domingo, 30 de enero de 2022

Ludopatía como problema familiar.





La popularidad y el acceso a los juegos de apuestas se ha incrementado significativamente durante las últimas dos décadas como consecuencia, entre otras causas, a la legalización de casinos y al aumento en publicidad y mercadotecnia de dichos juegos a través de todos los medios de comunicación. Los problemas que generan estos juegos requieren de una mayor atención ya que no solo ocurren en nuestro país, sino también en todo el mundo. 

Desde el punto de vista de la medicina, el foco de atención se extiende más allá del individuo en riesgo o el problema de salud, para abarcar la familia en su totalidad. El médico de familia, es el único especialista con un enfoque integral y preventivo, que por la continuidad y la perspectiva sistémica de la atención de los problemas que aquejan a sus pacientes puede ofrecer también atención a sus familias. En 1994, se crea un clasificación para aquellas personas que juegan y los dividieron en: jugador social, jugador problema, jugador patológico o ludópata y profesionales. El jugador problema tiene una forma de juego excesiva pero no cumple los criterios diagnósticos de jugador patológico con base en el Manual Diagnóstico y Estadístico de Trastornos Mentales. La ludopatía evidencia una falta de control de los impulsos, la cual se manifiesta en la incapacidad para dominar el deseo de apostar y como resultado, genera la destrucción de todo el capital económico, afectivo y social de una persona. Dentro de las causas de la ludopatía se han involucrado distintos mecanismos, como las alteraciones de las vías serotoninérgicas y noradrenérgicas, a través de niveles de activación y búsqueda de sensaciones placenteras, y de vías dopaminérgicas como explicación. Actualmente, incluso se menciona una implicación genética por la alta frecuencia de antecedentes familiares de ludopatía en personas con este problema. Otros investigadores señalan también factores sociales, ambientales y propios de la personalidad, tales como la tendencia a la ansiedad, depresión o dependencia; sin embargo, no se ha llegado a un consenso referente a la etiología del juego problema y/o patológico, basta con observar los diferentes criterios diagnósticos que se pueden encontrar en el DSM V. Lo que se ha observado es que los hombres tienden a jugar más por excitación y para ganar dinero, en tanto que las mujeres lo hacen para enfrentar problemas personales como la depresión o la soledad. Globalmente, se estima que la edad de inicio de los juegos de azar se presenta, en promedio a los 11 años. En México, la Federación Mexicana de Jugadores en Riesgo, A.C. (femejuri), reporta una prevalencia de juego patológico de alrededor de 5% en zonas de gran oferta lúdica, como es el caso de Nuevo León. La familia ludópata al igual que en otras adicciones, el juego patológico tiene repercusión en esferas relacionales más allá del paciente, es decir, en la familia, los amigos y el ambiente laboral. ¿Qué características dinámicas son concurrentes en las familias que presentan este tipo de conductas? Por lo general, las familias atrapadas en conductas adictivas muestran ciclos interaccionales de retroalimentación que mantienen dicha conducta. No es difícil observar que las personas ludópatas organizan su vida familiar en torno a este problema, incluso, que los familiares alientan consciente o inconscientemente su ludopatía, cubriendo tareas que el ludópata deja de efectuar o delegando tareas a otros familiares. Además, se ha identificado una relación entre el alcoholismo y los juegos de apuesta. 

En la familia, dependiendo del tipo de relación, puede haber mayor impacto en la pareja y los hijos que en el mismo jugador. La ludopatía es un diagnóstico que puede pasarse por alto frecuentemente en la consulta, por lo tanto, la detección temprana de la predisposición al juego es un área de oportunidad para el médico de atención primaria, antes de que emerja la patología plenamente. Durante la entrevista es imprescindible interrogar de manera específica sobre la existencia de este padecimiento y si hay una posible conexión con el motivo de consulta. En las últimas etapas el juego patológico, debe ser tratado como cualquier otra adicción. El tratamiento farmacológico no ha mostrado eficacia en casos en los que no hay algún otro problema acompañante como lo es la depresión; no obstante, en algunas investigaciones se demuestra una posible sinergia entre el tratamiento farmacológico y el psicológico cuando coexiste la depresión, es por ello que se suelen utilizar antidepresivos. En general, se debe tener la habilidad para divulgar la información, comunicar los riesgos de la patología, identificar grupos vulnerables, diseñar y formular políticas de prevención y plantear un tratamiento acompañando al paciente y a su familia.

