Actualmente la
población en Sonora, enfrenta serios retos en salud pública. Uno de los retos
más importantes es la transición demográfica y epidemiológica de la población,
que implica la creciente tendencia hacia población más envejecida que demanda
principalmente atención a enfermedades crónicas no transmisibles como la
diabetes, hipertensión arterial, dislipidemias, por mencionar algunas, las
cuales implican una elevada carga económica para los propios sistemas de salud
y para los pacientes; mientras que la prevención y la atención a enfermedades
transmisibles (infecciosas) conocidas y emergentes permanecen también como un
reto importante que no debe descuidarse, estos retos son pocos de los muchos a
los que se enfrentan las nuevas autoridades en nuestro estado.
Como respuesta social
organizada a las demandas de salud de la población están los sistemas de salud,
que la Organización Mundial de la Salud define como “todas las actividades cuyo
objetivo principal es promover, restaurar o mantener la salud”. Los sistemas de
salud son estructuras dinámicas en continua operación, desarrollo y evolución
que, de acuerdo con la OMS, se organizan en cuatro funciones básicas: rectoría
(concepto relacionado con gobernanza), financiamiento, generación de recursos y
provisión de servicios de salud. Esas cuatro funciones se articulan e
interrelacionan para cumplir con tres objetivos fundamentales: mantener o
mejorar las condiciones de salud de la población, garantizar una óptima
capacidad de respuesta (“trato adecuado”) y asegurar la protección financiera a
las personas. Ante los retos mencionados anteriormente y como un determinante
social de la salud, los sistemas de salud requieren un continuo fortalecimiento
y optimización en sus procesos, con miras a mejorar su desempeño y eficiencia,
de modo que se garantice la salud de la población de una manera equitativa,
pero además eficiente, es decir, con el óptimo uso de recursos financieros,
materiales y humanos, asegurando la cobertura universal, que se ha definido
como la situación en que “todas las personas reciben los servicios sanitarios
de calidad que necesitan sin que ello les suponga dificultades económicas”. En
este contexto, es necesario comprender las actividades que desempeñan los
sistemas de salud, así como sus cualidades esenciales con fines de analizar su
desempeño e identificar oportunidades para su mejora. Es Decir, no son las
mismas necesidades en el sur como Huatabampo y Etchojoa, como con Nogales o
Agua Prieta, por mencionar algunos ejemplos. Las nuevas autoridades deberán
estar conscientes de las necesidades más urgentes sectorizar servicios y
priorizar situaciones. Un diagnóstico situacional completo para partir de ahí. De
acuerdo diversos autores de mejoras en sistemas de salud, la modulación del
sistema de salud implica “establecer, implantar y monitorear las reglas del
juego para el sistema de salud, así como imprimir en el mismo una dirección
estratégica”. Además, sugieren que la modulación debe estar orientada a
asegurar la transparencia en las relaciones o transacciones que se tienen entre
los actores de los sistemas de salud, por lo que debe estar a cargo de
instancias de carácter público e imparcial. Estos autores identificaron cinco
subfunciones básicas de la modulación: desarrollo del sistema, coordinación,
diseño financiero, regulación y protección al consumidor.
El financiamiento es
una de las funciones esenciales de los sistemas de salud. Esta función básica
se refiere a los mecanismos que debe llevar a cabo un sistema de salud para
poder financiar el logro de sus demás funciones, como las administrativas, las
gerenciales o de rectoría, la provisión de servicios de salud y la generación
de recursos, para así poder lograr las metas y objetivos. En el financiamiento
de los sistemas de salud existen tres pasos importantes: la recaudación de
fondos, la mancomunación y la contratación o compra de servicios. Estos
mecanismos son necesarios para lograr el financiamiento de servicios personales
y no personales de salud, y así conseguir la cobertura del pago de sueldos del
personal que labora en el sistema, el mantenimiento de las instalaciones e
infraestructura, el pago por servicios, la compra de materiales o insumos
necesarios para la atención a la salud (por ejemplo, medicamentos y
dispositivos médicos), el pago por otros servicios como subrogaciones, el
desarrollo y la capacitación de recursos humanos, etcétera. Existen diferentes
formas de recaudación de fondos por medio de los sistemas de salud y estas
dependen de su estructura o modelo de funcionamiento. Las nuevas autoridades
deben saber cómo lograr un sistema de salud de calidad y exitoso, innovar ya
que no hay rectoría en cuanto a INSABI y sobre todo ser muy sensibles en la
población que solicita los servicios.
Dr. César Álvarez Pacheco
cesar_ap@hotmail.com
@cesar_alvarezp
Huatabampo, Sonora.
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