En esta era de globalización los
movimientos ininterrumpidos de humanos y bienes materiales no hacen que ningún
país sea inmune a la amenaza potencial de epidemias. Desde 2003 las
enfermedades contagiosas emergentes, como la gripe aviar, el síndrome respiratorio
del Medio Oriente (MERS), el SARS y el ébola, nos recordaron una y otra vez a
los seres humanos la grave amenaza que representan para la salud humana y la
seguridad económica y social.
La influenza aviar, causada por el virus
de la Influenza tipo A (H5N1), continúa ocasionando brotes entre aves de corral
y de vida salvaje en todo el mundo. Se extiende desde Asia hasta otras regiones
del mundo incluyendo Europa, Oriente Medio y África. También, continúan en
aumento el número de casos de humanos infectados por el subtipo H5N1. Estos
brotes, históricamente sin precedentes, han despertado serias preocupaciones
globales sobre la llegada inminente de una pandemia de gripe. En Estados Unidos
se estima que se generaría una demanda de 18 a 42 millones de consultas
ambulatorias y entre 314 mil a 734 mil hospitalizaciones, con una mortalidad
global estimada en 62 millones de personas. Este es el motivo por el cual la Organización
Mundial de Salud impulsa a los países a desarrollar y poner en práctica el
programa de preparación para hacer frente y mitigar los efectos sociales de una
pandemia. Sin embargo, el nivel de preparación es diferente en el mundo
desarrollado comparado con el de vías de desarrollo. Cuando surja una pandemia
de influenza, todos los países alrededor del mundo serán afectados, con
variaciones regionales del impacto. Para intentar explicar esta situación
pueden estar involucrados diversos factores, como son la falta de acceso a
servicios médicos adecuados, el estado de nutrición y las comorbilidades como
diabetes o hipertensión. Otro factor importante a considerar en la actualidad y
que impactará negativamente en una futura pandemia de influenza es la alta
prevalencia de VIH/SIDA en países en vías de desarrollo. Es sabido que este
grupo de pacientes presentan con mayor frecuencia neumonía grave por influenza
endémica o estacional. Entre las intervenciones que mayor costo-beneficio tiene
y pueden ser implementadas para intentar controlar o mitigar los efectos de una
pandemia de influenza están la vacunación y el uso de medicamentos antivirales.
Actualmente, la eficacia de las medidas higiénicas (por ejemplo, el lavado de
manos) y el aislamiento respiratorio no están bien evaluados pero se sabe que
dan resultados. Aunque, hoy en día está en desarrollo e investigación clínica
la vacuna para el subtipo H5N1 del virus de influenza A. Sin embargo, la
capacidad de producción es limitada y se manufactura principalmente en países
industrializados. La preparación para una pandemia no solo requiere esfuerzos individuales
de un país, ante todo, es una cuestión global y el estado de preparación
debería ser considerado una perspectiva global. Además de las aves, los virus
de la influenza tipo A pueden infectar a otros animales como puercos, caballos,
focas y ballenas. La cuarentena de granjas infectadas y la destrucción de
animales potencialmente expuestos al virus son medidas de control que ayudan a
prevenir la dispersión del virus y un eventual establecimiento del mismo en la
población aviar. Además de ser altamente contagiosa, la influenza aviar se
transmite fácilmente entre las granjas mediante medios mecánicos como equipos
contaminados, vehículos, jaulas, y cualquier instrumento infectado con heces de
las aves. Los virus de la influenza A, incluyendo los que producen epidemias en
los humanos, se encuentran bien adaptados para eludir las defensas
inmunológicas del huésped al que infectan. Todos los virus de la influenza
tienen la capacidad de cambiar genéticamente y adquirir la capacidad de
transmitirse de persona a persona.
Desde hace tiempo, los científicos han
pronosticado la aparición de un virus de influenza capaz de infectar a 40% de
la población humana y matar a un número inimaginable de personas. En fecha
reciente, una nueva cepa, la influenza aviar H5N1, ha mostrado todos los signos
de llegar a ser esa enfermedad. Hasta ahora se ha visto confinada a ciertas
especies de aves, pero es posible que eso esté cambiando. Finalmente la
Influenza aviar llegó a Ciudad Obregón, en donde se detectaron dos casos en granjas
diversas y las autoridades aplicaron un cerco sanitario para contener el
problema. Esperemos que no se presenten brotes ya que el covid dejó muchas
secuelas tanto en pacientes como en el sistema de salud.
Dr.
César Álvarez Pacheco
cesar_ap@hotmail.com
@cesar_alvarezp
Huatabampo,
Sonora.
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