La anestesia que en la actualidad es una
práctica común y que permite la realización de un gran número de procedimientos
quirúrgicos, tiene una larga y muy interesante historia, pasando por diferentes
fases. En cada una de estas se lograron grandes avances y cada una aportó a la
siguiente. Desde descubrir efectos de plantas, hasta su uso en hospitales y
hoy, en las calles.
El hombre desde que tuvo conciencia de
sí mismo, o aún antes, se enfrentó a muchas enfermedades y situaciones que se
acompañaban de dolor, en especial por accidentes, por lo tanto inició la
búsqueda de remedios que lo pudieran aliviar. En un inicio era perplejidad,
asombro y miedo ante el dolor, posteriormente ritos y plegarias a sus deidades,
a las que agregaron al paso del tiempo diferentes remedios derivados de la
herbolaria los que de seguro fueron más útiles, repito, en la antigüedad. No se
sabe a ciencia cierta si éstos hacían perder la consciencia, pero de seguro sí
condicionaban analgesia, lo que hacía más pasadera la enfermedad. Los
diferentes ritos y remedios pasaron de generación en generación de manera oral,
pero la invención de la palabra escrita cambió el rumbo no sólo de la
transmisión del conocimiento, sino que también enriqueció la práctica. La
primera comunicación formal de la práctica de anestesia que viene de hace
aproximadamente 4,000 años a.C., cuando en Mesopotamia, los sumerios que
conocían el cultivo de la amapola utilizaron el Opio. La localización de
receptores de opioides ciertas partes del cuerpo como son el centro
respiratorio en el cerebro, el intestino y en neuronas periféricas; es la
responsable de los efectos adversos entre los que se incluye: euforia,
confusión, depresión respiratoria, mareo, nauseas, distorsiones visuales, discinesia,
alucinaciones, delirio, estreñimiento, bradicardia, rigidez muscular, pérdida
de consciencia o hipotensión. La sobredosis por opioides está causada por el
efecto que tienen sobre el centro respiratorio del cerebro, que provoca una
depresión respiratoria capaz de producir daño cerebral por la disminución de
oxígeno en el cerebro, coma o incluso muerte. La predisposición de los
consumidores a la sobredosis está influenciada por el tipo de opioide,
particularmente en lo relativo a la potencia; la dosis, la forma de
administración, frecuencia y la coadministración con sustancias depresoras como
el alcohol. Estados Unidos tuvo su puerta de entrada a los narcóticos con un
ejemplo muy claro que muestran en la afamada serie de Dr House, quien es adicto
a un fármaco derivado del opio: Vicodin. Vimos como no podía dejar de tomarlo
incluso como le causan alucinaciones y sensación placentera así como síndrome
de abstinencia en algunas ocasiones. La sobredosis de fentanilo (la nueva droga
de moda) se caracteriza por ser mucho más rápida que con otros opioides, los
síntomas pueden aparecer entre segundos o minutos, la pérdida de conciencia y
la muerte son casi instantáneas.
Los opioides destacan por generar una
gran tolerancia y dependencia que pueden desarrollarse muy rápidamente y
alcanzar niveles extremos, de forma que las dosis necesitan ser cada vez
mayores para alcanzar los efectos deseados, ya sean terapéuticos o recreativos.
A parte de esto, suspender el consumo de opioides después de haber desarrollado
dependencia puede provocar síndrome de abstinencia caracterizado por síntomas
como vómitos, diarrea, ansiedad, dolor de hueso, piel de gallina, temblores
incontrolables, calambres, escalofríos, ritmo cardiaco irregular, pérdida de
apetito, pánico y fiebre. Los usos del fentanilo son de gran avance en el mundo
de la anestesia moderna, los hospitales diariamente durante sus prácticas
quirúrgicas o unidades de terapia intensiva lo utilizan otorgando la mejor
atención a sus pacientes de una manera adecuada y un uso determinado del
fármaco. Debido a las recientes declaraciones de “desaparecerlo” o buscarle un
sustituto, la semana pasada, más de 50 asociaciones y colegios de médicos de México,
lanza un llamado estableciendo una serie de beneficios y diferencias así como
el uso que se le da al fármaco por costo beneficio en la atención a los
pacientes de los cuales destacan la realización de cirugías sin dolor y el uso
para pacientes oncológicos precisamente para
ayudarles a sobrellevar su padecimiento. Definitivamente no debe
desaparecer sino arreglar la situación en las calles que definitivamente está
desbordada. El problema no es en los hospitales.
Dr.
César Álvarez Pacheco
cesar_ap@hotmail.com
@cesar_alvarezp
Huatabampo,
Sonora
No hay comentarios:
Publicar un comentario