ocasión la Guardia Nacional, no sólo tendrán a su cargo temas delicados de seguridad durante el tiempo que se pida que la gente permanezca en sus casas, sino que también tendrán un papel protagónico en el tema sanitario, en coordinación con la secretaría de Salud. Los soldados y marinos serán los encargados de armar la logística para llevar a cabo la distribución y el resguardo de los almacenes con medicinas y equipo para atender la emergencia en cada región, conforme se vaya ocupando. Pero también participarán en la movilización de médicos y ambulancias por aire, mar y tierra. El Ejército y la Marina también abrirán sus unidades médicas para atender a población civil que resulte afectada por el coronavirus. En el sur de Sonora, ya se coordinaron con instancias federales como el IMSS e ISSSTE; En lo local, ISSSTESON realizó una compra extraordinaria de material de protección para el personal que hará frente a la enfermedad, y Secretaría de salud, seguramente piensa que: Estaríamos mejor, con….Seguro Popular.



Dr. César Álvarez Pacheco
@cesar_alvarezp
Huatabampo, Sonora.


domingo, 22 de marzo de 2020

¿Y si las camas no alcanzan?


Entre los recursos materiales con los que cuenta todo hospital destaca la cama, por la importancia que o que tiene su disponibilidad para la prestación del servicio médico. Y mire que nos harán falta, si la pandemia nos alcanza. Mientras el Ejecutivo, sostiene que el país todavía está en una fase inicial de la pandemia y evita tomar medidas drásticas que afecten a la economía, muchos Gobiernos estatales se están adelantando con acciones dispares tomando precauciones necesarias por que ellos saben, que las camas de sus hospitales no alcanzarán, si usted no se queda en casa.

Con el tiempo, la cama en los hospitales se ha convertido en el eje de cualquier sistema hospitalario, independientemente del origen de su financiamiento, organización y función en la respuesta social a la enfermedad. Entretanto, a su diseño se han incorporado cambios que están ligados al desarrollo cienfico-médico, tecnológico e industrial. Su actual importancia no se limita al ejercicio del acto médico; también ha sido movo de interés y objeto de estudio de otras disciplinas como la salud pública, epidemiología, enfermería, estadísca, economía, administración, arquitectura, ingeniería y ergonomía, que han contribuido en su concepto, definición y desarrollo. En 1963, la Organización Mundial de la Salud planteó una definición de “trabajo” que incorpora el tiempo como variable cuantitativa en los siguientes términos: “cama de hospital” es aquella que se mantiene para uso continuo (24 horas) de los pacientes. El mismo organismo incrementó la precisión de la definición con inclusión de la variable “lugar”, y en 1998 la presentó como “aquella que es mantenida y atendida regularmente para servir empo completo a pacientes internados, situados en una parte del hospital, recibiendo atención médica continua”. Los recursos hospitalarios, normalmente se miden por las camas de hospitalización disponibles. A partir de ellas se cuantifican los egresos hospitalarios, y la medición de sus rendimientos se hace relacionando el número de camas ocupadas con el número de camas disponibles. Estamos ante un escenario similar al del 2009 con la Influenza, en donde la capacidad hospitalaria, sobre todo en Unidad de Cuidados Intensivos, estaba totalmente rebasada. Hoy día los hospitales funcionan con lo minimo indispensable, debido al desabasto y algunos de ellos con “menos” de lo que se puede operar cotidianamente, imagíne usted en caso de que estén abarrotados por pacientes que requieren atención. Vivir un escenario como España o Italia sería gravisimo para nuestro país y su Sistema de Salud Pública. Entre otros daños colaterales que sobrevienen a la pandemia destacan dentro de éstos ciertos alimentos y medicamentos. Muchas otras industrias que requieren de contacto humano cercano, como las escuelas, los cines y los restaurantes, y que también se verán afectados. ¿Y qué decir de los efectos en la productividad laboral provocados por el daño a la salud de los trabajadores? Desafortunadamente no contamos con la infraestructura, los recursos humanos, la tecnología y las habilidades organizativas suficientes y necesarios para hacer frente a este tipo de retos. Requerimos, no cabe duda, de mayor inversión en sistemas de vigilancia y control epidemiológico; más investigación en infecciones virales; mayor inversión en nuevos medicamentos y vacunas que nos permitan prevenir y tratar enfermedades, y mayores y mejores mecanismos de colaboración internacional en materia de prevención y control de epidemias.