Dr. César Álvarez Pacheco
cesar_ap@hotmail.com
@cesar_alvarezp
Huatabampo, Sonora.


domingo, 23 de enero de 2022

El hospital como referente.

 


La salud es concebida como un bien social y como un derecho humano, pero sin duda debe de trascender para que, en conjunto, las comunidades y las instituciones logren alcanzar este objetivo inalienable e imprescindible para el desarrollo de los pueblos.

Hoy las instituciones debemos de encaminar todos nuestros esfuerzos para poder acercarnos a la comunidad y no nada más a la que acude con nosotros, sino a toda ella, debiendo ser para ellos un hospital referente, un hospital que educa, y un hospital que influye en su desarrollo. El artículo 4 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos así lo confiere y en el Programa Nacional de Salud, se hace mención de la política en Salud: la prevención y promoción de la salud, el fortalecimiento de la infraestructura, la atención médica de calidad y calidez y el abasto de medicamentos, son actividades sustantivas de las organizaciones médicas que ofrecemos atención médica. Estas actividades se otorgan a la población por medio de los hospitales, centros médicos, institutos, clínicas y centros de salud y todas ellas deberán de ir encaminadas a poder cumplir con esos ejes rectores y son las instituciones, gubernamentales y no gubernamentales, el vehículo para que las políticas en salud puedan llegar a la población usuaria. La existencia de hospitales en nuestro país ha tenido una repercusión muy importante en su desarrollo. El hospital es una necesidad imperativa en la vida humana y tienen como responsabilidad el conservar, promover y mejorar la salud de la población. Todas las actividades de atención médica se orientan a reparar la salud, en el menor tiempo posible y al menor costo y aporta los mejores y mayores beneficios para el restablecimiento de la misma, tanto en casos sencillos como en patologías complejas. El hospital es una institución de compleja estructura administrativa que labora las 24 horas todos los días del año. Se dice que si los hospitales se orientan solamente a ver la calidad científica, pierde el sentido social y lleva a las organizaciones a desviar el sentido humano para lo que han sido diseñados, pero si pierde el sentido científico y humanístico y solamente se orienta a lo administrativo pierde la esencia para lo que ha sido hecho; es por esto que debe de haber equilibrio entre lo científico, la educación, la investigación y la administración. Se ha dicho que la administración de unidades médicas se puede realizar con base en el criterio. Sin embargo, puede ser que el criterio sea malo o bueno; en el primer caso sería un verdadero desastre para la organización el administrar y aplicar el criterio, pero si se aplica un buen criterio con base en una preparación previa, seguramente los resultados serán buenos. En la nueva economía, la globalización se ha tornado como un elemento nuevo en donde todas las organizaciones del planeta interactúan; esto no significa solamente el hacer negocios a través de las fronteras entre las naciones, significa también una mayor competencia para casi cualquier tipo de organización.

Los cambios tecnológicos han hecho que las instituciones se ajusten al nuevo entorno en el cual estamos envueltos, ya que el mantener la infraestructura tecnológica actualizada permitirá el desarrollo de la ciencia y la atención médica podrá tener un nivel muy aceptable que la población merece. Debemos recordar y no olvidar la alta responsabilidad social que tiene el sistema sanitario, continuar cumpliendo con los preceptos para lo que fuimos hechos; además de lo que hacemos diariamente, debemos salir de sus propias paredes y apoyar programas de y en la comunidad, logrando impactar en ella y tratar de modificar el estilo de vida de la gente. Como institución creada para atender a la gente un hospital debe continuar por el camino de la transformación, para esto debemos de empeñarnos en poner día con día nuestro mayor y mejor esfuerzo, insistir y comprometernos todos en que la institución sea referente y vigilante para llevar a cabo un impacto en la población de influencia; que la gente siempre vea hacia nosotros para buscar las respuestas a sus preguntas; considero que las condiciones están dadas y se requiere de la decisión de todos, despertar de ese letargo en que muchos de nosotros estamos, para poder ser una institución más activa, más referente que vaya verdaderamente a la vanguardia en el cuidado de la vida y poder convertir a la comunidad en una comunidad vigilante, promotora y activa en el cuidado de su salud al lado de nosotros. En los hospitales públicos hay mucho que dar, no todo es queja, no todo es desabasto ni cobros; existen diariamente casos de éxito que pasan desapercibidos. Contemos también lo bueno.

Dr. César Álvarez Pacheco

cesar_ap@hotmail.com

@cesar_alvarezp

Huatabampo, Sonora.

