domingo, 30 de julio de 2017

Adiós al mercurio…

El termómetro fue inventado por Galileo en 1592 con la intención de conocer la temperatura del ambiente, mediante una mezcla de agua y alcohol. En 1612, el físico y fisiólogo Santorre Santorio le agregó una escala numérica y lo utilizó con fines médicos. Los termómetros de mercurio fueron uti- lizados por primera vez en Holanda en 1714. Fahrenheit logró el primer termómetro de mercurio útil, cómodo y eficaz para tomar la temperatura corporal. Desde entonces, se convirtió en una herramienta que la mayoría de los adultos hemos aprendido a utilizar y forma parte fundamental de los botiquines en casi todos los hogares, aunque desconociendo su neurotoxicidad y los riesgos que representa para la salud.

El mercurio (Hg) es un metal pesado de color plateado, líquido a temperatura ambiente y se evapora con facilidad permaneciendo en la atmósfera hasta un año. Es una sustancia altamente tóxica y se reconoce en todo el mundo como un problema de salud pública. No es esencial para ningún proceso biológico, sin embargo, se acumula en la mayoría de seres vivos por no poderlo metabolizar. Además de su estado natural, se libera mercurio en la industria metalúrgica, así como en aguas residuales de ciudades (termómetros y lámparas rotas desechadas en la basura municipal que infiltran los mantos friáticos por el drenaje). Se calcula que cada año mil toneladas se liberan desde las redes de alcantarillado hacia los diferentes cuerpos de agua y a la tierra; y de ahí a la cadena alimenticia, donde se acumula y biomagnifica. El mercurio llegó a ser utilizado como medicamento para el tratamiento de la sífilis, pero una vez demostrada su toxicidad cesó su uso. Hasta la fecha se utiliza en diversos dispositivos médicos: termómetros, esfigmomanómetros, amalgamas dentales, reactivos de laboratorio, productos químicos, baterías y conservadores (timerosal). En el ámbito laboral y doméstico, la exposición por inhalación a los vapores de mercurio, inoloros e incoloros, cuando se rompe un termómetro o lámpara ahorradora, contaminan los espacios cerrados por encima de los límites permitidos, teniendo consecuencias sobre la salud de la población. En el 2000, el Consejo Nacional de Investigación de la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos de América, encontró que la población con más riesgo fueron los niños de mujeres que consumieron grandes cantidades de pescado y de mariscos durante el embarazo, ya que el mercurio afecta al feto. La descripción del personaje de El sombrerero loco de Lewis Carrol, es la versión popular mejor descrita del antiguamente denominado, intoxicación por mercurio. En el 2002 el Instituto Nacional de Ecología (INE), por medio de la SEMARNAT, realizó un diagnóstico del mercurio en México, reportando los siguientes datos: en promedio los termómetros contienen 1g de mercurio por pieza, existen en el país un total de 160,017 camas en las instituciones hospitalarias públicas y privadas, considerando un termómetro por cada cama y que se rompe uno de cada cuatro por semana, se sustituyen un total de 40,000 termómetros por semana, sumando al año 2,080,000, termómetros, más los 160,000 iniciales, lo cual resulta en un total de 2,240,000 termómetros. Es decir, más de dos toneladas de mercurio al año. Para muchas personas los termómetros de mercurio resultan más confiables que los termómetros electrónicos. Sin embargo, es importante conocer y comprender el riesgo que conlleva tener termómetros de mercurio en el hogar. Los avances tecnológicos nos proporcionan actualmente termómetros digitales, electrónicos, con sensores infrarrojos, de cristal líquido termocrómico, con galistano, etc., creados para desplazar de manera paulatina a los que contienen mercurio, siendo igual de confiables, pero sin su toxicidad.

La Comisión Federal de Protección Contra los Riesgos Sanitarios (COFEPRIS) de la Secretaría de Salud, en coordinación con el Centro de Análisis y Acción en Tóxicos y sus Alternativas (CAATA), por medio del programa “Hospital Libre de Mercurio” instituye una “Carta Compromiso” para realizar el reemplazo del equipo médico que contenga este metal, así como la capacitación del personal para promover la eliminación del mercurio en las instituciones de salud. ¿Lo sabra Sonora? Esperemos que si.


