domingo, 25 de julio de 2021

The Lancet, en la mañanera.

 


The Lancet, una de las revisas más prestigiosas del mundo médico, publica semanalmente información de interés en artículos, ensayos, noticias, y datos de relevancia para la salud pública. Este tipo de revistas médico científicas son referencia para el personal de salud a nivel mundial, que va desde investigación en enfermedades diversas, hasta aprobación de vacunas contra el covid19.

En su último número The Lancet publica una narrativa a través de su colaborador, David Agren sobre un tema que  todos preocupa no solo a nivel nacional sino internacional: La falta de medicamentos en el país. Y es que no es que Lancet sea “golpista”, sino que basta con ser o tener un familiar que tenga la necesidad de algún medicamento en desabasto para comprender el problema. La investigación no tiene desperdicio ya que Agren ahonda desde la falta de medicamentos oncológicos (que no son los únicos en desabasto, by the way) hasta comparativos con años anteriores en cómo hemos disminuido la calidad de la atención y abasto en medicamentos contra la diabetes o incluso vacunas, como la BCG (tuberculosis) que se aplica al nacimiento. El titulo dice “Falta de medicamentos en México” y prosigue con un subtítulo en donde reza: “Muchas recetas están sin surtir debido a la escasez de medicamentos en México. El Presidente López Obrador ha culpado a la corrupción, pero los analistas dicen lo contrario”. Y como no, si la filosofía (que cae en lo comunista) del presidente es: “O estás conmigo, o estás contra mí”. Pero la verdad es que  los familiares e incluso un colectivo de ONG denominado: Cero Desabasto, tienen otros datos; veamos. La investigación menciona que México ha sufrido continuamente la escasez de medicamentos contra el cáncer durante los últimos dos años debido a que el residente quiso “modernizar” el proceso de adquisiciones de medicamentos ya que consideró que existía corrupción y precios excesivos en los mismos. La escases no solo incluye a las quimioterapias sino medicamentos básicos como metformina, insulina y vacunas. La organización “Cero Desabasto” investigó la causa de la escases desde el robo de inventarios en hospitales públicos hasta documentos en donde muestra como una institución como el IMSS, que atiende al 51% de los mexicanos no pudo surtir el 2% de sus recetas durante el 2019, sin embargo este porcentaje aumentó a 8% en el 2020. Las vacunas también disminuyeron; el número de vacunas administradas durante el 2020 para la tuberculosis disminuyo en un ¡92%! En comparación con el 2019, para tétanos en un 81% y para virus del papiloma humano en un 73%, de acuerdo a información de Cero Desabasto. Ellos comentan que la falta de se debió principalmente a la falta de adquisición de biológicos por este gobierno. El presidente ha mencionado que está interesado en resolver el desabasto pero esto aún no se ha logrado. En el texto hablan también de un personaje al que llaman: “El zar del coronavirus”, y se refieren al subsecretario y su controversial declaración: "Vemos esta idea de los niños con cáncer que no tienen medicamentos cada vez más posicionada como parte de un campaña... de la derecha internacional, grupos que buscan crear esta ola de simpatía en los mexicanos con una casi visión golpista”. Los analistas atribuyen la escasez a falta de planificación, las complejidades de la adquisición de productos farmacéuticos, y pasando por alto las dificultades de distribución.

En 2019, López Obrador mencionó la compra consolidada de medicamentos, que fue realizada previamente por el IMSS. Más tarde transfirió la responsabilidad al Instituto Nacional de Salud y Bienestar (INSABI), el nuevo programa de salud para población abierta sin seguridad social. El gobierno mexicano también firmó un acuerdo con la Oficina de la ONU para Servicios de proyectos (UNOPS) en julio de 2020, para ayudar en el proceso de adquisiciones. “Esto significa que vamos a obtener medicamentos de países alrededor el mundo, medicamentos de buena calidad en precios bajos y sin corrupción”, aseguró el ejecutivo. "INSABI se jacta de que está ahorrando dinero cuando lo que está pasando es que no está comprando”, dijo Xavier Tello, un consultor de salud mexicano. Lo lamentable es que familiares con pacientes con cáncer han enfrentado grandes dificultades incluso ha surgido ya en el mercado negro la venta de medicamentos oncológicos como la ciclofosfamida a quien ha tenido que recurrir para administrarla a sus pacientes. La revista desnuda la falta de medicamentos en el país, veremos en las mañaneras seguramente una denostación a la investigación o como dijo el Secretario de Salud: “son declaraciones validas, pero exageradas”. Lamentable.

