El síndrome de
supresión etílica se define como los signos y síntomas posteriores a la
suspensión de la ingesta alcohólica que clásicamente se manifiestan en las
primeras 48 horas en los individuos alcohol-dependientes, en distintos grados
con una constelación amplia de datos clínicos neuropsiquiátricos. Es decir, la
“cruda” como la conocemos comúnmente, puede ir de formas leves, hasta muy
graves y presentar un tipo de delirio que dependerá de la cronicidad de la
ingesta de alcohol. ¿Qué tan grave es? Mucho creen que tan grave, para “no
volverlo a hacer…”
Las formas leves no
necesariamente requieren tratamiento, una resaca con dolor de cabeza, nausea,
dolor abdominal o hasta las formas graves (como el delirium tremens) requieren
soporte y vigilancia en la unidad de cuidados intensivos, debido al daño
neurológico. La historia clínica detallada orienta al médico a pensar en algún
estado, ya sea leve o de gravedad confirmando el diagnóstico, ¿Cómo? ¿usted
cree que es fácil el diagnostico? Pues no, dependerá de muchas variables como
golpes en la cabeza, enfermedades de fondo, sexo edad, etc. El abuso del
alcohol en las sociedades occidentales se aproxima a 20%, se estima que alguna
vez en su vida 20% de los hombres y 10% de mujeres tendrán esta condición
clínica, definida como problemas de repetición por abuso del alcohol en 2 de 11
áreas de la vida; 50% tiene alguna vez un episodio de síndrome de supresión
etílica; el riesgo se incrementa linealmente con la cantidad y la frecuencia de
la ingesta, es más común encontrarlo en casos de consumo de más de 8 copas al
día por múltiples días continuos. ¿Qué tanto es tantito? Por ejemplo: si una
mujer joven (que por lo general piensan que nunca les pasara nada) consume seis
cervezas diarias, en un plazo menor a 10 años tendrá cirrosis hepática. El 40% de los pacientes con accidentes de
tráfico que ingresan en una sala de urgencias tiene ingesta de alcohol o
dependencia crónica del mismo. Sin embargo, las series internacionales señalan
baja prevalencia del síndrome de supresión etílica, por ejemplo, en Estados
Unidos se ha establecido un intervalo de 5 a 20%, que son aproximadamente 8
millones de personas con dependencia crónica según el reporte de 2013 de National Surveyon Drug Use and Health.
En el Reino Unido se encuentran reportes menores a 5%, los costos hospitalarios
anuales se aproximan a 1.5 mil millones de euros, con hospitalización promedio
de 26 días. En México el alcohol es la sustancia psicoactiva más consumida
(marihuana es la segunda). De acuerdo con la Secretaría de Salud 77% de la
población mayor de 18 años consume alcohol y 6 millones de ellos son
dependientes. Es causa de muerte de 4000 personas al año, lo que coloca a
nuestro país entre los primeros con mayor mortalidad por alcoholismo en el
mundo, es un verdadero problema creciente de salud pública que consume gran
parte de los insumos hospitalarios debido a que se trata de pacientes de
difícil manejo, ¿se ha quejado de que en algún hospital no tuvieron lo que
usted necesitaba? Esta es una de las múltiples causas. Los diagnósticos
diferenciales del síndrome de supresión etílica deben valorarse de acuerdo con
el contexto clínico individualizado, las comorbilidades subyacentes y las
principales causas de deterioro del estado de alerta dentro del contexto
hospitalario, es decir, si esta consiente, inconsciente, responde o no
verbalmente, etc.
La piedra angular del
tratamiento es reducir la severidad de los síntomas y la prevención de la
progresión del síndrome de supresión etílica al delirium tremens. El mejor
tratamiento para este problema será siempre la prevención. Una comida copiosa
rica en grasa o en picante como se cree normalmente ¿es la mejor opción? Pues
no, contrario a lo que comúnmente se cree, con una comida alta engrasa para
“curarse la cruda” podría resultar contraproducente, provocar una pancreatitis
y ocasionar un problema mucho mayor. ¿Qué hacer? Primero; prevenir, mantenerse
hidratado, y esperar a que el organismo elimine las toxinas generadas por un
hígado con progresión del daño. ¿Qué tanto es tantito? Pienselo.
Dr. César Álvarez Pacheco
@cesar_alvarezp
Huatabampo, Sonora.
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