domingo, 4 de septiembre de 2016

La muerte blanca.

El camino que hubo que recorrer para llegar a la era bacteriológica fue largo y difícil. Mientras por un lado estaban los hombres de los anfiteatros y laboratorios a la búsqueda del origen de las enfermedades, por otro, y no siempre en forma paralela, estaban los que se preocupaban por encontrar las causas de las epidemias en la manera y condición de vida de los hombres. Entre ellos se encontraban aquellos que iniciaron los registros de los nacimientos y de las muertes.  Estos elementos, ubicados en diferentes momentos históricos, permiten ahora analizar con mayor profundidad la mortalidad tan alta causada por la tuberculosis, las razones por las que declinó su frecuencia antes de identificar el bacilo causante de la enfermedad, la forma en que éste llegó a ser identificado, más los intentos que se realizaron buscando su prevención y tratamiento.  Hasta hoy la tuberculosis es una enfermedad que pone a temblar a cualquier sistema de salud, la enfermedad ha ido adaptándose y evolucionando hasta crear resistencia a los antibióticos causando todavía muertes y contagios cada vez mas difíciles de controlar, por lo que se deben tomar medidas precautorias para evitar su propagación.  

Se conoce como enfermedad transmisible a aquella causada por un agente infeccioso específico o a sus productos tóxicos que producen infección aparente en el organismo de un huésped. Dicho agente puede llegar a éste, ya sea directamente a través de una persona o animal infectado o, indirectamente, por medio de un animal, un vector (mosquito, por ejemp.) o el medio ambiente.  La tuberculosis, una de las enfermedades que ha acompañado al hombre desde sus orígenes, aunque ha tenido diferentes significados y cuya magnitud ha variado a través de los siglos en lo que respecta a sus manifestaciones clínicas y su transmisibilidad se conocía desde antes del año 1000 a.c. Existen escritos hindúes sobre las tuberculosis raquídeas que datan del año 700 a.c. En la era hipocrática la llamaron tisis (fundirse o derretirse en griego), y su transmisibilidad la limitaban sólo de padres a hijos. Aristóteles sugirió que era causada por alguna sustancia que se respiraba. En la época de Cristo al nódulo pulmonar se le llamó tuberculum, en latín. Mientras que para algunas civilizaciones enfermedades como la tuberculosis tenían una connotación romántica, debido a la palidez de los enfermos, Oliver Wendell Holmes, le llamó la “muerte blanca”. En 1839, Johan Schonlein sugirió por primera vez el nombre de tuberculosis. Fue Vetter quien describió tres tipos de la enfermedad: tisis pulmonar, tuberculosis pulmonar y tuberculosis pulmonar linfática. Además, las asoció al clima, la alimentación y la conducta, elementos que apoyaban la influencia del medio social y ambiental, y que posteriormente dieron lugar a la idea de “sanatorio”. Como consecuencia de la Revolución Industrial, se hicieron más ostensibles las diferencias sociales entre enormes masas trabajadoras en condiciones adversas y los dueños de los capitales; las condiciones de vida y trabajo de los obreros eran sumamente difíciles y, como consecuencia, las tasas de enfermedad entre ellos se elevaron. Pareciera que no hemos cambiado mucho desde aquel entonces. Se construyeron sanatorios para la recuperación de los enfermos, lugares de aislamiento y descanso; el acceso a estos sanatorios dependía de las posibilidades económicas. Le digo que no hemos cambiado mucho, caro lector. La era de los antibióticos se inició con Fleming en 1928 y fue hasta 1944 cuando Waksmann, Schatz y Bugi obtuvieron la estreptomicina, primer producto específico contra la tuberculosis, un año después de la creación del IMSS aquí en México.

La situación de la Tuberculosis ha causado múltiples problemas que a veces no tienen un final esperado, la resistencia a los antibióticos y la rápida adaptación del microorganismo hace que sea difícil su tratamiento; la situación en el Hospital de Obregón no es  por alguna omisión ni descuidos, es solo el comportamiento de una enfermedad reemergente, que desafortunadamente sigue dando problemas a cualquier nivel, y en cualquier hospital.

Dr. César Álvarez Pacheco
@cesar_alvarezp
Huatabampo, Sonora.








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