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Los
errores de comunicación se deben, cuando menos en parte, que el estado descrito
con frecuencia como la “deshumanización” de la medicina sea caracterizado por
la pérdida de la antigua relación médico-paciente, sustituida por una atención
burocrática, despersonalizada y distante y con un costo económico cada vez mas
alejado de las posibilidades de la mayor parte de la población necesitada del
servicio médico. Pero eso no es culpa del médico, sino del mismo sistema que es
administrado por legisladores y representantes que nunca han pisado un
establecimiento público. A partir del 2000, la
modificación a la Ley de Instituciones de Seguros permitió el desarrollo de
un nuevo modelo de atención a la salud, conocido con el nombre de
Instituciones de Seguros Especializadas en Salud (ISES), que copia el sistema
conocido como “Medicina Administrada”, a semejanza del que se inició en los
Estados Unidos (Managed Care) hace aproximadamente treinta años y más
tarde se exportó a varios países latinoamericanos (Chile, Argentina, Brasil y
Colombia, entre otros). Ninguno de estos sistemas está libre de
inconvenientes. Los principales problemas de la medicina social en nuestro
país se derivan de dos condiciones concretas: la demanda excesiva de servicios
que satura y rebasa las capacidades de la institución y su estructura burocrática y centralizada. Esto
provoca oscurantismos y rumorologia que se refleja en manifestaciones del
personal de salud que teme perder sus prestaciones o se limite su actividad
laboral, vendiendo a terceros, su desempeño profesional. Hartos del sistema mal
administrados, rompen en marchas o huelgas.
Con la sociedad esta ocurriendo algo similar, cuando
se trata de temas sentidos como la salud o la seguridad, la sociedad se torna
inquieta por el mismo miedo que provoca la alteración de dichos aspectos ¿a
quien no le da miedo enfermarse? ¿a quien no le da miedo la delincuencia?
Primero fue la ciudad de Hermosillo, donde los vecinos hartos de robos, asaltos
y vandalismo en las colonias, se armaron con palos, piedras y bates de beisbol
para proteger su patrimonio. Uno de los casos mas sonados fue el de la Colonia
Pimentel, cuando un delincuente entro a un hogar para robar, asesino a una
persona y quemo la casa para despues huir; los vecinos indignados y hastiados
por la violencia se armaron e hicieron un llamado para linchar a todo aquel que
cometiera un delito en dicha colonia.
Hoy le toco a Navojoa, vecinos de la colonia Brisas del Valle y
Fovisste, se organizaron para identificar y aprehender a cualquier delincuente
que intente alterar el orden de las colonias mencionadas, colocaron una manta
en la entrada como advertencia; su organización permitió la captura de dos
menores de edad que robaron en las cercanias, fueron liberados mas tarde por
parte del juez calificador de seguridad pública municipal. ¿Qué está sucediendo
con la sociedad? ¿Nuevos tiempos? ¿Son ineficaces los ayuntamientos locales?.
Lo cierto es que la delincuencia es ya una “enfermedad” que nos aqueja a todos,
y se esta gestando una “vacuna” con medicinas un poco agresivas pero que
mejoran la salud de las colonias. ¿usted que haria?
Dr. César Álvarez Pacheco
@cesar_alvarezp
Huatabampo, Sonora.
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