La primer vez que
llegue a un hospital, no estaba muy seguro de lo que me esperaba, aún me
encontraba en formación, sin embargo estudiar, leer y preparar tareas no era lo
único complejo de la carrera, lo mejor estaba por venir y bueno, para eso ya
estaba siendo preparado o ¿no?
La primer guardia que
tuve en un hospital fue en un servicio de Medicina Interna, había que realizar
muchos pendientes y tenía varios pacientes hospitalizados, mi horario de
entrada era a las 7:00am y el turno terminaba a las 15:00pm, siempre y cuando
terminara pendientes, pero, supongamos que sí, la guardia iniciaba a partir de
ahí y terminaba hasta la hora de salida del día siguiente, es decir, de 32 a 33
hrs corridas realizando labores en el hospital. Desde curaciones, consultas,
toma de estudios diversos, realizar notas en los expedientes y por supuesto,
acomodar las tantísimas hojas que se salían de la carpeta metálica. Pero ¿es
apto laborar y manejar pacientes después de tanto tiempo sin descanso? ¿Sin
dormir? En ocasiones ¿sin comer? O ¿ir al baño? ¿Usted con quien consultaría?
Con un médico ¿descansado? O ¿cansado? Veamos. La Norma Oficial Mexicana de
residencias médicas define al médico estudiante de posgrado como el que se
encuentra en proceso de formación para obtener el título de especialista. En
1990 se estableció una semana laboral de 80 horas (semanales) en cuatro
especialidades (Medicina Interna, Dermatología, Oftalmología y Medicina Preventiva)
con límites de guardia a cada tres noches. En 2001 se regularon las horas de
trabajo con la intención de proporcionar más contacto humano y condiciones de
trabajo seguras para los médicos residentes. En 2009 se anunciaron los
requisitos impuestos para todas las especialidades, incluida una semana laboral
de 80 horas, con un día de descanso cada siete días de trabajo y una longitud
máxima de trabajo de 24 horas por día (con seis horas adicionales para la
educación). Es muy relevante en la formación de los médicos residentes la
seguridad de sus propios pacientes. El Accreditation
Council for Graduate Medical Education aprobó la disminución de las
jornadas laborales a menos de 320 horas en un mes, lo que causó un gran debate;
aun así, en 2010 investigadores de la Organización de Institutos de Medicina, junto
con testimonios de organizaciones médicas, investigadores del sueño y
defensores de los pacientes, lograron el cambio más notable: que los horarios
de los médicos residentes no excedieran más de 16 horas de trabajo continuo y
se sugirió fuertemente la implementación de una “siesta estratégica".
Estas reglas se implementaron en julio de 2011 y la vigilancia de los médicos
residentes en adiestramiento se intensificó. La realidad actual muestra que en
los profesionales de la salud se registran jornadas laborales que exceden con
mucho las 48 horas semanales, que dictan las regulaciones acerca de horas de la
Comunidad Europea en el campo laboral general. También se exceden las
regulaciones de horas en campos no médicos como en transportistas terrestres
(conductores de camiones) y aéreos (pilotos de aviación). La preocupación por
la seguridad pública llevó a especificar límites de horas de trabajo para los
pilotos de líneas aéreas, conductores de autobús e ingenieros de ferrocarril,
en cambio, en los médicos residentes el promedio de trabajo a la semana todavía
está por encima de 80 horas a la semana, excediendo a algunos otros trabajos
que se consideran de riesgo público. Existe evidencia reciente en médicos en
proceso de adiestramiento que muestra una relación clara entre la privación de
sueño y los errores humanos, incluida la falta de atención en una tarea,
accidentes automovilísticos graves y errores médicos en el diagnóstico y el
tratamiento. Hay muchos ejemplos de accidentes industriales a gran escala,
automovilísticos o de aviación, en los que la privación de sueño o la fatiga se
identifican como factores contribuyentes importantes.
La mayoría de los
médicos residentes en sus guardias médicas duermen, en promedio, antes y
después de la guardia alrededor de 6 horas y 14 horas en los siguientes dos
días, cuando la mayoría de las personas necesita 8 a 10 horas antes de una
falta de sueño aguda y 16 horas posterior a ésta, o una hora de sueño por cada
dos horas despiertos, o nueve horas de sueño cada noche. Si no se cumple con
este régimen de sueño se adquiere una deuda de sueño que se debe pagar lo antes
posible. Pero eso aún no ha cambiado, usted a quien elegiría ¿un piloto de
avión desvelado, o descansado? En medicina es igual.
Dr. César Álvarez Pacheco
cesar_ap@hotmail.com
@cesar_alvarezp
Huatabampo, Sonora.