No todas
las enfermedades se manifiestan desde el nacimiento. Muchos padecimientos
cursan con un periodo asintomático, mismo que puede durar desde días hasta
décadas. En ésta etapa, los padres del recién nacido, aparentemente sano, desconocen
que su hijo podría padecer una enfermedad que puede causar desde retraso
mental, hasta la muerte. En días pasados comenzó a circular en redes oficios
dirigidos a estados como: San Luis, Baja California, Edo. De México y Sonora,
donde se suspendía el apoyo para la prueba de tamiz neonatal, una acción
gravísima, por parte de las autoridades que hablan de “prevención”.
Se han
descrito más de 300 enfermedades metabólicas congénitas identificadas como
errores del metabolismo. Aunque los errores del metabolismo son infrecuentes a
nivel individual, su incidencia colectiva no lo es. Estas enfermedades son
causadas por mutaciones genéticas que dan origen a disfunciones. Los programas
de tamiz neonatal constituyen una prioridad dentro de la atención en problemas
de salud pública ya que, desde hace más de cuatro décadas, el tamizaje ha
demostrado ser un procedimiento eficaz en un gran número de países
desarrollados. El tamiz metabólico se
implementó en México 1973 como un programa piloto para la detección de
fenilcetonuria, homocistinuria, enfermedad de jarabe de maple y tirosinemia,
tres años más tarde en 1976 se introdujo la detección del hipotiroidismo
congénito. En 1996 se convirtió en una estrategia de salud pública, desde
entonces ha enfrentado retos y conseguido avances. La obligatoriedad de la
prevención del retraso mental por hipotiroidismo congénito quedó establecida
en 1988 tras la publicación de la Norma Técnica 321 en el Diario Oficial de
la Federación. La ampliación del panel de detección de enfermedades en el
tamiz neonatal de la Secretaría de Salud inició en 2011, tras un análisis de
factibilidad, se incorporaron la hiperplasia suprarrenal congénita,
fenilcetonuria y galactosemia. Posteriormente, en 2015 se implementó un
proyecto para evaluar la incorporación de la detección de fibrosis quística,
que se incluyó de manera definitiva un año después y en 2017 se sumó la
detección de la deficiencia de glucosa-6-fosfato deshidrogenasa, por lo que
actualmente el tamiz metabólico detecta seis enfermedades, es gratuito,
obligatorio y cuenta con elementos normativos que aseguran su consolidación
como una estrategia de salud pública. Desde el punto de vista jurídico, se
debe considerar lo siguiente: Toda persona tiene derecho a la información
sobre los riesgos genéticos y opciones disponibles para enfrentarlos; Toda
persona tiene derecho a la atención médica, preventiva o curativa,
relacionada con las enfermedades de tipo genético. La ética médica es una parte
integral de la práctica médica. Los principios generales son bien conocidos:
autónomo (derecho a elegir), beneficioso (hacer el bien), no maléfico (no
hacer daño), y justo (ser imparcial y equitativo). En el tamiz neonatal estos
principios deben ser aplicados cuidadosamente, ya que se trata de una forma de
medicina preventiva. El objetivo del tamiz neonatal es prevenir el retardo
físico, el retraso mental o la muerte en los niños afectados. Los beneficios
y desventajas incluyen implicaciones económicas y el que todas las pruebas
requieren un procesamiento cuidadoso.
En la
actualidad, el tamiz neonatal no puede ser considerado sólo una prueba aislada,
es necesario enfocarlo como un programa que incluye la detección de la
enfermedad, la localización inmediata del recién nacido, la confirmación del
resultado, el control del tratamiento y el seguimiento de la evolución de los
niños en su desarrollo físico y psicomotor. Esta labor sólo puede ser
realizada por un equipo multidisciplinario de salud, integrado por
neonatólogos, genetistas, endocrinólogos, enfermeras, químicos y
trabajadores sociales, todos con funciones bien definidas, debidamente coordinados,
en una labor común para evitar que un niño afectado por alguna de estas
enfermedades no sea diagnosticado oportunamente. No obstante, debido a la
complejidad del Sistema de Salud, cada institución posee recursos propios y
lineamientos para su utilización, por lo que existe una gran variabilidad
entre los programas de tamiz de las diferentes instituciones. De 2012 a 2018 se tamizaron más de 5.7
millones de recién nacidos para hipotiroidismo congénito. La posibilidad de
influir positivamente en la calidad de vida de estos niños y niñas representa
un gran logro para el programa porque, por ejemplo, solo para hipotiroidismo
congénito fue posible prevenir la discapacidad en 2 781 recién nacidos de
todo el país y, al menos, 219 niños y niñas afectados con fenilcetonuria
tuvieron el acceso a un tratamiento oportuno y pudo evitarse una discapacidad.
Dr.
César Álvarez Pacheco
@cesar_alvarezp
Huatabampo,
Sonora.
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