domingo, 31 de julio de 2022

¿Qué panorama nos espera?

 


Al paso de los días, los casos de viruela del mono o símica se han extendido en más de 10 países, incluyendo México. No salimos de una, cuando ya entramos a otra. Primero covid, con sus variantes y medidas de nueva normalidad, después vino la hepatitis de origen desconocido, la cual pareciera haberse mitigado por alguna razón y hoy la viruela del mono ¿Qué sigue?

Desde que empezó a propagarse ya se identificaron decenas de casos con una particularidad: las relaciones sexuales parecen tener un rol importante en el contagio así como el contacto estrecho de persona a persona. No es un virus nuevo, pero anteriormente la transmisión se había centrado principalmente en África; sin embargo, en el último mes y medio, ha habido gran cantidad de casos nuevos en los que las personas que se han infectado fueron sin los vínculos epidemiológicos y de viaje a esa parte del mundo. Hasta hoy son 60 casos confirmados, ningún fallecido y 5 pacientes hospitalizados por inmunosupresión severa. Sabemos que los casos irán en aumento conforme pasen los días. El virus de la viruela símica se transmite de una persona a otra por contacto estrecho con las lesiones, líquidos corporales, gotitas respiratorias y materiales contaminados como la ropa de cama. El virus que causa la viruela del mono pertenece a la misma familia del virus de la viruela, que fue erradicada del mundo desde 1979. Los signos clínicos de la viruela del mono suelen ser fiebre, erupción cutánea e inflamación de los ganglios linfáticos, y puede provocar una variedad de complicaciones sistémicas. La principal diferencia entre la viruela humana y la símica es que  a segunda hace que los ganglios linfáticos se inflamen (linfadenopatía), mientras que la viruela humana no. La viruela símica suele ser una enfermedad auto limitada (que cura espontáneamente), con síntomas que duran de dos a cuatro semanas y puede causar cuadros graves en pocas ocasiones. Recientemente, la tasa de letalidad ha sido alrededor de 3 a 6%. No existe tratamiento actualmente para la viruela del mono, pero los brotes pueden controlarse mediante la prevención de infecciones, incluso las vacunas utilizadas durante el programa de erradicación de la viruela también pueden proporcionar protección contra la viruela símica. La infección símica puede tener dos fases clínicas: la primera fase de invasión o contagio, puede durar de tres a cinco días, con fiebre, dolor de cabeza intenso, presencia de ganglios en cuello, dolor lumbar, dolores musculares y falta de energía. La presencia de ganglios es una característica distintiva de la viruela símica que la diferencia de otras enfermedades que inicialmente pueden parecer similares (varicela, sarampión, viruela). Posterior al cuadro febril suelen aparecer las erupciones cutáneas, que tienden a concentrarse principalmente en la cara, en las extremidades y en el tronco. Las erupciones evolucionan secuencialmente de máculas (lesiones con una base plana) a pápulas (lesiones firmes ligeramente elevadas, como “ampollas”), a vesículas (lesiones llenas de líquido claro) y pústulas (lesiones llenas de líquido amarillento) con costras que se secan y se caen. El número de lesiones pueden variar de unas pocas hasta cientos de vesículas. En los casos graves, las lesiones pueden unirse y hacer que se desprendan grandes áreas de piel. Los signos vesiculares podrían confundirse con herpes, foliculitis o alguna reacción a fármacos que es lo más común en la consulta médica.

Los estados que han registrado casos de la viruela del mono, a momento son Ciudad de México (35), Jalisco (12), Estado de México (2), Nuevo León (2), Veracruz (2), Baja California (1), Colima (1), Oaxaca (1), Quintana Roo (1), Sinaloa (1), Tabasco (1). Asimismo, un caso que se confirmó en Estados Unidos, con antecedentes de estancia en Jalisco. Hasta ahora, el virus se transmitía generalmente de animales a humanos sólo en algunos países de África Oc­cidental, pero ha pasado a decenas de países. El viernes pasado, la Agencia Eu­ropea del Medicamento dijo que había aproba­do el uso de una vacuna con­tra la viruela humana para usarla contra la viruela del mono. La vacuna Imvanex, de la empresa danesa Bava­rian Nordic, está aprobada en la Unión Europea desde 2013 para la prevención de la viruela. La OMS recomienda vacu­nar a las personas de mayor riesgo y a los trabajadores sa­nitarios que puedan estar ex­puestos a la enfermedad. ¿Qué panorama nos espera?

