Hoy en día la comunicación
es mas que una moda, es una verdadera necesidad y en casos específicos,
como en el de los profesionales de la salud, se ha convertido en una de las
grandes prioridades, entre otras cosas porque de ello puede depender la vida de
algunos pacientes. No es casualidad ni ocurrencias que existan Metas
Internacionales de Seguridad del Paciente y que la segunda sea “comunicación efectiva”. El Sistema de Salud
de México en general, trabaja arduamente para dar cumplimiento a dichas metas
por medio de su “Guía para la implementación de las Metas Internacionales de
Seguridad del Paciente de la Cédula de Certificación de Establecimientos de
Atención Médica”, pero ¿cómo lograr una “comunicación efectiva” en un
sistema burocratizado, impersonal y tan grande? Partimos de la premisa de
reconocer al otro, de entender su contexto y aprehenderlo, para que en un
futuro sea elaborado un diagnóstico comunicacional, y una vez que tengamos ese
diagnóstico, entonces sí poder lanzar una campaña de “comunicación
efectiva”. Si no se hace de esta manera, caeremos en el error clásico de tomar
por “comunicación” solo el acto informativo.
La comunicación
entre profesionales de acuerdo con la meta internacional de pacientes se lleva
a cabo a través de un medio escrito, y en casos específicos (como cuando se
está dando atención al paciente que se encuentra en estado de emergencia y/o
crítico o en proceso quirúrgico) puede posponerse temporalmente, pero
posteriormente debe anotarse, es decir, definitivamente se anota. Pero ¿lo
escrito es realmente comunicación? Al
pensar en el concepto de comunicación primeramente nos remitimos al viejo
esquema de: emisor-mensaje-receptor y viceversa. La antropología médica (que
es la disciplina que comprende la relación: Hombre-Enfermedad-Tiempo-Cultura,
así como sus estrategias curativas en el tiempo y en las distintas culturas),
enriquece el paradigma con su visión émica, ya que se considera que todo
concepto es una construcción social que responde a una forma particular de ver
y vivir la vida, es decir, los pueblos constituyen sus conceptos tácita o
explícitamente, de acuerdo con su cultura y saberes propios. En este sentido,
la comunicación se tiene que entender como una construcción social, para lo
cual, primero, tenemos que aprender a ver como “extraño” lo que nos es “natural”
porque lo obvio se omite por obvio, lo que impide reconocer particularidades y
entender respuestas que no son iguales a los problemas en todos los casos, pues
predomina la subvaloración y los estereotipos que impiden comprender las
dinámicas comunicativas, así que nos preguntamos: ¿Cómo es la comunicación
entre profesionales? ¿Qué pasa cuando se considera la resiliencia entre el
personal profesional de la salud? ¿Qué sucede cuando me creo médico y creo
comprender mi situacion al ser el enfermo? ¿les ha pasado? Supongo que si.
Ahora bien, si
consideramos que el personal de base, el operativo, el que se debe comunicar
efectivamente reproduce las formas de comunicación directivas, creo que
estamos en serios problemas, pues para ellos solo el “papelito habla” y el
papelito, casi siempre, tiene la visión moral (normativa y/o legal) y la
visión ética del experto, y carece de visión émica. Necesitamos
comunicarnos con otra lógica, pues la prevaleciente no funciona correctamente.
Cuando las actitudes y entendimiento populares sobre la comunicación divergen
de la predicción y explicación de los expertos, entonces es momento de
cambiar la política directriz. La comunicación es un proceso y un producto,
como proceso tiene que ver en la manera de cómo se aprenden los sucesos de la
vida diaria, y está influido por las diferentes formas de socialización a las
que los individuos están expuestos y por lo mismo será una guía decisiva.
Hemos visto en días pasados como una malinterpretación de la comunicación misma
es sujeta a un linchamiento, sin conocer muchas veces los fondos; las redes se
han vuelto un poder ejecutor en cuanto a comunicación se refiere, comunica,
presiona y ejecuta. ¿en su trabajo existe la comunicación efectiva, estimado
lector? ¿o no es tan efectiva como le dicen?
Dr. César
Álvarez Pacheco
@cesar_alvarezp
Huatabampo,
Sonora.
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