Los
trastornos relacionados con el gluten representan una serie de afecciones
desencadenadas por la ingestión de cereales y granos en individuos
genéticamente susceptibles o con predisposición autoinmunitaria. El trigo es
uno de los cereales que más se producen y consumen en todo el mundo debido a su
sencillez para ser cultivado en diversas condiciones climáticas, su valor
nutricional y sus características organolépticas. El trigo, al igual que la
cebada y el centeno, contiene dos grupos de moléculas que pudieran inducir o
desencadenar síntomas digestivos. El gluten y los otros compuestos están
implicados en la patogénesis de los trastornos relacionados con su ingesta y el
espectro clínico es variado y a veces muy difícil de identificar.
El
gluten se encuentra principalmente en el trigo, cebada y centeno, está
constituido por cuatro grupos de proteínas que se separan por sus
características físico-químicas. La gliadina, principal estimulante antigénico
en los pacientes con susceptibilidad genética para padecer la enfermedad
celiaca, es una prolamina rica en glutamina y es la responsable de darle la
elasticidad y textura a las harinas. Hasta ahora se ha considerado que las
gluteninas son inocuas, aunque estudios recientes señalan que las de peso
molecular elevado pueden exacerbar los síntomas en algunos enfermos celiacos.
En la actualidad se reconocen varias afecciones asociadas con la ingesta de
gluten y proteínas relacionadas, pero las más comunes son la enfermedad celiaca
y la sensibilidad al gluten sin enfermedad celiaca. La enfermedad celiaca,
esprue celiaco es una enfermedad que se caracteriza por absorción intestinal
deficiente secundaria a la inflamación crónica y atrofia de la mucosa del
intestino delgado causado por la exposición al gluten de la dieta, que afecta a
individuos genéticamente predispuestos. El papel de los factores inmunológicos
en esta enfermedad es aún más complejo. Sin embargo, está bien documentado que
la enfermedad celiaca tiene una franca asociación con otros padecimientos auto
inmunológicos como la enfermedad tiroidea auto inmunitaria, síndrome de
Sjögren, cirrosis biliar primaria y diabetes mellitus tipo 1, entre otras. En
su forma típica, afecta a lactantes y preescolares y se hace aparente justo
después de la ablactación con la introducción de cereales en la dieta, en la
mayoría de los casos a los seis meses. Es común que el niño muestre incapacidad
para ganar peso, anemia, pérdida del apetito, distensión abdominal y datos de
deficiencias vitamínicas debido al síndrome de absorción intestinal deficiente.
Los pacientes en los que se retrasa el diagnóstico tienen retardo en el
crecimiento, talla baja, anemia por deficiencia de hierro y en casos extremos
raquitismo. En los adolescentes y adultos las manifestaciones suelen ser más
atípicas, con síntomas vagos e inespecíficos que parecen no tener relación con
problemas del aparato digestivo. Muchos no se diagnostican debido a lo complejo
de la enfermedad.
La
gran variedad de manifestaciones clínicas implica que para establecer un
diagnóstico debe tenerse un alto índice de sospecha. El papel protagónico del
gluten en la aparición de síntomas, sobre todo en las personas con sensibilidad
al gluten no celiaca, ha provocado un crecimiento desmedido de la industria de
alimentos libres de gluten que la ha con vertido en una de las más rentables y
lucrativas del mundo, sin justificación alguna. El conocimiento de que algunas
personas tienen síntomas abdominales cuando consumen productos con gluten, pero
sin criterios para integrar el diagnóstico de enfermedad celiaca, ha motivado
numerosas reuniones con la idea de clasificar, de manera más apropiada, a los
trastornos relacionados con la ingesta de gluten. Las personas creen a veces
que la dieta libre de gluten es para perder peso, es saludable o peor aún: una
moda (millenials). Por un lado, parece ser más frecuente que la enfermedad es
una fuente importante de ingresos porque personas sin una clara necesidad
consumen productos libres de gluten. La piedra angular en el tratamiento de la
enfermedad celiaca es el apego estricto a una dieta libre de gluten. Sin
embargo, iniciar este tratamiento implica una modificación importante al estilo
de vida de los individuos afectados (en especial si se trata de niños o
adolescentes) y de los familiares cercanos.
Dr.
César Álvarez Pacheco
@cesar_alvarezp
Huatabampo,
Sonora.
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