Dr. César Álvarez Pacheco

cesar_ap@hotmail.com

@cesar_alvarezp

Huatabampo, Sonora.

 

domingo, 24 de julio de 2022

Otra vez la inseguridad…

 


Antes, en las comunidades se respetaba a los médicos, a los sacerdotes y a los maestros. Ahora todos corren riesgo. El asesinato del médico, en El Salto, Durango, revivió la petición de cancelar el servicio social. Pronto otros estados por situaciones similares se manifestaron también en contra del servicio social de medicina, sobre todo en área de mayor riesgo.

La petición de varios médicos que manifestaron su rechazo a esta práctica ya bastante arcaica, fue rechazada porque el sistema de salud se resquebrajaría sin su apoyo. Lo más que ofreció el secretario de Salud fue evitar que se les envíe a zonas de riesgo. La falta de seguridad sin duda es un punto por el cual los estudiantes de medicina no quieran acudir a las zonas más remotas para realizar su servicio social. Y es que el servicio social es un pilar fundamental para el sistema de salud mexicano sobre todo para los que son Plaza tipo C; es decir, vivir las 24 horas en el centro de salud. Los Jóvenes egresados de las escuelas de medicina expresan que se niegan ir a ciertas regiones, no por falta de conciencia por la causa de los pobres, sino por la violencia y la falta de seguridad. La mala fortuna les dio la razón. La semana pasada fue asesinada una doctora en la Tarahumara y un pasante que hacía su servicio social en la sierra de Durango. La primera deja huérfana a una niña de cinco años, el segundo estaba por concluir su servicio social en 15 días. Los casos no son aislados. En Sonora una pasante de medicina el año pasado fue retirada de su comunidad por ser asaltada y golpeada por unos desconocidos que ingresaron por la noche y a la fuerza donde se encontraba la doctora. Por suerte no paso a mayores. En Chihuahua hubo protestas de las asociaciones de médicos que hicieron eco hasta Sinaloa ya que la doctora asesinada en dicho estado, era de Guasave. El caso del médico de Durango, las consecuencias son más directas. Los reclamos de estudiantes y médicos fueron más enérgicos, marchas y mítines. Los rectores de las universidades Autónoma de Durango y de la Universidad Juárez del Estado de Durango, anunciaron el retiro de sus médicos pasantes de sitios que no cumplan con la Norma Oficial de servicio social, sobre todo, en zonas de riesgo. La secretaría de salud local apoya esa decisión. La consecuencia, muchas comunidades aisladas carecerán de médico de primer nivel. Durante esa misma semana, estados como Guerrero, Oaxaca, y CDMX contaron con una nutrida asistencia a las manifestaciones y tomaron vialidades de mayor circulación. En Oaxaca la asociación estudiantil leyó sus peticiones a la Secretaria de Salud sin embargo no (quisieron) fueron escuchados. En CDMX el caso de una anestesióloga, residente del Hospital La Raza, fue detenida injustamente por llevar en sus pertenencias un medicamento “controlado” que precisamente este tipo de especialidad, es l que hace uso del mismo y que por costumbre, este grupo de especialistas siempre cuentan con uno a la mano, para subsanar precisamente las carencias del sistema de salud en hospitales determinados. Otros medicamentos con los que contaba eran analgesia, y medicamentos de uso común en un hospital y en un quirófano por supuesto.

Muchos conflictos se han suscitado los últimos meses en relación al tema médico, desde los médicos cubanos y el desplante a los médicos mexicanos, la oferta de plazas “temporales” en zonas remotas y el conflicto con los médicos pasantes del servicio social. Algunos estados habían estado ya modificando su operatividad como Sonora quien lo hacía de manera rotativa por cuatro meses en alguna comunidad rural, un Hospital de segundo nivel y finalizan en algún centro de salud urbano. La selección de plazas era de la misma manera solo cambiaba su ubicación. Esto se suspendió cuando llego la pandemia y se regresó al viejo modelo. ¿Es tiempo de cambiar el Servicio Social? ¿Es viable? Pienso que sí. ¿La inseguridad se va acabar? Por el contrario vemos que cada día nos azota más esta terrible “enfermedad” social y esto, no excluye ninguna profesión.

Dr. César Álvarez Pacheco

cesar_ap@hotmail.com

@cesar_alvarezp

Huatabampo, Sonora.