Dr. César Álvarez Pacheco

cesar_ap@hotmail.com

@cesar_alvarezp

Huatabampo, Sonora.

 

 

domingo, 18 de julio de 2021

Educar para la salud.

 


La familia, la escuela y los sistemas de salud fungen como factores protectores si el individuo encuentra en ellos seguridad, apoyo e información que le permita tomar decisiones que beneficien su calidad de vida; sin embargo, esto no está ocurriendo en la sociedad contemporánea, la cual se considera de riesgo. Inseguridad, falta de infraestructura y consecuencias de la “nueva normalidad” son variables determinantes para pensar en dejar niños en una guardería ¿o no?

México está dentro de los primeros cinco lugares en sobrepeso y obesidad infantil y ocupa el segundo lugar en la de adultos, lo cual representa un factor de riesgo, ya que reduce la esperanza y calidad de vida al producir enfermedades como diabetes, hipertensión arterial, dislipidemias y problemas psicológicos. A nivel mundial, la anorexia y la bulimia se encuentran entre los trastornos alimentarios que van en aumento. El manejo de emociones es uno de los aspectos básicos que garantizan la salud, sin embargo, algunos niños y adolescentes tienen dificultades para lograrlo y generan conductas autolesivas, depresión, ansiedad, estrés o adicciones. La depresión es un trastorno mental que afecta el desempeño familiar, escolar, laboral y social de la persona que la padece y su aparición en edades tempranas se considera un factor de riesgo de comorbilidad en la edad adulta. Actualmente, las lesiones autoinfligidas se encuentran dentro de las tres primeras causas de mortalidad en el grupo de 15 a 24 años, lo que representa más de la mitad de las defunciones totales de este grupo. La dinámica familiar y escolar se ve afectada por el consumo de sustancias nocivas para la salud como tabaco, alcohol o drogas (marihuana, inhalables, tranquilizantes y cocaína) que se presenta desde edades tempranas y el acoso escolar o bullying que afecta la salud física y emocional de los agresores, las víctimas y los espectadores. Otra variable que afecta esta dinámica es el manejo inadecuado de niños y jóvenes con trastorno por déficit de atención e hiperactividad, ya que representa uno de los motivos de consulta más frecuentes en la especialidad de psiquiatría infantil y se estima que tiene una prevalencia aproximada del 5%. Frente a este panorama epidemiológico, los responsables de la salud requieren impulsar programas preventivos que permitan el desarrollo de conductas y hábitos saludables desde la infancia para evitar conductas de riesgo a lo largo de la vida. Con esto se lograría contribuir al control y prevención de las enfermedades crónicas y disminuir algunos de los problemas sociales. La resiliencia es la capacidad de los seres humanos de afrontar las adversidades superándolas, resurgiendo, adaptándose y reconstruyéndose para fomentar un desarrollo psicológico y social exitoso. Al ser un proceso dinámico, esta se puede enseñar en cualquier momento del ciclo vital para lograr un equilibrio entre la personalidad del individuo, los factores de riesgo y los factores de protección. Por todo lo anterior, se debe priorizar dentro de los programas; la capacitación de niñas, niños, padres de familia y docentes para generar competencias para la salud y habilidades para la vida y así fortalecer el binomio salud-educación.

Actualmente existe un potencial incalculable para el desarrollo de niñas, niños, padres de familia y docentes resilientes, participativos y solidarios para que se empoderen de su salud. Esta experiencia pretende ser una contribución a ese desarrollo, y en tanto tal, consideramos que puede ser exitosa. Todo ello lleva a una contribución al camino de colaboración entre los distintos sectores responsables para que nuestra sociedad tenga una vida de mayor calidad en salud. La educación para la salud es una parte del proceso asistencial que incluye la prevención, el tratamiento y la rehabilitación; por lo tanto, comprende las oportunidades de aprendizaje destinadas a mejorar la alfabetización sanitaria al incluir una población informada con habilidades personales que conduzcan a la toma consciente de decisiones que mejoren su calidad de vida. Educar en salud es un proceso que tiene como finalidad generar ciudadanos que se responsabilicen en la defensa de la salud propia y colectiva y, por lo tanto, es parte de las funciones de los profesionales sanitarios, sociales y de la educación.

Dr. César Álvarez Pacheco

cesar_ap@hotmail.com

@cesar_alvarezp

Huatabampo, Sonora.

 

domingo, 11 de julio de 2021

Covidiotas.

