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Son
numerosas las corrientes de pensamiento que se han ocupado de la administración
y, con seguridad, continuarán surgiendo en los años por venir. Las teorías
propiamente administrativas hacen su aparición en los albores del siglo XX con
la llamada teoría de la administración científica; posteriormente se suceden la
teoría clásica, la estructuralista, la de sistemas, la del desarrollo
organizacional y la situacional, entre otras. Cada una se distingue por el
aspecto o componente de la organización que toman como eje para sus
planteamientos: las tareas, la tecnología, el personal, la estructura o el
ambiente. Pero ¿Un hospital privado se
administra igual que el público? Definitivamente no. El entorno de la empresa
privada no es la sociedad sino una esfera selectiva del acontecer social: el
mercado, representado por las supuestas leyes de la oferta y la demanda. De
hecho, toda empresa privada es un efecto del mercado, de la coacción que impone
la oferta y la demanda. En los tiempos que corren, las llamadas leyes del
mercado no son tales si nuestra idea al respecto es la de esos determinantes
independientes de la voluntad y de los deseos de productores y consumidores;
cada vez más el mercado es trastocado por la creciente influencia de las
grandes empresas, en el sentido de manipular la demanda de bienes y servicios.
El objetivo de la empresa privada es la ganancia, el lucro. Las empresas
lucrativas para crecer y permanecer deben incrementar constantemente la tasa de
ganancia. Es una imperiosa necesidad de sobrevivencia de las empresas, ampliar
la diferencia entre gasto y renta, minimizando uno y maximizando la otra. El entorno de las instituciones públicas que
justifica su designación como instituciones sociales, es la sociedad
diferenciada que se manifiesta en forma de demandas, necesidades, intereses y
aspiraciones de los diversos grupos, minorías, clases o sectores que la
integran. Para entender a las instituciones públicas, en principio procede un
distanciamiento con el estructural funcionalismo, teoría social influyente, de
escaso poder explicativo, cuya principal contribución es el encubrimiento de
las relaciones de poder y de cómo éstas han llegado a ser tales. Para las
instituciones de salud son las demandas, necesidades y aspiraciones relativas a
la búsqueda del bienestar y a la conservación de la salud de las personas,
grupos, clases o sectores, con diferencias en cuanto al grado de satisfacción
que alcanzan unos y otros.
Para las
instituciones médico educativas, la sociedad diferenciada se manifiesta en las
oportunidades y opciones de superación, en la necesidad de estatus, en los
requerimientos de formación, de capacitación y de actualización, en la
obtención de acreditaciones y certificaciones, etcétera; con profundas
desigualdades en cuanto a logros entre los distintos grupos y sectores. El caso
del Hospital Civil de Guadalajara donde se reporto una venta de plazas por mas
de 100 mil pesos y facturación anómala de servicios siendo este un hospital de índole público se
tiene que resarcir ya que es un mal manejo de recursos. Un Hospital Público que
se manejaba en beneficio de un grupo de empleados y no para sus pacientes
¿Habrá mas de este tipo de manejos en los hospitales? Apuesto que si.
Dr. César
Álvarez Pacheco
@cesar_alvarezp
Huatabampo,
Sonora.
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