Las unidades médicas hospitalarias son
espacios de atención en las que interactúan diversas especialidades médicas,
así como otras disciplinas científicas de las áreas administrativas, que en su
conjunto conforman la red de procesos de la atención médica siendo además el
lugar donde se atienden los problemas de salud más complejos de la población.
Hay muebles que todos identifican, pero
probablemente, la cama es el más representativo; es una de las invenciones más
trascendentes de la humanidad, todos los hombres las conocen, las usan, hablan
y hacen referencia a las camas. Indican su tamaño, ubicación, materiales,
color, comodidad, costo, etcétera. Las camas son esenciales en la vida del
hombre, en las mismas se pasa la tercera parte de la existencia y tienen
múltiples usos: encierran vivencias y experiencias diversas, satisfacen
diversas necesidades, en las mismas se suele nacer, vivir, descansar y morir. Conocer
con qué y cómo los servicios médicos hospitalarios atienden a sus usuarios,
considerando los recursos disponibles, se convierte en un verdadero reto, dadas
las diferentes variables que influyen en la atención del paciente, pero que en
su conjunto determinan la eficiencia hospitalaria. Entendemos que la eficiencia
se define como “el grado en que se alcanzan los resultados deseados, con los
recursos disponibles”. La OMS identifica tres causas de ineficiencia en los
servicios sanitarios que involucran directamente a los servicios hospitalarios:
las admisiones hospitalarias, la duración de la estancia inadecuada y la
subutilización de los recursos disponibles. Al ser la cama la base de la
estructura hospitalaria, el análisis de los indicadores hospitalarios que miden
el volumen y aprovechamiento de esta permite evaluar aspectos concretos de la
eficiencia, brindando información valiosa sobre los servicios que un hospital
ofrece. La eficiencia puede medirse en los niveles existentes de capacidad
ociosa o en la estructura de recursos que reflejan excesos o carencias en
determinados rubros. Una de las causas de ineficiencia en los servicios
hospitalarios referida en la literatura es el tamaño inadecuado de algunos
establecimientos, por lo que la cantidad de camas instaladas en una institución
determina positivamente los resultados de los indicadores. Existen situaciones
como los servicios con alta demanda de atención y capacidad instalada rebasada,
así como servicios con baja demanda de atención y capacidad instalada
subutilizada, los cuales probablemente contribuyan al no colapso de los servicios
con mayor demanda al ceder su capacidad ociosa instalada. Esto se rediseño con
la conversión hospitalaria durante la pandemia de covid19. También existen
servicios con indicadores que señalan la prolongada estadía de los pacientes al
presentar más días hospitalizados que los esperados, condición que también se
refleja al indicar lentitud en la ocupación de una cama posterior a un egreso.
Esta situación probablemente se deba a la complejidad de los padecimientos que
se atienden en los servicios, derivado de la actual carga de enfermedad en la
población, sin embargo, se abre una ventana de oportunidad para la revisión,
entre otros condicionantes, de los protocolos de atención médica con los que
los pacientes son atendidos. La subutilización en otros servicios, permite
abrir líneas de investigación operativas que determinen, si en estos servicios
no existe demanda de atención, o bien, al existir la oportunidad de ceder sus
camas, de forma intencionada no se ingresen pacientes a hospitalización. En años
recientes, las estrategias para disminuir el gasto hospitalario se han basado
en la reducción de las camas hospitalarias, la disminución de las estancias y
la reducción del número de ingresos, por lo que las alternativas propuestas a
esta problemática son: la reorganización física de los servicios y ajustar el
indicador por tipo de pacientes atendidos en los servicios por medio de algún
sistema de clasificación de pacientes, como los grupos de diagnósticos
relacionados.
Los nuevos instrumentos de gestión deben
ir encaminados a intentar predecir los niveles de ocupación de camas con el fin
de hacer un uso más eficiente de las mismas, al eliminar el exceso de
capacidad. El número total y proporcional de camas disminuirá debido a la
presencia de servicios ambulatorios: hospital de día, cirugía mínimamente
invasora, hospitales a domicilio y terapéuticas extra hospitalarias; además,
dejarán de ser las determinantes en el funcionamiento de los hospitales: habrá
otras tecnologías que caracterizarán al hospital. Si esto no se contempla a
futuro, el sistema continuará dando de qué hablar y el gasto seguirá siendo muy
alto, que no alcanzará presupuesto para atender el problema.
Dr.
César Álvarez Pacheco
cesar_ap@hotmail.com
@cesar_alvarezp
Huatabampo,
Sonora
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