domingo, 29 de octubre de 2023

El alboroto de las vacunas caducadas.

 


Las vacunas son productos biológicos utilizados para conseguir una inmunización activa artificial. Actualmente hay vacunas cada vez más potentes, eficaces y seguras. Actualmente se está ampliando la lista de enfermedades prevenibles con vacunas, que, junto a la mayor población susceptible de ser vacunada, hace previsible que aumenten los productos vacunales en este siglo. Pero ¿caducan?

 

En torno a las vacunas confluyen múltiples intereses: sociales, tecnológicos, económicos, supersticiosos, y ahora hasta políticos. Una vacuna es una suspensión de microorganismos vivos atenuados, inactivos, de una de sus partes o de un producto derivado de ellos que se administra para producir una infección similar a la infección natural pero sin peligro para el que la recibe, con el objetivo de producir una respuesta inmunitaria que le proteja frente a contactos con el germen del que se le ha vacunado. Si la protección se extiende a personas no vacunadas se habla de inmunidad de grupo o inmunidad de rebaño, un término que escuchamos con frecuencia durante el periodo de pandemia. Ahora bien, ¿De qué están hechas las vacunas? Las vacunas se componen primero del antígeno inmunizante (la protección); una solución destilada con proteína (generalmente de huevo); preservantes, estabilizantes y antibióticos que impiden el crecimiento bacteriano. Estas últimas han sido catalogadas como las culpables de reacciones tóxicas como: el timerosal (mercuriales) que es un antiséptico y antifungico; las vacunas infantiles están libres de esta sustancia. Otro componente es la gelatina, que es probablemente la culpable de la mayor cantidad de reacciones alérgicas. Y por último el adyuvante, que es cualquier sustancia que incorporada a una vacuna acelera, prolonga o potencia la respuesta inmunológica frente a la misma. Las vacunas actuales, por motivos de seguridad, están altamente purificadas, lo que las hace menos inmunógenas. Los adyuvantes solventan este déficit además de permitir usarlas en personas con inmunidad disminuida, necesitando mucha menos cantidad de antígeno por vacuna y menor número de dosis, un efecto denominado: depot. Recientemente En el marco de la campaña nacional de vacunación contra COVID-19, se hizo un llamado a la ciudadanía a fijarse bien e incluso pedir al personal de salud mostrar la fecha de caducidad y lotes de las vacunas Abdala que se prevén aplicar, porque están “caducadas”, advirtieron que la Secretaría de Salud federal emitió un oficio, en el cuál, “extendió” de manera artificial la vida útil de algunos lotes de esos antídotos, que caducaban en agosto de este 2023, es decir, desde hace dos meses. Esto ha causado revuelo e incertidumbre en la población. Lo primero que tenemos que saber es que las vacunas no tienen una fecha de “caducidad” como tal porque no entran en proceso de descomposición como sucede con los alimentos. Sí tienen un periodo de vida útil durante el cual mantienen su efectividad. Es decir, sirven para lo que fueron creadas. A este periodo se le llama “tiempo de anaquel de la vacuna” o “vida media biológica del antígeno”. En realidad, no se echa a perder nada, no caduca ningún ingrediente; simplemente, disminuye la eficacia de la vacuna cuando rebasa el tiempo de anaquel, que normalmente se calcula tomando en cuenta el tiempo mínimo necesario que se requiere para que la eficacia de la vacuna disminuya al menos al 50%.  Este periodo tiene que ver con la estabilidad de los ingredientes. En este caso, del antígeno (el elemento que causa la respuesta inmune), y de la matriz, que es lo que lo contiene. Entonces, si se recibe una vacuna que ya concluyó con su periodo de vida útil, lo único que pasa es que no se brindará la protección que debería. Eso pasa con cualquier vacuna y no solo con la de COVID.

 

En México, la Norma Oficial Mexicana NOM-036-SSA2-2012 de Prevención y control de enfermedades. Aplicación de vacunas, toxoides, fabotérapicos (sueros) e inmunoglobulinas en el humano, establece que una vez concluida la vigencia de uso de todos los productos biológicos deben darse de baja, inactivarse y desecharse. Este instrumento es aplicable a todas las vacunas sin distinción y no solo las utilizadas contra covid-19. ¿Se están brincando la Norma Oficial por medio de oficio? Con razón quieren desaparecerlas, así se evitarían el oficio y la inconformidad.

Dr. César Álvarez Pacheco

cesar_ap@hotmail.com

@cesar_alvarezp

Huatabampo, Sonora

 

 

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