En una reunión de trabajo, los gobernadores de Nuevo León, Jaime Rodríguez; de Coahuila, Miguel Riquelme; y de Tamaulipas, Francisco García Cabeza de Vaca, acordaron un plan para hacer frente a la contingencia del COVID-19. En dicha reunión acordaron homologar acciones en materia sanitaria, y establecer un fondo financiero cuya aprobación pedirán a sus respectivos congresos con el fin de aplicarlo en la adquisición de equipo, insumos o contratación de personal, las acciones que tomarán los tres estados se relacionan con los temas de migrantes, sistema penitenciario y para conocer las capacidades y reacción del sector salud de la región. Unificaron criterios formando un “bloque” anticipándose a la enfermedad por la salud de sus ciudadanos, ellos pagan el precio “económico” que tendrán sus entidades, con tal de que su sistema de salud no colapse. Es importante reconocer que los gobiernos y las sociedades, en colaboración con los medios de comunicación, deben discutir de manera abierta y franca la necesidad de atender de manera racional y responsable sin duda, estas contingencias, que muy probablemente, habrán de repetirse, de tal manera que en las respuestas nacionales e internacionales prevalezcan y no las posturas egoístas y contraproducentes, sino la calma, y el sentido y bien comunes. ¿Acciones? ¡Si! Y ya.
Dr. César Álvarez Pacheco
cesar_ap@hotmail.com
@cesar_alvarezp
Huatabampo, Sonora.












martes, 17 de marzo de 2020

¿Aprendimos algo?


México fue el primer país que notificó a la Organización Mundial de la Salud un brote que habría de convertirse en pandemia, que fue la primera del siglo XXI causada por el virus A(H1N1) durante el 2009. Antes de este evento, México contaba con un plan de preparación nacional que incluía vacunación estacional, reservas de equipo para protección personal y fármacos antivirales, así como estrategias de comunicación. Durante la epidemia se fortaleció la red nacional de laboratorios de salud pública, así como las capacidades de crecimiento de las unidades de terapia intensiva y el sistema de distribución de medicamentos antivirales. Se condujo una comunicación de riesgos para que la población tuviera apego con las medidas implementadas, tales como el distanciamiento social. Es 2020, ¿Aprendimos algo?

