Quienes hayan salido de vacaciones de verano o vayan a hacerlo tienen
una gran responsabilidad social. Porque no se trata sólo de que se contagien
quienes viajan, sino también sus familiares y compañeros de trabajo una vez que
se reincorporen a sus actividades. Y es que el semáforo epidemiológico de
covid ha sido un tanto confuso, la semana pasada cambiamos en Sonora a color
naranja, pero sabe a rojo dada la ocupación hospitalaria, pero se ve como verde
ya que la ciudadanía minimiza el riesgo latente.
La tercera ola de covid-19 crece y avanza muy rápido en los estados
porque en su gran mayoría se trata de casos de la nueva variante Delta. Por
ello, en Sonora, la capacidad hospitalaria se va agotando con mayor rapidez, al
grado de que la ocupación supera 60 por ciento. En rojo tenemos a
Hermosillo, Cajeme, Guaymas, Nogales, San Luis y Navojoa según datos de la
Secretaría de Salud, con hospitales saturados y poca disponibilidad de camas
con ventilador. Al mismo tiempo nos encontramos en verano, en donde las familias
quieren vacacionar como si no estuviéramos en pandemia. Fiestas cada fin de
semana, las playas abarrotadas (sobre todo las del sur del estado) población
sin cubrebocas y con un próximo regreso a clases en donde la mayoría de los
padres y madres de familia, se encuentran temerosos de que pudieran contraer
este despiadado virus. Este 27 de julio se publicó en el Diario Oficial
de la Federación el Acuerdo por el que se da a conocer el medio de
difusión de la nueva metodología del semáforo por regiones para evaluar el
riesgo epidemiológico que representa la enfermedad grave de atención
prioritaria COVID-19. Con este acuerdo se deja sin efectos la metodología
establecida en el Anexo Semáforo por Regiones del Acuerdo publicado
el 14 de mayo de 2020 en el Diario Oficial de la Federación.
También se establece que la nueva metodología del semáforo se difundirá en la
página https://coronavirus.gob.mx/semaforo
Como se indica en el sitio correspondiente, el semáforo no representa
integralmente la epidemia, sino que a través de él se seleccionan una serie de
indicadores que orientan sobre su intensidad, la capacidad de respuesta a la
misma y la estimación del riesgo de reducir o incrementar la actividad de la
epidemia en el nivel estatal durante el proceso de reapertura de la economía
formal e informal, así como de las actividades sociales. En el documento
destacan cuatro fases de riesgo epidemiológico identificadas por colores, desde
el verde, que permite una movilidad sin restricciones, pasando por el amarillo,
que admite una disminución ligera en el espacio público; el naranja, que tiene
por objeto reducir la movilidad comunitaria y la indicación deseable de quedarse
en casa y, finalmente, el rojo, cuya indicación es la de no salir de casa, a
menos que sea indispensable. Un aspecto que debe advertirse de la información
que proporciona el sitio es que establece como medidas básicas de prevención
para todos los niveles de riesgo previstos en el semáforo el lavado de manos
con agua y jabón; la limpieza y desinfección de objetos de uso común; mantener
la sana distancia; la etiqueta respiratoria, es decir, cubrir nariz y boca con
el ángulo interno del codo o con un pañuelo desechable y, finalmente, en caso
de presentar síntomas de Covid-19 y no formar parte de un grupo vulnerable ni
tener indicios de dificultad respiratoria, recuperarse en casa.
El uso del cubrebocas,
que junto con la vacunación ha sido establecido por la Organización Mundial de
la Salud como la medida idónea para la prevención de contagio por Covid-19, no
se encuentra previsto por nuestras autoridades como una medida básica de
prevención y solamente está sugerido como una actividad que podrían implementar
los estados de acuerdo al nivel de riesgo previsto en el semáforo,
estableciendo como recomendable su uso para los niveles verde y rojo, mientras
que en los niveles amarillo y naranja se propone su empleo obligatorio. En
verdad algo incomprensible para su servidor, dado que, para los expertos su uso
tendría que ser indispensable en todo momento, es decir, en cualquier nivel,
pero, en todo caso, obligatorio en el semáforo rojo. Algo en lo que coinciden
autoridades federales y expertos nacionales e internacionales es que la
aplicación de la vacuna no impide el contagio de Covid-19, lo que hace es
reducir el riesgo de muerte, sin embargo, eso no disminuye la comorbilidad
derivada de otras situaciones de salud. Ante este panorama, le recomiendo que
no baje la guardia, que tome en consideración las medidas básicas que el
gobierno federal ha determinado y que atendiendo a las recomendaciones de los
organismos internacionales y de los expertos en materia epidemiológica, utilice
su cubrebocas en cualquier espacio público si tiene la necesidad de abandonar
la seguridad de su hogar.
Dr. César Álvarez Pacheco
cesar_ap@hotmail.com
@cesar_alvarezp
Huatabampo, Sonora.
No hay comentarios:
Publicar un comentario