 

domingo, 16 de enero de 2022

El dilema del Vick VapoRub

 


En México ya comenzó la aplicación de la tercera dosis y se anuncia que será necesaria una cuarta, como ya se administra en Israel y otros países. Después, suponemos, vendrán la quinta, la sexta, la séptima y todas las que los sistemas de salud consideren necesarias, explicablemente espantados por la pandemia y sus efectos económicos, educativos, sociales y políticos.

Para los países pobres, México lo es, esa vacunación interminable es sencillamente incosteable, pero se plantea como indispensable. Lo peor es que muchos de los vacunados mueren abatidos por un virus que todavía no comprendemos del todo. Estamos sobre un escenario para nada sencillo, no sólo por las cifras de contagios de la nueva variante ómicron, que van subiendo como la espuma, ya que hay otras cifras, igual o más preocupantes, que están poniendo en jaque la estabilidad de las familias y ante las cuales es urgente tomar acciones. El avance imparable de la cuarta “ola” de covid vuelve a poner el foco en el dilema de proteger la economía o la salud pública con políticas de confinamiento. Las decisiones son cada vez más complejas para el gobierno porque el país afronta la peor escalada de contagios de toda la pandemia, a la vez que una recuperación amenazada por la desaceleración y el meteoro de la inflación. De cualquier forma, tienen tomada la decisión de privilegiar la primera por considerar que nadie aguantaría regresar al aislamiento como forma de frenar una enfermedad que, además, parece que llegó para quedarse. El gobierno no planea hacer ajustes a la estrategia anticovid, pese a que la velocidad de propagación de ómicron implique retos diferentes a las cepas anteriores. Su menor letalidad le permite recuperar la idea de la inmunidad de rebaño con que ha coqueteado en la crisis sanitaria, además, ahora, con 80 millones de vacunados, más las resistencias de los que ya se han infectado. En su agenda no se aprecia ninguna valoración de cómo enfrentar esta nueva etapa que, sin embargo, puede volver a poner contra la pared el sistema de salud por la acumulación de contagios y la demanda explosiva de atención médica. Es un error considerar la nueva cepa como una gripa y minimizar el riesgo de saturación de la red sanitaria. El gobierno federal ha desestimado correcciones al plan anticovid para evitar que la escalada de “positivos” termine por rebasar el sistema de salud. Esto es lo que tratan de evitar Tamaulipas o Baja California con una mayor supresión de actividades, al llegar a registrar más de 1,000 nuevos casos diarios.

Lo cierto es que la economía tampoco es inmune a la fuerte propagación, que se traduce en ausentismo laboral y más desabasto de insumos. Y sin programas de ayuda para que la industria o los servicios puedan amortiguar la nueva normalidad. Pero, sobre todo, sin que la estrategia actual de mitigación parezca ayudar a revertir la baja en la expectativa de crecimiento para 2022 ni lograr contener la preocupación sanitaria por un virus que nos acompañará a lo largo del año. Ésta es otra razón para ajustar el plan, por ejemplo, ampliando el alcance de la población vacunada, pruebas en fronteras y aeropuertos o escalonamiento de horarios laborales para reducir la población presencial en empleos y oficinas, así como desarrollo del home office, en donde por cierto, había funcionado bien. Los nuevos desafíos de la pandemia obligarían a revisar las estrategias sanitarias, aunque siga agilizándose la vacunación que, como acierto del gobierno, ha logrado extenderse a cerca del 60% de la población. No obstante que la exclusión de menores de 15 años de la vacuna preserva bolsones endémicos de contagios que nos harán convivir con el virus mucho más tiempo del que nunca hubiéramos querido. Hace unos días, el secretario de Salud, el médico Alcocer, se atrevió a recomendar en casos leves los tés, paracetamol y ungüentos como el Vick VapoRub, declaración que le costó casi un linchamiento, lo cierto es que los funcionarios actuales parecen dirigirse a una población (que de antemano saben) no tiene acceso a servicios de salud y normalizan hasta cierto punto la escases con un producto que si sirviera, estaría ya en el cuadro básico.

Dr. César Álvarez Pacheco

cesar_ap@hotmail.com

@cesar_alvarezp

Huatabampo, Sonora.

domingo, 9 de enero de 2022

La Enfermería y el avance en salud.

 


El perfil epidemiológico de la población se ha transformado vertiginosamente en los últimos 50 años. Las enfermedades no transmisibles como la diabetes e hipertensión, se han convertido en la causa de mayor número de muertes y discapacidades. México y Sonora, no son la excepción a este patrón.