 

domingo, 17 de julio de 2022

Prevención de accidentes.

 


Una vez más nos encontramos en esa época del año que los estudiantes tanto esperan: las vacaciones. Aparentemente todo marcha sobre ruedas cuando de vacaciones se trata. Verano, descanso y algún viaje planeado podría estar esperando a las familias, pero es aquí donde el tema de salud cobra relevancia con las lesiones no intencionales y/o accidentes.

Las lesiones no intencionales o accidentales son un problema de salud pública importante en todo el mundo y México no es la excepción. Estimaciones recientes de la carga de la enfermedad demuestran que, por esta causa, se pierde un número inaceptablemente alto de años de vida saludable, ya sea por muerte prematura o por discapacidad. Según cifras oficiales, de 2010 a 2019 murieron en promedio 36 361 personas por accidentes en México y, según datos de la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición 2018-19, un total de 5.6 millones de personas sufren de al menos una lesión no intencional al año, 22% de ellas con consecuencias permanentes. La nueva agenda de desarrollo sostenible promovida por Naciones Unidas, a la que México se adhirió, incluyó metas relacionadas con la prevención de accidentes. Las lesiones no intencionadas afectan desproporcionadamente a distintos grupos de población, tales como menores de cinco años, personas adultas mayores, personas que viven con discapacidad o que tienen algún grado de rezago social. Estos grupos son considerados vulnerables porque tienen una mayor probabilidad de estar expuestos a riesgos específicos de lesiones no intencionadas y no cuentan con los recursos necesarios para enfrentar esta exposición, por ello, son personas que sufren consecuencias más severas. Se sabe que es en el hogar, lugar en el que paradójicamente se debería estar más seguro, en donde las lesiones no intencionadas ocurren con mayor frecuencia. Un estudio pionero identificó factores de riesgo en hogares de usuarios de servicios de urgencias. Cuando las y los niños juegan fuera de casa (p. ej., en el techo o patio), si la madre no está a su cargo o si la persona responsable de cuidarles tiene más de 40 años, el riesgo de que sufran un accidente es mayor. Otros riesgos de estructura o distribución de la vivienda, disponibilidad de dispositivos de seguridad y organización de miembros del hogar han sido documentados a nivel internacional y, para tipos específicos de lesiones, a nivel nacional. Recientemente la Secretaría de Salud, a través del Secretariado Técnico del Consejo Nacional para la Prevención de Accidentes (Stconapra), impulsó acciones específicas para prevenir cinco de las principales causas como parte del “Programa de Acción Específico: Prevención de Accidentes en Grupos Vulnerables”. Una estrategia fue la inspección de seguridad en espacios (p. ej., hogares, guarderías) en donde se desenvuelve la población vulnerable (p. ej., infantil, adultos mayores). Existe evidencia de la efectividad de estas intervenciones para mejorar el conocimiento, reducir la exposición a riesgos y disminuir los daños a la salud asociados. Previo a este esfuerzo, poco se sabía sobre el nivel de exposición a riesgos de accidentes al interior de hogares a nivel nacional, cuáles son sus factores asociados y cómo la exposición a estos riesgos se relaciona con la ocurrencia de accidentes.

El elevado número de riesgos observados en los hogares muestra la importancia de trabajar en materia de educación y promoción de la salud. Es evidente que la población desconoce el potencial dañino de estos riesgos, particularmente los relacionados con los hábitos de menores de un año al dormir, lo que podría explicar el alto número de niños que se lesiona o fallece por asfixia, por mencionar un ejemplo. Futuros estudios podrían documentar en qué medida las personas reconocen estos riesgos o las razones subyacentes al hecho de exponerse, o exponer a otros, a ellos. La prevalencia de accidentes es mayor a la documentada para población general y a la que vive en localidades con menos de 100 000 habitantes. También se documentó que tener una discapacidad incrementa el riesgo de sufrir lesiones. Esto es relevante si se considera que, de acuerdo con un estudio previo, la mayor parte de los países carecen de políticas nacionales sobre intervenciones clave para prevenir accidentes en población infantil. Impulsar estas políticas nacionales supone fortalecer con presupuesto y personal al área responsable. ¿Tendremos algunas políticas de este tipo en Sonora?

Dr. César Álvarez Pacheco

cesar_ap@hotmail.com

@cesar_alvarezp

Huatabampo, Sonora.

 

 

domingo, 10 de julio de 2022

La psicología de la salud laboral.