Dr. César Álvarez Pacheco
@cesar_alvarezp
Huatabampo, Sonora.




domingo, 23 de julio de 2017

What the health

Recientemente tuve oportunidad de ver y analizar el polémico documental: “What The Health“. Muestra una “realidad” narrado por el activista Kip Andersen. La visión que transmiten de la salud global es dura pero acertada, pero no significa que tenga razón; muestran una sociedad enferma, donde gran parte de la población sufre enfermedades propias de nuestro tiempo: diabetes, enfermedad cardiovascular, hipertensión, alergias, trastornos autoinmunes, artritis, etc. Explican que casi todas estas enfermedades son prevenibles (y en muchos casos curables) con hábitos saludables, pero hay poco interés en curar y que la enfermedad es un gran negocio. Dice que las instituciones que deberían velar por nuestra salud están financiadas por las empresas de alimentación que la dañan y que la industria farmacéutica viene detrás para cronificar la enfermedad generando ganancias descomunales. La ignorancia del público general mantiene vivo este ciclo perverso.

Andersen, empieza el documental con una confesión: es un hipocondríaco en rehabilitación aunque con sus documentales parece haber tenido una recaída. Seguía con disciplina las recomendaciones tradicionales: ejercicio, descanso, multivitamínicos, control de estrés y una dieta considerada “sana”. Hasta que un día (octubre 2015), le sorprende una noticia en la televisión: La OMS incluye las carnes procesadas (salchichas, tocino, y jamón) en el grupo 1 de elementos cancerígenos, al considerar que aumentan el riesgo de cáncer. Dado que el grupo 1 incluye otros productos como tabaco, su razonamiento es el siguiente: “¿Quiere decir que he estado fumando toda mi infancia?“ Por supuesto la comparación es absurda. La clasificación en un grupo simplemente indica el nivel de evidencia, no el nivel de riesgo. No sabe mucho de nutrición, tampoco de estadística. Curiosamente, todos los doctores que entrevista son veganos. Quizá esto hace sospechar por donde irá el resto del documental. El doctor Neal Bernard afirma que la grasa no permite que la glucosa entre en las células, causando resistencia a la insulina (falso). Acompaña esta explicación con unos gráficos muy bonitos, donde vemos cómo la diabólica grasa se pega a las paredes de las arterias y no permite que la pobre glucosa entre, comenta además que los carbohidratos no engordan, porque podemos almacenarlos como glucógeno, mientras que la grasa se almacena directamente (desconoce ciclos metabólicos). El problema de esta sección es que mezcla realidad con ficción.

Intentan también culpar de la diabetes a la carne roja, que  es un argumento poco coherente. El consumo de carne se ha reducido de manera significativa en Estados Unidos durante los últimos 40 años, justo el período donde la diabetes se ha disparado. Incluso si hubiera correlación no podríamos asumir causalidad. Pero si ni siquiera hay correlación, es poco probable que haya causalidad. Mencionan que el pollo es la principal fuente de sodio y colesterol en la dieta americana, y por tanto opinan que contribuye a la enfermedad. No aportan ninguna evidencia, quizá porque el pollo suele salir bien parado en la mayoría de estudios sobre distintas causas de mortalidad (papel protector). Si revisas estudios en alguno encontrarás lo que buscas. Por ejemplo mencionan un estudio observacional donde sí aparece un mayor riesgo asociado al colesterol. ¿Y qué aparece con más riesgo que el colesterol? Un alta carga glucémica, es decir, usan como evidencia un estudio que indica que una alta carga glucémica es más peligrosa que el huevo, desmontando así su propia teoría.

Otro argumento que utilizan, es la proteína para ganar musculatura,  que los animales más grandes y fuertes son herbívoros; argumentan esto mientras muestran vídeos de elefantes y gorilas. El objetivo del documental está claro: hacerte creer que una alimentación vegana es la mejor. Hablan de niveles de 50 gramos/día para un hombre adulto, incluso menos. No digo que sea imposible sobrevivir con una ingesta tan baja de proteína, pero la mayoría no queremos simplemente sobrevivir, sino prosperar. El nivel mínimo recomendado es 0.8 g/Kg, pero no es el óptimo, especialmente si haces deporte. Dicen que los lácteos no son necesarios para prevenir la osteoporosis, y es totalmente cierto. En este caso, la actividad física es la mejor medicina. El documental es simple propaganda disfrazada.

