El inicio de la
pandemia por Covid-19, obligó a medios de comunicación voltear a ver temas de
salud y científicos, que estaban olvidados y ahora deben ser considerados como
una prioridad, pues además del coronavirus, la humanidad puede verse atacada
por nuevas enfermedades en el futuro. Lo anterior fue dado a conocer en uno de
los foros en la FIL de Guadalajara la semana pasada con un panel de expertos,
entre ellos Julio Frenk Mora, y que la verdad me habría gustado estar presente.
El gobierno federal ha
desatendido sectores fundamentales para el crecimiento y bienestar del país y
ha impuesto programas que han propiciado una regresión en materia de salud,
educación y economía, consideraron especialistas en la mesa: “El futuro de la
sociedad” del “Foro Nexos” México, un presente en busca de futuro, que se
desarrolló en el marco del programa FIL Pensamiento. Una de las panelistas, la
economista Valeria Moy señaló que, aunque la presencia de COVID-19 vino a
complicar la economía del país y del mundo, en México, pese a que hay registro
de indicadores de recuperación, a casi dos años de iniciada la pandemia hay un
déficit de al menos 2 millones de personas que no logran conseguir un empleo
formal. En su opinión el empleo formal e informal se recuperó a niveles
existentes a febrero de 2020, pero la calidad de esos trabajos no era buena, ya
que 85 por ciento de todos los empleos creados en 2021 están en el sector
informal; en 10 de los 33 estados el cien por ciento de los empleos recuperados
son informales. En contraparte la recuperación del trabajo formal ha sido
desigual, pues estos se registran en los estados con amplia actividad turística
y a los que están vinculados con las cadenas de producción en Estados Unidos. En
cuanto a la política social señaló que el presidente desperdició la esperanza
de primero los pobres y de hacer un país más justo y destacó el incremento del
salario mínimo como una buena estrategia para recuperar de manera temporal los
salarios, un aliciente para la clase media pero no precisamente para los pobres
a quien la inflación ahogará sobre el salario mínimo. Sin embargo, la
desconfianza del mandatario a lo que tuviera que ver con los sexenios previos
lo llevó a cometer errores como eliminar programas sociales como Prospera, el
Seguro Popular y las estancias infantiles. Por su parte el médico y ex
secretario de Salud, Julio Frenk Mora consideró que en estos tres años ha
habido una regresión en los derechos fundamentales de salud y seguridad social
con la desaparición del Seguro Popular que fue sustituido por el Instituto de
Salud para el Bienestar que otorga atención de primer nivel pero no
especializada, aunado a la falta de compra de medicamentos que ha afectado a
miles de personas en todo el país y que ha hecho que aumente hasta en 400 por
ciento el gasto de las familias en temas de salud. Recordó que en 2018, el
presidente prometió elevar el gasto en salud a más de uno por ciento del
Producto Interno Bruto, pero no solo no ha cumplido, sino que el presupuesto de
este sector ha seguido disminuyendo. Precisó que de acuerdo a la Organización
para la Cooperación y el Desarrollo Económicos en México hubo un exceso de
mortalidad de enero de 2020 a julio de 2021 de 54.8 por ciento, que es el más
alto en los países miembros de esa organización y del mundo, la mayoría de
ellos por COVID-19, pero sobre todo “por la errática respuesta a la pandemia”
que derivó en otros problemas médicos.
Consideró que el
gobierno mexicano está obligado a recomponer el programa de vacunación
universal, restablecer el sistema de compras consolidadas de medicamentos, pero
ya sin el seguro popular, y aprovechar “la profunda crisis para erigir un
sistema de salud verdaderamente universal garantizando mismos derechos a todas
las personas”, independientemente de su ocupación. El escritor y experto
en educación señaló que la mejora en la enseñanza dejó de ser preocupación ya
que con su política de austeridad suprimió 16 programas federales, entre ellos
las escuelas de tiempo completo, además de que los recursos para actividades
del sector educativo disminuyeron para fortalecer en exclusiva los programas
dirigidos por el presidente. Recalcó que con el presente sexenio comenzó una
época de regresión en la educación nacional, pues no hay ningún proyecto para
desarrollo educativo, y todo se reduce al otorgamiento de becas. “No hay un
espacio para mejorar los indicadores en educación, y el presidente ha buscado
implementar su política, su acción más importante con las becas, pero hay un
rechazo a las élites intelectuales y clases medias, un rechazo de toda forma de
ilustración y este oscurantismo ha conducido a darle la espalda a la
educación considerando que talento y la inteligencia son virtudes
neoliberales”, concluyó. Tiene razón.
Dr. César Álvarez Pacheco
cesar_ap@hotmail.com
@cesar_alvarezp
Huatabampo, Sonora.
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