Al mes de diagnosticarse el primer caso, la Secretaría de Salud, a través del Sistema Nacional de Vigilancia Epidemiológica, lanzó una alerta epidemiológica luego de realizarse un recorrido por 23 hospitales públicos y privados de la Ciudad de México y tener identificados 120 casos ingresados por cuadros neumónicos graves y cinco personas fallecidas por esa causa. El inicio de la epidemia por el virus de la influenza H1N1 en México fue accidentado y difícil. El instituto de vigilancia epidemiológica trabajaba prácticamente sin recursos y técnicamente desactualizado, en donde la vigilancia de enfermedades, es su actividad principal. El Laboratorio Nacional de Referencia tiene un papel indiscutible; sin embargo, la falta de infraestructura y equipos necesarios para procesar las numerosas muestras biológicas obligaron al gobierno federal a solicitar ayuda de organismos internacionales, como la ONU y la OMS. Las repercusiones inmediatas de la epidemia se notaron principalmente en el sector económico, a través de la Secretaría de Turismo, que reportó disminución de 35% en el transporte terrestre nacional y mayor a 50% en la Ciudad de México, en donde la cancelación de corridas de autobús, vuelos nacionales e internacionales, así como la clausura de puertos marítimos de destinos vacacionales nacionales e internacionales fueron comunes. De manera recíproca, varios países del mundo cancelaron sus viajes a nuestro país, restringieron o cancelaron los vuelos procedentes de México y sometieron a revisiones médicas muy meticulosas a los viajeros mexicanos. La caída en los niveles de ocupación hotelera nacional fue de 62%. La pandemia se extendió primeramente en Norteamérica, Europa Occidental, Centro y Sudamérica, países con los que México mantiene intercambio humano y comercial extenso y continuado, por lo que, para mayo de 2009, la OMS reconoció 4,379 contagiados en 29 países, con 49 defunciones. En México, la industria turística ocupa el cuarto lugar como generador de divisas, por lo que el efecto más inmediato en la economía de nuestro país fue la afectación del sector turístico, que reportó un estimado de 10 millones de dólares en pérdidas en el primer mes de haberse declarado la emergencia epidemiológica. Asimismo, la alerta sanitaria provocó compras de pánico en todo el país, lo que provocó el incremento en los precios de la canasta básica con disminución importante del producto interno bruto nunca vista en los últimos 15 años.

En el Sector Salud, el entonces director del Instituto Mexicano del Seguro Social aseguró que la epidemia generó gastos adicionales por 600 millones de pesos y que la adquisición de antivirales costó 434 millones, además de los materiales necesarios para protección del personal y atención de los enfermos graves, y por pagos de horas extra al personal se gastaron 68 millones. Además, el IMSS dejó de recaudar 800 millones de pesos y 213 mil trabajadores que fueron dados de baja dejaron de pagar cuotas. En el aspecto social y educativo, la epidemia provocó una toma de conciencia jamás vista en nuestro país respecto a una enfermedad infectocontagiosa. Para mayo de 2009, la Secretaría de Salud recomendó que se limpiaran y desinfectaran todas las escuelas del país, también se aplicó un cuestionario y filtro sanitario que obliga al lavado de manos. La Gaceta Oficial del Distrito Federal publicó los requisitos sanitarios mínimos para restaurantes y establecimientos públicos, en donde se señalaba el uso obligatorio de cubrebocas para meseros y empleados; mientras que en los actos públicos se recomendó guardar una distancia de 2.2 metros, entre cada asistente y evitar el saludo de beso o de mano. Se aplicaron medidas de distanciamiento social de manera temprana. Eso fue durante el 2009, sí; con Calderón. ¿Aprendimos algo?


Dr. César Álvarez Pacheco
cesar_ap@hotmail.com
@cesar_alvarezp
Huatabampo, Sonora.








domingo, 8 de marzo de 2020

El vapeo


El rápido crecimiento del mercado y la popularidad que han alcanzado a nivel global los cigarros electrónicos, y los sistemas electrónicos de administración de nicotina, popularmente conocido como: Vapeo, son motivo de preocupación para la Organización Mundial de la Salud y la comunidad de salud pública internacional, quienes visualizan esta innovación tecnológica como una amenaza a los logros alcanzados con la implementación del Convenio Marco de la OMS para el Control de Tabaco además de ser un riesgo potencial para la salud de los grupos más vulnerables: niños, adolescentes y mujeres en edad reproductiva.