 


La población en México, mal informada, ha ignorado por múltiples razones, las medidas establecidas por la Secretaría de Salud y está convencida de que la pandemia ha reducido su peligrosidad. Yo no creo que esto esté ocurriendo. Las curvas epidémicas son relativamente predecibles con un periodo progresivo de ascenso, un pico máximo con o sin meseta y una caída más lenta que la curva de ascenso.

Tenemos datos de las epidemias de China, Italia, Alemania y Francia que informan que el descenso de la mortalidad fue más lenta, pero con decesos que persisten por meses. En México nuestras curvas siguen al alza en casos sospechosos, comprobados y en mortalidad. La apertura que se ha iniciado progresivamente, por los resultados obtenidos hasta ahora, no sólo fue prematura, sino sumamente peligrosa, y los contagios y muertes los van alcanzar quieran o no. México está en una etapa más temprana que los Estados Unidos y con una apertura, como la actual, nos puede ir peor. La mayoría de las personas se contagian en su propio hogar. La razón es simple, si un miembro de ese núcleo familiar se contagia, su presencia y el contacto constante con los miembros de su misma casa, trae como consecuencia el contagio. Primeramente para contagiarse debe haber una exposición a una cantidad suficiente del virus. Basados en las infecciones por otros coronavirus y virus de la influenza que han sido estudiados a lo largo de las últimas décadas, parece ser que pequeñas cantidades del virus pueden ser contaminantes. Algunos expertos consideran que con sólo exponerse a 1,000 partículas del SARS-CoV-2 es suficiente para contagiarse. Para fines prácticos podemos tomar esa cifra como el número mágico para explicar cómo puede ocurrir el contagio del virus al que usted puede exponerse al recibir estas partículas en una respiración o al frotarse los ojos con las manos contaminadas: si usted se expone a 100 partículas cada vez que inspira (la gente efectúa de 15-20 respiraciones/min en promedio), en 10 inspiraciones inhalaría 1,000 partículas del virus e igualmente ocurriría con 10 frotamientos de ojos. Cada una de estas situaciones nos pone en riesgo de adquirir una infección. Por eso, el uso de cubrebocas, el lavado frecuente de manos y el evitar frotarse los ojos son medidas efectivas para evitar el contagio. Un solo tosido libera al ambiente 3,000 minigotas con virus que viajan a 80 km/hora. La mayoría de estas gotas son grandes y caen rápidamente al suelo por efecto de la gravedad, pero las más pequeñas quedan en el aire y viajan rápidamente a través de una habitación. Un estornudo libera 30,000 gotas que viajan a 300 km/hora. La mayoría de las gotas son pequeñas y se trasladan a grandes distancias (fácilmente a través de un cuarto, de un vagón del metro, un camión de pasajeros o un espacio cerrado). Si una persona está infectada puede expulsar en un estornudo 200 millones de partículas virales que se dispersan en el ambiente que rodea a la persona infectada ¡Imagínese! Una sola respiración por la boca libera de 50-5,000 gotitas. La mayoría de estas gotas viajan poco y caen al suelo rápidamente, a la mesa o a muebles cercanos. Si se respira por la nariz, la cantidad de gotas liberadas es mucho menor. Es muy importante señalar que la exhalación tiene poca fuerza, por lo que las partículas virales de las vías respiratorias bajas (tráquea y bronquios) no se expelen fácilmente. El hablar libera 200 gotas o virus/minuto. Es decir, una conversación cara a cara por cinco minutos bastaría para obtener una dosis suficiente de 1,000 partículas para contaminarse.

Los pacientes sintomáticos no son los únicos capaces de contagiar. Sabemos que más o menos 44% de todas las infecciones o de las transmisiones que ocurren en una comunidad son por personas sin síntomas (asintomáticos). Una persona presintomática puede dispersar la infección dentro de los cinco días previos a la aparición de los síntomas. Se ha informado que el talón de Aquiles del contagio por COVID-19 reside en los enfermos asintomáticos. La población infectada ocurre en todos los rangos de edad y con diferente cantidad de carga viral. La cantidad de virus liberados por pacientes infectados cambia en relación con la evolución de la infección y difiere de persona a persona. La carga viral aumenta hasta el momento en que aparecen los síntomas. De manera que antes de que se presenten los síntomas la persona está liberando virus al medio ambiente. La cantidad de virus liberados por una persona infectada cambia durante el curso de la infección y también es diferente de persona a persona. La carga viral aumenta progresivamente hasta que la persona se vuelve sintomática. Así que la próxima vez que sienta que ya puede salir sin cubre bocas o a una reunión con sus amig@s piénselo.