Dicha transformación ha sido orientadora para determinar las necesidades a atender por los sistemas de salud en las próximas décadas. En el camino hacia la búsqueda de alternativas, se pueden destacar algunos acontecimientos globales como: la declaración de Alma Ata de 1978 liderada por la Organización Mundial de la Salud y el compromiso por el logro de la salud para todos en el año 2000 a través de la implementación de modelos basados en Atención Primaria de la Salud. Nos quedaron a deber; las reformas de los sistemas de salud en los años 1990´s motivadas por la búsqueda de metas de cobertura y eficiencia. Fue un logro  medias; los Objetivos de Desarrollo del Milenio en el año 2000, que tuvieron como propósito el desarrollo humano, y que logro un avance importante; los Objetivos de desarrollo Sostenible en el 2015, que buscaron dar continuidad a la agenda de desarrollo del 20005, los dos últimos, liderados por las Naciones Unidas y, la declaración de Astaná en el 2018, en la que se realiza un nuevo compromiso mundial por la Atención Primaria en Salud para el logro de la Cobertura Universal en Salud. En la articulación de respuestas a estos problemas, se resalta la participación protagónica de los recursos humanos en salud. A los problemas estructurales de los países, se suman los problemas coyunturales (como el Covid-19), cuya periodicidad se encuentra acotada frecuentemente a semanas o años, pero cuya intensidad evidencia la fragilidad de los sistemas en virtud de la velocidad de respuesta, la disponibilidad de recursos, la prioridad dada a la salud y los esfuerzos dirigidos a lograrla. Tanto los problemas estructurales como los coyunturales interactúan generando ciclos de presión sobre los sistemas de salud como el que hoy se vive, agudizando las realidades complejas que padecen particularmente, los países en desarrollo (pobreza, enfermedad, barreras de acceso a la salud, bajo nivel educativo, empleos precarios, pobreza, etc.). Un factor determinante para ofrecer una respuesta eficiente, es la generación de nuevos modelos de atención. El ímpetu para llevar a cabo el cambio hacia el modelo requerido, depende en gran medida, de los recursos humanos con los que se cuenta. En este punto, el personal de enfermería representa un recurso clave para el logro de modelos de salud. Este es sin duda, un momento crucial para que la enfermería asuma el liderazgo de diseñar, dirigir y evaluar estrategias a partir del desarrollo del rol ampliado y la práctica avanzada de enfermería en el marco de la atención.

Al tiempo que se transforma el perfil epidemiológico, las poblaciones se envejecen, los determinantes de la salud se agudizan y las necesidades aumentan. La respuesta a estos cambios requiere de personal con capacidad de adaptación e innovación, que considere las propuestas globales y las ajuste a las realidades locales. Personal con niveles óptimos de entrenamiento, distribuido según sus capacidades y las demandas de atención. En México, el personal de enfermería avanza decididamente hacia su profesionalización, con mayores niveles de formación y con la expansión de su rol en el sistema de salud. Es fundamental considerar estos aspectos para definir la fuerza laboral que se requerirá en el futuro no sólo en relación con la cantidad de enfermeras a formar, sino en relación con el nivel de capacitación que será necesario lograr. A pesar de los grandes avances de la enfermería mexicana hacia su profesionalización, continúan existiendo retos por asumir: crear nuevos y mejores espacios de autonomía de práctica y liderar procesos regulatorios para éstos, promover la participación protagónica de sus miembros en decisiones de política, generar evidencia que respalde su quehacer y consolidar su liderazgo dentro del equipo de salud. El problema coyuntural por la Covid-19 que actualmente vive el mundo y en particular México, ha hecho visible a participación destacada del personal de enfermería en todos los niveles de atención, este hecho abre una ventana de oportunidad hacia el liderazgo que la enfermería continúa desarrollando. Es de vital importancia retomar con decisión estas oportunidades y continuar las transformaciones requeridas en pro de este grupo ocupacional y de la población que cada vez más, demanda servicios que integren la calidad científica con la calidad humana, una combinación que puede y debe ser equilibrada por el personal de enfermería. El pasado 6 de Enero fue, el día de la enfermería en nuestro país y a partir de ese día, el personal de salud puede hacer mucho para mantener a flote el sistema de salud. En hora buena.

Dr. César Álvarez Pacheco

cesar_ap@hotmail.com

@cesar_alvarezp

Huatabampo, Sonora.

 

 

domingo, 2 de enero de 2022

¿Qué esperar del próximo año?