Los nuevos productos de tabaco han incursionado en el mercado con el discurso de reducción del daño y minimización del riesgo, con campanas que recuerdan el posicionamiento de los cigarros combustibles durante el siglo pasado. Actualmente, el objetivo de las compañías tabacaleras transnacionales es la apertura de nuevos mercados y la captura de las nuevas generaciones de consumidores a través de la implementación de marcos regulatorios a la medida, sin las restricciones de las leyes de control de tabaco existentes y, peor aún, desconociendo los tratados internacionales firmados por diferentes países, entre ellos México. El Departamento de Investigación sobre Tabaco del Instituto Nacional de Salud Pública, comprometido con la generación del conocimiento científico para diseñar y evaluar políticas públicas de salud en nuestro país, presenta un documento de posición sobre los nuevos productos de tabaco, con el fin de orientar la toma de decisiones de los legisladores, instituciones gubernamentales y organizaciones civiles que buscan la salud y el bienestar de todos los mexicanos. A grandes rasgos el gobierno prohíbe su importación; y es una medida correcta. Los “E Cig” o cigarros electrónicos  calientan una solución (e-liquid) y producen un aerosol que frecuentemente contiene partículas ultrafinas, saborizantes disueltos en propilenglicol y glicerina, y tóxicos reconocidos, como el diacetil y la pentanodiona que causan serios daños al sistema respiratorio. Varios estudios han encontrado en estos productos niveles importantes de metales como el cadmio, níquel, cobre, estaño, plomo, plata y aluminio; compuestos carbonílicos como formaldehído, acetaldehído y acroleína; además de compuestos orgánicos volátiles y otros químicos cancerígenos. La presencia de cualquiera de estos tóxicos en los nuevos productos de tabaco toma relevancia en salud pública cuando se considera la prevalencia elevada de uso de estos dispositivos entre los adolescentes que nunca han consumido los cigarros convencionales. La nicotina es una sustancia altamente adictiva. Si los adolescentes la consumen antes de los 25 años, puede causarles adicción y alterar el desarrollo de su sistema nervioso y respiratorio. Además, es causa de aborto y parto pretérmino en las mujeres embarazadas y, puede causar trastornos auditivos y alterar el desarrollo fetal. La exposición postnatal puede causar muerte súbita del lactante. Y en ocasiones vemos que pareciera no importar a los jovenes.

En México, como en varios países de la región de las Américas, la venta de los cigarros electrónicos se encuentra prohibida; sin embargo, la más reciente Encuesta Nacional de Consumo de Tabaco, Alcohol y Drogas reportó que más de 5 millones de mexicanos de entre 12 y 65 años han probado el vapeo y que 975 000 ya son usuarios actuales. Las legislaciones y regulaciones de todos los productos de tabaco, incluyendo los cigarros inteligentes, deben presentarse considerando toda la evidencia científica disponible. Ésta debe ser concluyente e independiente, es decir, sin la participación o intervención de los fabricantes o instituciones que tienen un conflicto de interés; estamos de acuerdo que no se puede ser juez y parte, en Estados Unidos lo entienden, aquí en nuestro país pues es complicado, usted me entiende, lector. México debe avanzar en la generación de evidencia científica, desde la ciencia básica hasta la poblacional y desde la interdisciplinariedad local hasta la global, de tal manera que se pueda avanzar en la legislación y la regulación sanitaria de los nuevos productos de tabaco y comprender que no, no son mas sanos que un cigarro convencional combustible.


Dr. César Álvarez Pacheco
cesar_ap@hotmail.com
@cesar_alvarezp
Huatabampo, Sonora.





domingo, 1 de marzo de 2020

Virus


La peligrosa enfermedad se transmite por vía aérea, es decir, cuando el paciente tose y lo expulsa de la vía aérea y viaja a todo lo que este a su alrededor hasta entrar de nuevo al nuevo huésped, desarrollando la enfermedad. El contagio rebasa las medidas de precaución, al grado de que el problema escala a nivel mayor. Comienza como una gripa común agravándose y matando a sus víctimas en un lapso de 36 horas; así es el virus de H5N1 al cual hacen referencia en una película estrenada durante el 2013, The Flu” o virus, como está en Netflix, que es una cinta del género de terror y ciencia ficción, que tristemente podría revelar la verdad detrás de los peligros del coronavirus. 

