Desde el
principio de la vida, comer y nutrirse han sido fundamentales para el
desarrollo integral de la especie humana, siendo absolutamente necesarias para
su subsistencia. Sin embargo, en lo que respecta a la alimentación, engloba
aspectos más allá de lo biológico, se debe entender la alimentación como un
proceso que no se limita a la mera ingesta de alimentos sino que articula una
cadena de procesos que involucran la siembra, la cosecha, la distribución, la cocción
y la ingesta. Pero la cocciòn puede estar relacionada tambièn a otro problema.
Comprender
la enfermedad pulmonar asociada al humo de biomasa como un problema ligado
directamente a la alimentación entorno a la preparación de los alimentos,
permite una visión más amplia del problema y a su vez ofrece la oportunidad de
ser abordado desde un enfoque amplio que favorezca el entendimiento de este
fenómeno de manera integral, sin limitarla a la definición simplista de salud
como “ausencia de enfermedad”, aportando a la generación de nuevo conocimiento.
De manera tradicional, la Enfermedad pulmonar obstructiva crònica (EPOC) se ha
asociado principalmente al tabaquismo, lo cual, en ocasiones minimiza el
impacto de esta patología en personas expuestas de manera crónica a humo,
producto de combustión de biomasa, en especial mujeres y niñas que desde
temprana edad se encuentran desempeñando tareas domésticas como la cocina
durante varias horas al día enmarcado en un contexto cultural propio de las
comunidades rurales. De allí la
necesidad e insistencia sobre un abordaje de la problemática, de modo que se
permita, desde el consultorio, aportar soluciones que vayan más allá del
tratamiento de una enfermedad o posiciones prohibicionistas que trasgredan la
cultura material e inmaterial de las comunidades rurales, y a su vez, conlleven
al empoderamiento y dignidad de la mujer campesina. La enfermedad pulmonar
obstructiva crónica (EPOC) es la tercera causa de muerte a nivel mundial con
más de 3 millones de decesos por año, la cual afecta aproximadamente al 10% de
la población mundial, encontrando una prevalencia mayor en adultos mayores de
40 años. Se caracteriza por alteración de la dinámica de flujo de aire
pulmonar, difícilmente reversible, secundario a procesos de inflamación crónica
debida a alteración de la arquitectura broncoalveolar producida por exposición
a gases o material particulado. El tabaquismo está catalogado como la principal
causa de esta patología, con una prevalencia en adultos 23% de los cuales,
según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) el 80% reside en países
de ingresos medios o bajos, sin embargo, aproximadamente un tercio de los
pacientes diagnosticados con EPOC no han tenido exposición a humo de tabaco,
por tanto, se reconocen otras causas como lo es la exposición crónica a biomasa
tipo leña, carbón o estiércol, que son usados como biocombustibles en países
pobres para la cocción de alimentos o calefacción. El humo producto de la
combustión de biomasa está compuesto principalmente por monóxido de carbono,
óxido nítrico y sulfúrico, benceno, benzopireno, radicales libres, aldehídos y
de partículas de materia respirables, estas últimas son clasificadas según su
diámetro aerodinámico, encontrando las denominadas PM10 que corresponden a
partículas “gruesas” al tener diámetro de 10μm y las PM2.5 o partículas “finas”
de 2.5μm de diámetro, siendo las PM2.5 de particular importancia dada su
capacidad de daño a nivel distal de las vías aéreas incluidos los alveolos
pulmonares.
Ahora
bien, la EPOC, dado su carácter multifactorial, sus relaciones pulmonares y
extra pulmonares se posiciona como un problema social ampliamente complejo que
requiere de estrategias multidimensionales para el perfilamiento de pacientes
que permita, a su vez, el desarrollo de planes de manejo que permitan un abordaje
holístico e integral. Los datos dejan en evidencia la gran importancia que
tiene la EPOC asociada a la cocción de alimentos mediante combustión de
material de biomasa, en especial en mujeres de zonas rurales a nivel mundial.
Está clara la relación entre ambos elementos, sin embargo, existen vacíos de
orden multifactorial sobre cómo solucionar esta problemática. El enfoque de
investigación, pese al tiempo que requiere y la dificultad metodológica que
representa, ofrece una alternativa válida y pertinente de abordaje de esta enfermedad.
Las polìticas pùblicas sin embargo, resultan insuficientes para el contexto de
una enfermedad con alta heterogeneidad, en la cual, los entornos rurales, donde
hay mayor asociación al humo de biomasa, representan en sí mismos complejidad
adicional que debe ser tenida en consideración. Ahì pues.
Dr.
César Álvarez Pacheco
@cesar_alvarezp
Huatabampo,
Sonora.
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