En la columna pasada, analizamos la Ley
General de salud emitida en el 2019, misma que fue en su momento muy
controversial por desparecer el Seguro Popular y la creación del Instituto de
Salud para el Bienestar (INSABI). Al día de hoy los problemas de Salud no se
han resuelto y por el contrario se han agravado; la nueva Ley de salud no
funcionó y nuevamente se pretende alcanzar el nivel de salud de los países
nórdicos, pero ¿cómo?
El pasado 31 de agosto se publicó en
el Diario Oficial de la
Federación el decreto por el que se crea el organismo público
descentralizado denominado Servicios de Salud IMSS-Bienestar, el cual tiene por
objeto “brindar a las personas sin afiliación a seguridad social atención
gratuita médica y hospitalaria con medicamentos y demás insumos, bajo criterios
de universalidad e igualdad, en condiciones que les permitan el acceso
efectivo, oportuno, de calidad y sin discriminación alguna”. Este decreto lo
que hace es sustituir tácitamente al INSABI, que es otro organismo
descentralizado, sectorizado en la Secretaría de Salud. El INSABI tiene (o
tenía) por objeto proveer la prestación gratuita de servicios de salud,
medicamentos y demás insumos asociados a las personas sin seguridad social. A
simple vista sería lo mismo, ¿no? ¿Cuál fue la intención de convertir un
programa social, sujeto a reglas de operación, con una intención solidaria
hacia las regiones rurales y población indígena del país, en un operador financiero y rector de
la salud? Pues resulta que Secretaría de salud como tal, está a punto de
desaparecer, y el “nuevo” programa, absorbe en su totalidad a la misma
incluyendo hospitales, personal e insumos. Pero ¿Cómo? Así nos quedamos muchos,
estimado lector. Lo primero es firmar el convenio, mismo que ya los gobiernos
estatales tienen “línea” para acatar todo lo que viene en el mismo cediendo su
infraestructura y demás. Posteriormente habrá que cambiar la imagen de las
unidades médicas principalmente cambiándole el color, y no, afortunadamente no
es guinda. Hospitales que son (eran) de segundo nivel de atención médica
(hospitales con especialidades básicas) darán un retroceso al convertirse en un
“mix” de primer y segundo nivel de atención, es decir: atención primaria con
atención de segundo nivel. Para alguien que desconoce la operatividad y
procesos hospitalarios quizá suene bien, pero para los que conocemos la
dinámica hospitalaria, sabemos que eso terminará tarde que temprano en algo muy
complejo. Mezclar algo que costó trabajo avanzar tanto en tecnología, insumos y
especialidades; las nuevas reglas de operación lo desaparece y agrega la acción
comunitaria.
El IMSS-Bienestar surgió desde 1979 para
operar dos mil unidades médicas rurales en regiones especialmente indígenas,
dado que es su esencia y 52 clínicas-hospitales de campo. Estimando atender, en
aquel momento, a 10 millones de personas, y para 1981 se habían rebasado estos
planes, pues se atendieron 14 millones de personas en 3,024 unidades médicas.
Su distinción fue siempre colaborar estrechamente con la comunidad. Es decir,
su modelo de atención sí era viable en las áreas rurales, pero ¿será viable en
ciudades donde cuentan con hospitales de concentración como Obregón, Nogales o
Hermosillo? Según la ENSANUT 2021, 44% de la población derechohabiente del IMSS
no acude a atenderse al IMSS: 39% va al sector privado y 5% con otros
proveedores públicos. Aquí surge otro “hueco” en la iniciativa, ya que de ese
porcentaje, casi en su totalidad prefiere atenderse en consultorios adyacentes
a farmacias, quizá por la premura, por el acceso o bien, por un trato muy bueno
que les da el prestador de servicios en este caso el médico. Lo cierto es que
se han convertido en un brazo importante del sistema de salud mexicano y que en
un futuro no muy lejano se pretende desaparecerlo más que regularlo, y si
estimado lector, tal y como se hizo con el Seguro Popular, pero ¿Por qué
desaparecer algo que funciona? ¿Por qué no mejorarlo? ¿Es lo que los pacientes
prefieren? ¿El pueblo? Además, habrá que explicarles a los usuarios que,
definitivamente, no tendrán acceso a los hospitales de mayor prestigio del
IMSS. ¿No sabían? Así nunca vamos alcanzar el tan deseado sistema de salud
noruego y menos con los recortes que vienen en el PEF2023, pero eso lo
dejaremos para la próxima columna.
Dr.
César Álvarez Pacheco
cesar_ap@hotmail.com
@cesar_alvarezp
Huatabampo,
Sonora.
No hay comentarios:
Publicar un comentario