El actor Bruce Willis es uno de los más
queridos en Hollywood. Durante la década de los 90´s fue el antihéroe más
cotizado de la pantalla grande y sin duda lo conocemos por sus películas épicas
como la saga de “Duro de Matar”. Hace algo menos de un año, su familia anunció
la retirada del actor de su carrera profesional porque le había sido
diagnosticada una afasia, una enfermedad que afecta al habla y la cognición.
Así, ya no podía memorizar más papeles; sus últimos trabajos se han estrenado
entre el año pasado y este: las tres películas de la saga del Detective Knight.
Sus últimas aventuras en pantalla.
Su ex esposa, Demi Moore, compartió un
comunicado oficial en sus redes sociales, firmado por su actual esposa, Emma
Hemings, y todos los hijos del actor, en el que anunciaba que Willis ya
tenía un diagnóstico definitivo. La afasia había evolucionado a peor y se ha
transformado en una demencia frontotemporal. En los últimos cuatro años Willis
ha intervenido en 22 películas.
El afamado actor fue poco a poco disminuyendo su productividad en las películas
ya que no podía recordar guiones o simplemente no podía seguir indicaciones o
comandos sencillos. Actores de doblaje quedaban sorprendidos cuando lo
encontraban totalmente desorientado sin saber que hacia el en ese lugar de
filmación. Poco a poco fue haciéndose más notable la incapacidad del actor
hasta que no se pudo ocultar más la progresión del daño; siendo atendido y
diagnosticado con Demencia Fronto Temporal. Estas, son un grupo de enfermedades
neurodegenerativas caracterizadas por cambios importantes en la conducta o
pérdida progresiva del lenguaje asociado con alteraciones patológicas
localizadas en los lóbulos temporales y frontales del cerebro. Es conocida
también como el “desorden de tres”, por su asociación a tres síndromes
clínicos, tres variantes histopatológicas y tres alteraciones genéticas. Es la
tercera forma más común de demencia después de la enfermedad de Alzheimer y la
demencia con cuerpos de Lewy. Ambas progresivas y muy severas. La demencia
frontotemporal, se manifiesta a los 45-65 años de edad. Según la Organización
Mundial de la Salud, se estima que hay 47 millones de personas que padecen
demencia. En México no existen estadísticas de su prevalencia e incidencia. La
Enfermedad Alzheimer es la forma más común de demencia, que contribuye al
60-70% de los casos, la fronto temporal es la segunda causa más común de
demencia, aunque en sujetos menores de 65 años es la primera causa de demencia:
el 10% ocurre en sujetos menores de 45 años y el 30% en mayores de 65 años. Si
bien se ha considerado una enfermedad infrecuente, ahora se reconoce y
diagnostica más; sin embargo, el diagnóstico no es sencillo y el abordaje
clínico en ocasiones no es suficiente. El estudio contemporáneo de las
demencias se remonta hace más de un siglo atrás cuando se establecieron las
primeras asociaciones clínico-patológicas. Durante la primera mitad del siglo
pasado, se describieron algunos tipos de demencia, que ciertamente diferían de
los descritos previamente por Alois Alzheimer. En esos estudios, sin embargo,
se hizo hincapié a los cambios de personalidad y desajustes sociales, mientras
que los déficits en otros dominios cognitivos, en particular lenguaje, no
fueron considerados tan relevantes. Durante y después de la segunda guerra
mundial hubo un cierto abandono en el tema, hasta que su interés resurgió en la
década de los ochentas con el advenimiento de las técnicas modernas de
neuroimágenes.
Este tipo de presentación se caracteriza
por un cambio evidente en la personalidad y conducta del paciente, respecto a
su comportamiento habitual. Frecuentemente se presenta apatía, un menor interés
en sus asuntos laborales, sociales, recreacionales y familiares. Falta de
iniciativa para tomar decisiones o realizar acciones, con aplanamiento
emocional frente a situaciones personales o familiares estresantes. Otro
síntoma predominante es la desinhibición, que puede tener distintas
manifestaciones. Los pacientes pueden comenzar a presentar pérdida del tacto
social, realizando una crítica abierta hacia otras personas, comentarios
inapropiados de contenido sexual, pérdida de límites sociales y físicos (con
aproximación a extraños o conocidos en contexto inadecuado). Presentan a menudo
impulsividad, que puede derivar en discusiones con familiares o colegas,
accidentes de tránsito, gastos excesivos y no justificados de dinero e incluso
abuso de alcohol o drogas. Es muy frecuente que desde el principio el paciente
muestre pérdida de empatía, que asociada
a su falta de conciencia de enfermedad, cause severos disturbios en el entorno
familiar y social. Algunos pacientes desarrollan grandes cambios en las
creencias religiosas, políticas o en el estilo social y de vestir. Muchos
cambios que podrían pasar desapercibidos o incluso diagnosticarse como otro
trastorno, lo cierto que el actor es: Duro de Matar.
Dr.
César Álvarez Pacheco
cesar_ap@hotmail.com
@cesar_alvarezp
Huatabampo,
Sonora
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