 


La situación provocada por la pandemia demanda abordar problemas nuevos que emergen en el escenario psicosocial laboral. Los riesgos biológicos y las condiciones de bioseguridad en el trabajo no son temas novedosos, pero, sin dudas, adquieren una relevante importancia en las circunstancias actuales.

Como ha reconocido la Organización Internacional del Trabajo, por situaciones similares anteriores, los lugares de trabajo son claves para prevenir y controlar la transmisión. Las medidas adecuadas de seguridad y salud en el trabajo pueden ayudar a contener la propagación de la enfermedad y, por tanto, proteger a los trabajadores y a la sociedad en general. Vivimos Actualmente una quinta ola de contagios, y vemos cómo han evolucionado las medidas actuales. La disminución en las restricciones, no es una invitación a continuar sin medidas preventivas, como por ejemplo el uso de cubre bocas en espacios cerrados. En las condiciones de la etapa post COVID, o de retorno a lo que se ha denominado una “nueva normalidad”, para trasmitir el regreso a una cotidianidad que apremia por ser rescatada, impera la necesidad de incorporar las medidas de bioseguridad de modo muy específico y permanente en todos los contextos laborales, vigilar el comportamiento cotidiano propio y del equipo de trabajo, reconociendo la vulnerabilidad por el peligro biológico latente y la protección como el único modo seguro de comportarse ante el mismo. En ese tenor, es un imperativo promover una cultura de bioseguridad en el centro de trabajo, incorporando las normas inherentes como parte del rol que se desempeña, para prevenir posibles brotes. Al respecto, se reconoce que el final de la pandemia, con menor número de fallecidos, solo será posible si la prevención de riesgos laborales funciona, lo cual no es una exageración si se comprende lo que representa en número la población laboralmente activa en un país y su potencial vulnerabilidad. Por otra parte, se plantea, que la prevención de riesgos laborales no se limita a la gestión de los equipos de protección individual y agregamos, el cumplimiento de los protocolos de bioseguridad, sino que también, y tan importante, incluye la monitorización de los efectos de los riesgos psicosociales laborales frutos del impacto de los cambios que han sucedido sobre la salud mental y física, como diversas son las situaciones actuales a las que debe responder la población trabajadora, por lo que se debe contextualizar en momento y lugar, con flexibilidad, creatividad y básicamente con competencias para la gestión de estos riesgos. No son iguales las exigencias para el personal que brinda un servicio que para el que está en una línea de producción, en zonas urbanas o rurales; para los que trabajan en espacios confinados, en oficinas o en espacios abiertos, los que su trabajo implica cercanía física, comunicación verbal cara a cara, etc. También se distinguen por otras condiciones más generales como modalidad de empleo, de contrato, de desarrollo socioeconómico y tecnológico, etc. No obstante, existen aspectos generales que pueden detectarse y hacia donde se deben dirigir acciones que, en sentido general, se encaminan a promover y mantener un ambiente de trabajo seguro con una cultura de protección de la salud y… del bienestar.

Se han revisado las publicaciones de las experiencias que se han obtenido de su curso en otros países. Inicialmente estas provienen de China, -puesto que ellos iniciaron con la pandemia- ante el impacto emocional en el personal de la salud que trabajó directamente con enfermos, y también aparecen los relacionados a los efectos del confinamiento en casa y orientaciones a los diversos grupos poblacionales para mitigar el daño. Se han observado, además, las medidas adoptadas por el país en esta área, así como entrevistas abiertas no estructuradas y observaciones participantes realizadas en nuestro contexto. La situación provocada por la pandemia ha impactado en todos los ámbitos de la vida y deviene también en un problema para la salud ocupacional. La psicología de la salud laboral como disciplina participa para atenuar las consecuencias psicosociales de la situación generada producto de las altas demandas psicológicas a que se expone el personal que trabaja de modo presencial, en las condiciones de riesgo biológico producto de la pandemia. La pandemia nos ha dejado muchas enseñanzas que aún se encuentran en estudio, pero también nos ha dejado otro tipo de daño colateral que no debe dejarse pasar. Veremos en un futuro inmediato.

Dr. César Álvarez Pacheco

cesar_ap@hotmail.com

@cesar_alvarezp

Huatabampo, Sonora.

 

domingo, 3 de julio de 2022

El otro extremo del estetoscopio.