 


Los protocolos de bioseguridad son la máxima prioridad para todos los profesionales de la salud. Es importante equilibrar los protocolos de seguridad mundiales, el momento para realizar la cirugía y las consultas médicas, ajustando nuestra práctica a esta era con nuevas enfermedades y tecnologías disponibles para mantener sanos a nuestros pacientes y a nosotros mismos. ¿Es mejor la atención hoy que antes?

La pandemia de COVID-19 es una crisis sin precedentes y ha cambiado nuestra práctica diaria. Debemos utilizar nuestro conocimiento y las tecnologías disponibles para brindar nuevas estrategias para proteger y cuidar a nuestra comunidad. Nos enfrentamos a un nuevo desafío en la atención médica de nuestros pacientes, asegurándonos de que estén sanos al igual que nosotros. A más de un año del inicio de la contingencia por la pandemia de COVID-19, los protocolos implementados a nivel hospitalario, si bien no han sido infalibles o perfectos, sí han sido perfectibles y con resultados aceptables hasta el momento. El número de pacientes y familiares positivos a la prueba de PCR aplicada previo a su ingreso, corresponden a la forma de comportamiento de la curva epidemiológica de la población mexicana en general. Caras vemos, prueba positiva o sabemos. Por lo anterior todo el personal hospitalario debe de contar con equipo básico de protección como cubre bocas y tener disponibilidad de jabón en los lava manos y sanitas para secarlas de manera adecuada y evitar la propagación de algún patógeno. Lo cierto es que o siempre se sigue las reglas al momento de la protección personal, la resistencia de parte de algunas ideologías renuentes al cambio y el desconocimiento hacen más difícil llevar a cabo estrategias de prevención sobre todo centradas en el bienestar del paciente. Los médicos residentes y los rotantes desempeñan un papel importante en el equipo de atención médica, especialmente durante una crisis como la pandemia de COVID-19. Sin embargo, su programa de formación habitual también se ha ido adaptando debido a los nuevos retos a los que nos enfrentamos. Aprovechamos las tecnologías como oportunidad educativa creando webinars diarios, actividades de investigación, seminarios en línea, discusiones de casos, simulaciones y pruebas. El personal rotatorio de enfermería no es la excepción, desempeñan u papel fundamental en la atención hospitalaria y se ha venido adaptando  la nuevas estrategias y dado que su formación se centra en el paciente, siempre está, tutorizados por un personal encargado de área. Enfermería sin duda es la base de una atención en todo hospital. Por otra parte, el desarrollo acelerado de la comunicación creó un nuevo término en medicina llamado “telemedicina “y que recientemente se puso de moda al ser “descubierto” por el diputado del PRI en el congreso de Sonora. Lo cierto es que el diputado no tiene ni la menor idea de la atención de su estado y en vez de legislar para que los hospitales tengan un abasto de medicamentos adecuado, le parece mejor figurar para vender espejitos. La telemedicina se utiliza para hacer referencia al uso de los servicios de tecnología y la telecomunicación con la salud. La prestación de atención clínica de un médico a un paciente con una ubicación geográfica diferente, es necesaria y relevante, sin embargo necesitamos en el estado mejorar en cosas y situaciones básicas para poder avanzar conforme a normativa.

Lo cierto es que la pandemia nos vino a cambiar en muchas cosas la cotidianeidad no solo a nivel de atención médica sino en todos los niveles. ¿Qué esperar el próximo año? Que se avance en tener más hospitales, centros de salud, clínicas y unidades médicas familiares, equipadas y con personal médico suficiente que atienda a los pacientes que tienen que levantarse muy temprano para formarse y poder obtener una cita médica. Por esta situación muchos optaron mejor por ir a los consultorios de las farmacias. Que el sector público de salud cuente con los aparatos médicos más modernos y los insumos para laboratorios que son vitales para detectar, prevenir, controlar y curar cualquier enfermedad. Se requiere que todos los pacientes tengan acceso a ellos, y no sólo unos cuantos. Que haya abasto puntual de todas las medicinas e insumos en los hospitales del país. Este tema se ha convertido en un auténtico dolor de cabeza para el presidente  y para quien padece de la falta de medicinas. Que la gente tome conciencia del autocuidado de su salud, que haga actividad física y evite comer alimentos ultra procesados. México ocupa los primeros lugares mundiales en obesidad. Este próximo año les deseo el mayor tesoro que podemos tener: Salud.

Dr. César Álvarez Pacheco

cesar_ap@hotmail.com

@cesar_alvarezp

Huatabampo, Sonora.