La sangre constituye la
materia prima esencial para los bancos de sangre, es indiscutible su beneficio
en la terapéutica médica, sin embargo, su aplicación no es 100% segura, incluye
riesgos infecciosos (virales, bacterianos, parasitarios) y no infecciosos que
pueden tener consecuencias graves y hasta mortales. La obtención y
disponibilidad de los componentes sanguíneos tienen un alto costo social y
financiero, es un recurso prioritario, muchas veces escaso y que requiere por
lo tanto una correcta utilización.
Las
referencias sobre las posibilidades terapéuticas de la sangre humana datan de
la antigüedad, desde la época del imperio romano, cuando el hombre ya pensaba
que la sangre era esencial para la vida. En 1665, es publicada la primera referencia
a una inyección intravenosa en un ser humano como elemento terapéutico y hace
100 años se realizó la primera transfusión en el mundo. Este proceder
terapéutico comienza exitosamente después del año 1900, en que fue
descubierto un médico austríaco, los grupos sanguíneos del sistema ABO. Cada
año en el mundo las transfusiones de sangre y los productos sanguíneos
contribuyen a salvar millones de personas, incrementan la esperanza y la
calidad de vida de pacientes con enfermedades mortales y apoyan los
procedimientos médicos y quirúrgicos complejos; desempeñan un papel
fundamental en la atención materno infantil, los desastres naturales y accidentes.
La terapia transfusional demanda de sólidos conocimientos para lograr planear
y ejecutar un plan de trabajo integral para el logro del bienestar de la
persona que lo requiera. El personal que desarrolla su profesión en aspectos
relacionados con las transfusiones sanguíneas debe estar en una actualización
continua de conocimientos, orientados a desarrollar nuevas técnicas así como
medidas de seguridad y normativa vigente. Por otro lado, la aplicación de un
protocolo apropiado va a prevenir las serias complicaciones que puedan
presentarse en una reacción; dichos protocolos deben estar basados en los
principales principios bioéticos. La sangre constituye la materia prima
esencial para los bancos de sangre, de ella se obtiene el plasma, glóbulos
rojos, glóbulos blancos, plaquetas, hemoderivados y otros productos
biológicos para terapias en la medicina transfusional como ayudantes de la
coagulación. Otros productos que obtenemos mediante la transfución sanguínea
son: los hemoderivados que se utilizan para prevenir la enfermedad injerto
versus huésped en pacientes en riesgo con enfermedades diversas. Actualmente
están en marcha intentos para regenerar los eritrocitos y las plaquetas
procedentes de diversas fuentes de células madre, incluso celulas
“sintéticas”. Sin embargo, la disponibilidad de sangre podría modificarse en
años venideros por los efectos del envejecimiento poblacional consonante con
la asistencia sanitaria en los hospitales todo esto en dependencia del aumento
de la necesidad de sangre y hemoderivados en los servicios y la disminución considerable
de las donaciones de sangre. La donación voluntaria es una acción desprendida
por el solo hecho de de ayudar a otros a los que no se conoce, no sólo es la
más generosa y la más ética, es el pilar de los servicios modernos de
donación y transfusión sanguínea, sino también es la más segura, en cuanto
a el riesgo de transmitir infecciones, asimismo, los servicios de transfusión
asumen el compromiso de definir que cada donación se utiliza con el completo
cuidado y de manera racional, eficaz y justificada.
La
bioseguridad en el laboratorio cuenta con principios de contención,
tecnologías y practicas implementadas para prevenir la exposición no
intencional a patógenos y toxinas, o la liberación accidental de los mismos
por lo que es necesario la implementación de un programa de bioseguridad que
sea capaz de trabajar de acuerdo a prácticas prudentes de bioseguridad (buenas
prácticas de laboratorio) y prevenir la contaminación ambiental. Con lo cual
se evalúan riesgos de la posible ocurrencia de accidentes que se puede prever,
implementar estrategias para evitarlo y advertir en gran medida su posibilidad.
El uso de la sangre como recurso terapéutico es de alto valor y en
concordancia la donación voluntaria y generosa de sangre, lo que vincula al
individuo a un evento que traslada a su conducta y actitud hacia el mundo
exterior natural, social y hacia sí mismo, es decir a esta sociedad. Actualmente
es un problema, se requiere de la ayuda de muchos, requerimos donar sangre para
regalar una oportunidad de vida.
Dr.
César Álvarez Pacheco
cesar_ap@hotmail.com
@cesar_alvarezp
Huatabampo,
Sonora.