Con la reciente declaración de emergencia mundial emitida por la Organización Mundial de la Salud a consecuencia del coronavirus, muchos se encuentran preocupados, y no es para menos. Hace algunos meses surgió esta nueva enfermedad que está adquiriendo una magnitud pandémica y que se suma a la lista de aquellos padecimientos de los cuales no se vislumbra a corto plazo su control y erradicación, estamos frente a una nueva enfermedad conocida como “Síndrome Respiratorio Agudo Severo”. Se sabe actualmente que el Coronavirus (familia, Coronaviridae, género Coronavirus) pertenece a un grupo diverso de virus envueltos tipo ARN que causan enfermedades respiratorias y entéricas (gastro intestinales) en humanos y animales. Hay tres grupos de coronavirus, los grupos 1 y 2 contienen virus para mamífero, mientras que el grupo 3 contiene sólo virus de aves. Dentro de cada grupo, los coronavirus son clasificados según las distintas especies huésped por sus relaciones antigénicas y su organización genómica. Los virus pueden causar enfermedad severa en muchos animales, y varios virus, incluyendo virus de la bronquitis infecciosa, el virus de la peritonitis infecciosa felina y el virus de la gastroenteritis infecciosa son patógenos veterinarios. Los coronavirus humanos se encuentran tanto en el grupo 1 y grupo 2 y son responsables de 30% de enfermedades del tracto respiratorio. Aún existe una falta de comprensión de la lesión respiratoria causada por estos virus, aunque pudiera depender del efecto de los mediadores inflamatorios. Ningún estudio se ha realizado en el mecanismo de lesión pulmonar en la neumonía inducida por el coronavirus. Por otra parte, la diversidad antigénica del coronavirus capaz de causar la infección respiratoria permanece incierto, es decir, se desconoce, y precisamente esto es lo que lo hace peligroso. El periodo de la incubación es típicamente de dos a siete días; sin embargo, los informes aislados han hecho pensar en un periodo de la incubación de hasta 10 días. La enfermedad generalmente empieza con fiebre (38 °C) y a veces está asociado con escalofríos y podría acompañarse por otros síntomas, como dolor de cabeza, malestar general y dolor de cuerpo. Al inicio de la enfermedad, algunas personas tienen síntomas respiratorios leves, como tos. Después del séptimo día, la fase respiratoria inicia con el ataque de una tos seca, o dificultad respiratoria que podrían acompañarse y progresar a la baja oxigenación del cuerpo, lo que es grave. En 10% a 20% de casos, la enfermedad respiratoria es tan severa que requiere intubación y conectar al paciente a un respirador artificial. El índice de casos fatales entre las personas es aproximadamente de 4%. La severidad de la enfermedad podría ser muy inconstante y abarcar desde la enfermedad leve hasta la muerte. No quiere decir que sea mortal para todos los infectados, no. Es una moneda al aire, es decir, existe 4% de probabilidad si usted se saca la loteria comprando algún cachito de loteria, pero bueno, ese es otro tema.

Con todo lo anterior nos damos cuenta que estamos ante una enfermedad que sigue y seguirá cobrando más vidas en todo el mundo, aunque las autoridades de salud de una gran cantidad de países están realizando grandes esfuerzos para controlar la propagación del virus y de encontrar a corto plazo una vacuna para atacar a dicho virus, las expectativas son verdaderamente desalentadoras, ya que se estima que el virus tiene una capacidad sorprendente de diseminación y es altamente contagioso, además de que puede resistir por varias horas en el ambiente sobre los objetos contaminados, y se estima que por lo menos tendrá que pasar un año para poder contar con la tan necesaria vacuna.¿Bañarse con agua helada? ¿No ponerse sueter? ¿Tomar alimentos frios? Todo lo anterior es un mito, no se adquiere así alguna enfermedad; se debe evitar el contacto físico, estornudar de manera adecuada evitando propagación de gotitas de saliva, lavarse las manos frecuentemente y medidas higienicas, eso sí evita contagios.


Dr. César Álvarez Pacheco
cesar_ap@hotmail.com
@cesar_alvarezp
Huatabampo, Sonora.