El dengue es una
enfermedad de presentación mundial, es transmitida por los mosquitos del género
Aedes y es considerada un problema de salud pública. En el año 2012 el dengue
se catalogó como la patología viral transmitida por mosquitos más importante en
el mundo, siendo la de mayor prevalencia en los últimos 50 años. Y desde
entonces aquí en Sonora, es una enfermedad muy temida después del Covid.
Desde el punto de vista
endémico, México se encuentra en el cuarto lugar. Los brotes de esta enfermedad
significan una gran carga para las poblaciones, los sistemas de salud y
economías en la mayoría de los países tropicales del mundo. La transmisión se
encuentra delimitada por los serotipos presentes en una población, así como por
la inmunidad contra los mismos. Existe una correlación entre aspectos
biológicos, sociales, económicos, demográficos y ambientales que influyen en el
riesgo de infección. El factor climático, incluyendo la temperatura condiciona
de manera directa la reproducción y vitalidad del vector. El término cambio
climático se refiere a toda variación del clima (del valor medio o sus
propiedades) a lo largo del tiempo (decenios o períodos más largos). El cambio
climático también obedece tanto a causas naturales, tales como modulaciones de
los ciclos solares, erupciones volcánicas, como a la actividad humana, que
alteran la composición de la atmósfera global y se suman a la variabilidad
natural del clima. El calentamiento global obedece principalmente a la
producción de gases de efecto invernadero, derivado principalmente por el uso
de combustibles fósiles para las actividades humanas, cambios en el uso de
suelo y deforestación. En caso de que las concentraciones de estos gases no
disminuyan, en el 2050 la temperatura media global puede ascender desde 1.1 a
6.4° C provocando severas consecuencias. El deterioro de los ecosistemas, actúa
como causa y consecuencia directa e indirecta en la salud. Los componentes
mediados por el ecosistema son las enfermedades transmitidas por vectores,
infecciones transmitidas por agua y alimentos y calidad del aire, estos
fenómenos están relacionados con la permanencia de la epidemia del dengue y el
incremento de casos hemorrágicos graves. México es un país vulnerable ante el
cambio climático, como les sucede a otros países en desarrollo, debido a que la
inestabilidad económica y tecnológica, que no permite un adecuado afrontamiento
de estos sucesos. Durante el periodo 2020-2100, la temperatura en el país se
incrementará entre 0.5 y 4.8° C, además de que las precipitaciones disminuirán
en invierno hasta un 15% y en el verano un 5%, y el temporal de lluvias podría
retrasarse hasta el otoño. En conjunto, podrán presentarse eventos
hidrometeorológicos extremos (lluvias torrenciales, ciclones tropicales y
huracanes), inundaciones con riesgos a la salud por daños a los sistemas de
distribución de agua y drenaje, favoreciendo las enfermedades de origen
hídrico, sumándose sequías y olas de calor, siendo los grupos marginados en
pobreza los mayormente afectados. Con respecto al análisis de vulnerabilidad en
el país, presentado en la Estrategia Nacional de Cambio climático (ENACC) 2013
visión 10-20-40, se definieron como municipios de alto riesgo de desastre
aquellos con alta vulnerabilidad y alto riesgo de ocurrencia de eventos climáticos,
lo cual representa un 56.3% de los 2,456 municipios del país, que afectaría a
27 millones de habitantes. Por otra parte, el sector agrícola también podría
afectarse, destruyéndose grandes áreas de cultivo, especialmente cultivos de
temporal, poniendo en riesgo la seguridad alimentaria del país.
La temperatura óptima
de transmisión del dengue es aproximadamente 29°C, ya que la temperatura
ambiental influye en el ciclo biológico del mosquito, si dicha temperatura
promedio se aleja de esta temperatura óptima, incrementa la capacidad
reproductiva y vectorial. En cuanto a la esperanza de vida del mosquito, es
variable, con temperaturas mayores a 31°C se acelera su envejecimiento y
mortalidad, mientras que con temperaturas menores de 21°C es infeccioso por más
tiempo, debido a que el desarrollo y duración de vida son más largos. A
principios de este mes se lanzó una alerta epidemiológica por los casos de
Dengue en el municipio de Álamos, se mencionaba como un “brote explosivo” de
fiebre por Dengue con un alto riesgo de dispersión a otras localidades y se
atribuía a la falta de agua potable y que los residentes debían tener agua en
contenedores, facilitando la replicación y transmisión del mosquito como vector
de la enfermedad. Es necesario desarrollar mayores líneas de acción por parte
del sector salud para afrontar el efecto del cambio climático en la salud,
creando nuevas estrategias de adaptación, políticas y medidas preventivas, en
los diferentes niveles de atención, a su vez reevaluar los programas nacionales
existentes y establecer la reorientación de los mismos.
Dr. César Álvarez Pacheco
cesar_ap@hotmail.com
@cesar_alvarezp
Huatabampo, Sonora.
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