Dr. César Álvarez Pacheco
@cesar_alvarezp

Huatabampo, Sonora.

domingo, 16 de julio de 2017

La salud del millennial

Los millennials, esa generación que tanto ha dado de qué hablar y que lo seguirá haciendo mientras dominen las tendencias laborales y sociales, sobre todo hablando de las redes.  Su vida personal y profesional está determinada en gran parte a su dimensión en línea, así como sus prioridades. Podrán tener un dispositivo móvil las 24 horas del día, pero anhelan los encuentros "cara a cara", tienen acceso a la información sobre salud y bienestar a un click, pero siguen buscando remedios caseros. Con su generación llegaron males desconocidos o poco comunes debido a la alta exposición a la pantalla de los celulares, tabletas y computadoras, por mencionar un ejemplo.

El millennial sabrá exactamente todos los detalles de sus padecimientos con solo consultarse con el buscador de su preferencia, tendrá también un reloj o pulsera de tecnología portable que le indicará cuánto le falta caminar en el día, y le informará sobre su ritmo cardiaco y calorías gastadas o por gastar, pero con esta generación llegó la costumbre y uso de gadgets durante las 24 horas del día y con ello se generaron males y nuevos padecimientos. Los problemas asociados al uso de smartphones, computadoras, notebooks, tablets y televisión también son un problema de salud pública.  Las afecciones derivadas aparecen con más frecuencia y se empiezan a tratar en los hospitales, donde han aumentado las consultas en las áreas de oftalmología, traumatología y salud mental a causa del uso excesivo de aparatos digitales que están poniendo nuestra salud en riesgo. Actualmente cuatro de cada 10 pasan al menos nueve horas diarias frente a una pantalla. El 80 por ciento de la información que recibe nuestro cerebro entra a través de los ojos, el 95 por ciento de las personas cree que la vista es el sentido más valioso y el 77 por ciento afirma que la visión es la primera de las capacidades físicas que teme perder. Según el Instituto Nacional de Estadísticas y Geografía (INEGI), la segunda discapacidad en México es la visual; la primera es la motriz. Por ello es importante saber que la constante exposición a la luz azul emitida por los aparatos digitales, conocida como luz HEV, daña  las células de la retina. Las dos consecuencias más comunes de mirar fijo a la pantalla son la resequedad en los ojos, que ocasiona alteraciones en el parpadeo y el enrojecimiento por falta de hidratación. Esto puede causar desde dolor de cabeza hasta visión borrosa; y no solo eso, los malos hábitos producto de la inevitable costumbre de hacer uso de la tecnología, también dañan física y psicológicamente a través de dolores que se manifiestan en los huesos, a causa de pasar largas horas frente a la computadora y dolorosas contracturas en el cuello y columna vertebral por tener una mala postura o mirar demasiado tiempo el celular. Este comportamiento, también causa problemas de adicción y ansiedad por la constante necesidad de mirar el aparato, además de insomnio por estar al pendiente del teléfono al dormir. A su vez, se desarrolla una leve o permanente sordera por escuchar música con el volumen alto, y el dolor en codos, muñecas y hombros por repetir movimientos durante horas. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), el 80 por ciento del total mundial de casos de discapacidad visual se pueden evitar o curar.

Por ello recomienda medidas preventivas para niños, jóvenes y adultos de no exponer la vista durante largas horas frente a pantallas, realizar pausas cada 20 minutos mirando a un punto lejano y mantener una distancia mayor a 30 centímetros entre el rostro y la pantalla o evitar llevar el celular a la cama, así como desactivar el Wi-Fi al dormir. Este es sin duda un síntoma de la revolución tecnológica que no tuvieron nuestros padres y abuelos, pero la replanteación de los valores establecidos y las prácticas que las acompañan, no fue cosa de los millennials, ya que una gran mayoría de los jóvenes adultos de hoy fue criada por la Generación X (los nacidos entre los años 60 y 80), que no solo iniciaron la revolución tecnológica, esta segregación demográfica es un arma de doble filo, ya que la generación millennial no siempre pensará y se comportará como un adolescente (aunque su estilo de vida diga lo contrario). 
Dr. César Álvarez Pacheco
@cesar_alvarezp
Huatabampo, Sonora.


domingo, 9 de julio de 2017

Gastritis.