 


La historia del hombre siempre ha estado acompañada de la comunicación, que ha sido esencial para su desarrollo. De este proceso, la comunicación verbal es la que tiene mayor importancia: impacta prácticamente todas las actividades del hombre. O ¿no?

En el tema que nos ocupa, comunicación en medicina, enfatizamos la comunicación médico-paciente, médico-médico y médico-equipo de salud. También en nuestra profesión, la comunicación verbal ha sido fundamental y debe reconocerse a este proceso como uno de los grandes retos y competencias que se deben dominar en la medicina moderna. Un alto porcentaje de las quejas médicas no corresponden al comportamiento profesional, sino a defectos en la comunicación en el transcurso de la atención médica: casi siempre se deben a una comunicación inadecuada en la relación médico-paciente, que con frecuencia deja al paciente insatisfecho y posiblemente, también vulnerable, por lo que el tema debe considerarse como de la mayor relevancia y trascendencia. Así mismo, la comunicación deficiente entre el personal de salud puede conducir a errores graves que comprometan la seguridad del paciente. Lo anterior es de tal importancia que en los estándares de certificación hospitalaria del Consejo de Salubridad General, la Meta Internacional para la Seguridad del Paciente número 2 se refiere a “mejorar la comunicación efectiva”, incluyendo la verbal, telefónica y electrónica. En el siglo pasado, diferentes investigadores se interesaron en estudiar los diferentes modelos de comunicación; por ejemplo, el modelo de Wilbur Schramm, en donde los autores hablan del circuito de la comunicación e introducen el fenómeno de feedback (retroalimentación). Consideran que el proceso de comunicación permite establecer relaciones entre personas que tienen en común una fuente, un mensaje y un destino. Más tarde salió el modelo de Charles Osgood, reconocido comentarista de radio norteamericano de los años 40; por su profesión, consideraba muy importante la comunicación de masas, en donde resaltaban los términos de codificar y descodificar. Algo así como un Pedro Pacheco, en Huatabampo; o un Jesús Balmaceda en Cd. Obregón. Si lo llevamos a la comunicación con los pacientes o el equipo de salud, se cumple con este proceso, por lo que podemos esperar respuestas variables que deberán ser tomadas en cuenta, pues cada paciente o persona interpreta a su manera la información recibida. Otra teoría de la comunicación es desarrollada por Riley & Riley, quienes promueven no la comunicación pasiva, sino la interacción entre el emisor y el receptor; aportan el concepto de grupo primario, que abarca una estructura social más amplia. Esto influye en la interpretación del mensaje que se les da a los pacientes. Lo anterior es historia; la comunicación moderna es directa entre personas o indirecta por el uso de la tecnología electrónica, telefonía, fax, correo electrónico y redes sociales. Los teléfonos inteligentes, llamados también smartphones, tienen una participación fundamental, ya que permiten a los usuarios acceder a información y comunicación móviles.

Hoy los pacientes tienen la posibilidad de recibir mensajes de sus médicos, pero debemos asegurarnos de que no vayan a malinterpretar el mensaje recibido; lo anterior puede suceder por comentarios de familiares o terceras personas. También la información obtenida con el uso del internet puede ser mal comprendida, y será necesario, en ocasiones, apoyar a los enfermos para aclarar la información obtenida. Es pertinente tener presentes algunas recomendaciones para disminuir el número de variables involucradas en estos procesos, por lo que es recomendable: disminuir la dificultad de los mensajes transmitidos utilizando mensajes simplificados y cortos, dar información ordenada y agrupada, dar instrucciones concretas y específicas, y no en términos abstractos y generales. El médico no puede pasar por alto que hoy la comunicación tiene muchas variables y variantes, y que cada vez es más aceptado por los pacientes el uso de los medios electrónicos en los diferentes dispositivos, por lo que el médico deberá estar familiarizado con dichas innovaciones en las que se utilizan diversos instrumentos y dispositivos que, si se emplean adecuadamente, facilitan la comunicación con el paciente; sin embargo, se debe asegurar no perder el sentido humano, como puede ser la despersonalización en la relación médico-paciente. “Las preguntas, las conexiones y los puntos en común son herramientas vitales para ayudar a su paciente para sentirse como una persona completa, y ayudarlos a recordar que usted también lo es”. -Marcus Engel, El otro extremo del estetoscopio.

Dr. César Álvarez Pacheco

cesar_ap@hotmail.com

@cesar_alvarezp

Huatabampo, Sonora.