Dr. César Álvarez Pacheco

cesar_ap@hotmail.com

@cesar_alvarezp

Huatabampo, Sonora.

 

domingo, 4 de julio de 2021

El dilema de los medicamentos.

 


Los medicamentos se han transformado en una herramienta terapéutica esencial en la atención médica, exponiendo a un número cada vez mayor de personas al uso de los mismos y por períodos de tiempo más prolongados. Son vistos como indicadores sanitarios, y no sólo reflejan la prevalencia de una enfermedad en la población, sino también la percepción y respuesta de esa sociedad al proceso salud, enfermedad y atención.

Ha pasado casi tres años ya desde la desaparición del Seguro Popular y su sustituto (sin reglas de operación) todavía no encuentra la cuadratura al círculo. Se han desencadenado muchos problemas como los cobros en hospitales, y el desabasto de múltiples insumos principalmente de los medicamentos. Hace u mes el coordinador del INSABI presentó su renuncia por problemas de salud y hasta la semana pasada estuvo al frente de esta área, en la que sólo laboró cuatro meses. ¿Cuáles son las verdaderas razones del coordinador para presentar su renuncia? ¿Cuatro meses en el cargo? ¿En serio? Surgen muchas preguntas para tan poco tiempo pero tratándose de un tema tan sensible como la salud sería importante resolverlas. Uno de los temas prioritarios desde el 2019 es el abasto de medicamentos oncológicos mismos que mediante una cancelación a la única farmacéutica que los proporcionaba, se canceló arbitrariamente dejando a miles de pacientes sin medicamento, lo que lamentablemente se traducirá en un aumento e la mortalidad de pacientes con cáncer. Bueno, es tal la desesperación, que hasta la Cancillería y Hacienda están metidas en conseguir las medicinas donde sea, hasta de Japón, sin éxito a la fecha. El subsecretario ha ganado solamente reflectores e incendiar más el tema con sus contradictorias declaraciones llegando a llamar: golpistas, a quienes claman por sus medicamentos. Y es que en el desabasto de las medicinas contra el cáncer, el subsecretario es su peor enemigo. Le ha ganado el hígado. Le ha faltado sensibilidad. Es cierto que el laboratorio Pisa, que era el que controlaba la venta de estos medicamentos en administraciones pasadas, tiene nexos con algunos de los padres de los menores que han encabezado las protestas, de acuerdo con información recopilada por el propio gobierno, pero los padres no tienen la culpa. Cualquiera en su situación buscaría el apoyo de quien sea si en el gobierno no encuentra las medicinas que necesita. El problema es que la empresa los use con otros fines, para tratar de recuperar un mercado que el gobierno le arrebató sin prever las consecuencias antes de hacerlo de manera planeada. Lo cierto es que este gobierno en materia de abasto de medicamentos, ha seguido al pie de la letra la ley de Murphy;  hizo mal, todo lo que pudo hacer mal. Sancionaron al único productor sin tener un sustituto y después buscaron comprar las medicinas en el extranjero y fallaron. Por eso, cuando la Oficina de las Naciones Unidas de Servicios para Proyectos (UNOPS) hizo la compra consolidada de medicinas, no abarcó 382 claves para 10 enfermedades, entre ellas, cáncer, insumos y equipo médico. Pero los principales afectados en todo este movimiento lamentablemente son los pacientes, niños y adultos con diversos tipos de cáncer que actualmente no tienen con que combatir su terrible enfermedad.

En este sentido, valdría preguntarse si es posible hablar de una medicina altamente tecnologizada que esté libre de intereses y capaz de guiarse con racionalidad, tomando en cuenta que la administración en curso ya va a la mitad de su camino. Según la opinión del profesor Sullivan en la revista Lancet Oncology, el tratamiento del cáncer en los países desarrollados, como de otras enfermedades crónicas, se transformó en una cultura de excesos, se diagnostica demás, se trata demás y se promete aún más. Es decir, no es problema exclusivo de nuestro país sino que otros países también cojean de la misma pata sin embargo no dejan que los pacientes se queden sin su medicamento ya que eso es algo criminal. Esta situación podría superarse mediante la búsqueda de consenso al interior de los equipos de trabajo desde una perspectiva crítica, unida a la formulación de criterios para estandarizar una práctica con base en la mejor y más actualizada evidencia disponible, que además optimice los recursos sanitarios y que sobre todo atienda esta problemática que cada día crece más afectando sensiblemente a los pacientes más susceptibles como los niños.

Dr. César Álvarez Pacheco

cesar_ap@hotmail.com

@cesar_alvarezp

Huatabampo, Sonora.