Se define gastritis, como la inflamación aguda o crónica de la mucosa gástrica. La gastritis aguda puede ser debida a causas externas o del organismo propio. En nuestro medio, el resultado del desequilibrio entre factores agresivos y defensivos de la mucosa gástrica resulta a veces contraproducente ¿cómo es esto? Cuando en periodos de ayuno prolongado, cuando el estomago produce mas acido, y el médico indica alimentarse con un horario determinado, es decir, tres veces por día; el paciente lo hace con alimentos irritantes y corrosivos que precisamente exacerban la gastritis, entre otras patologías como litiasis vesicular, colitis, entre otras. Dependiendo del grado de desequilibrio se desarrollará una gastritis de intensidad variable y, en casos más graves, una ulceración franca de la mucosa, pudiendo coexistir o no ambas lesiones ¿unos tacos con mucha salsa? ¿una cerveza? Su estomago no lo toleará en caso de esta enfermedad.

Dentro de los factores agresivos están el ácido clorhídrico, la pepsina, medicamentos como la aspirina y los antiinflamatorios, los ácidos biliares y bacterias como el Helicobacter pylori (H. pylori). Los mecanismos defensivos o protectores de la mucosa gástrica reflejan la capacidad del huésped para protegerse de los efectos nocivos de los factores agresivos. Entre estos mecanismosprotectores encontramos la capa de moco, que protege al estomago y la secreción de bicarbonato que da lugar a una disminución de la acidez bajo la capa de moco, proporcionando una protección adicional a las células epiteliales; y no, el bicarbonato no es un remedio ya que su ingesta ocasionaría otro tipo de trastornos, así que no lo piense. El dolor clasico de “la boca del estomago” recurrente es el síntoma característico de la enfermedad y en muchos casos existe una historia familiar de la misma. Los síntomas suelen ser episódicos repitiéndose cíclicamente con periodos de remisión de semanas o meses por lo que esta enfermedad va y viene dependiendo de los habitos alimenticios y de vida por supuesto. el 90% de los afectados manifiestan dolor abdominal, el 10% vómitos y el 5% dolor muy intenso que termina en el hospital. En general, los síntomas de la enfermedad péptica pueden englobarse como un síndrome de síntomas no específicos, continuos o intermitentes, relacionados con el tracto digestivo superior. En la valoración del paciente es importante realizar una adecuada historia clínica con una cuidadosa encuesta dietética, en la que pueden identificarse alimentos que empeoran o desencadenan los síntomas, se debe comprender que aumenta el riesgo con la edad; es inversamente proporcional al nivel económico y al desarrollo de los países; su transmisión puede ser intrafamiliar; el nivel socioeconómico; el abastecimiento de agua; el tabaquismo; y la ubicación geográfica. ¿Sonora tendra riesgo de que la sociedad presente esta enfermedad? ¿Huatabampo? ¿y su ciudad?

Educación al paciente sobre su enfermedad, es la primer recomendación que le daria su medico, suspender los medicamentos que lesionan la pared gástrica o intestinal (Naproxeno, Acetaminofen, Aspirina, etc), antibióticos y analgésicos; suspender sustancias irritantes como: alcohol, café y tabaco; dieta con tres comidas diarias y con un horario regular, evitar restricciones que no ofrecen ningún beneficio; suspender comidas irritantes: con picantes, condimentadas, ricas en grasas; y disminuir el nivel de estrés, por mencionar las mas importantes. Las políticas encaminadas a aumentar la expectativa de vida de la población adulta y a garantizar su mejor calidad de vida incluyen, en primer lugar, aquellas tendientes a actuar sobre las primeras causas de morbilidad y mortalidad. Uno de los trastornos que con más frecuencia afecta a la población mundial son las enfermedades gastrointestinales, las cuales se encuentran entre las primeras causas de muerte, al estar incluidas entre ellas el cáncer colorectal y el gástrico. Dentro de las enfermedades gastrointestinales más comunes se encuentra la gastritis, cuyo concepto clásico ha experimentado importantes cambios por lo que el estudio de esta enfermedad resulta fascinante y sobre todo identificar problemas que aquejan a la comunidad para establecer medidas y políticas para mejora de la misma población, cosa que en Sonora, aun no sucede.
Dr. César Álvarez Pacheco
@cesar_alvarezp
Huatabampo, Sonora.