Pocas veces uno se apasiona tanto como
con la lectura. Y es que la lectura más que aumentar el acervo cultural, es
aprendizaje constante, entretenimiento y por qué no, hasta un tiempo de relax.
Recientemente leyendo una revista médica me encontré con un interesantísimo
artículo, en donde me llamo la atención el titulo por los que fuimos hechos con
base en la cultura pop; “Back to the future”.
Una publicación en la revista European Journal of Internal Medicine,
de Julio 2024, habla de la medicina interna en el siglo 21 tomando en cuenta
varios puntos y situaciones. El primero de ellos menciona algo inequívoco: Los
tiempos están cambiando. Definitivamente los nuevos tiempos tecnológicos y económicos marcan el rumbo no
solo de la medicina interna sino de la vida misma, el comportamiento
demográfico y el envejecimiento de la población así como los hábitos poco
saludables tan normalizados hoy en día que pensamos que comer una ensalada es
estar “a dieta”; todo ello propicia a que las enfermedades no transmisibles tengan
un alza considerable ya de por si costosísimas y complejas, como las
enfermedades cardiovasculares, pulmonares, metabólicas y las relacionadas a la
obesidad. Se habla también del origen de la medicina interna como especialidad,
ya que fue la primera especialidad clínica basada en la ciencia y además
estableció los tres pilares fundamentales de la medicina moderna: la práctica
clínica, la investigación y la educación médica. Una especialidad “generalista”
en donde actualmente convive con muchas sub especialidades ya que se ha
fragmentado, complican aún más la atención al paciente en donde es tratado por
muchos médicos pero olvidan la visión holística como un todo que precisamente
ve una especialidad como la medicina interna con un propósito de: La medicina centrada
en el paciente. Actualmente los pacientes con múltiples enfermedades a veces
buscan muchos subespecialistas, que frecuentemente conlleva a un exceso de
consultas, hospitalizaciones innecesarias y altos costos. La estructura del
hospital del futuro debe adaptarse al nuevo paradigma sanitario de los
pacientes mayores con morbimortalidad. Esto requerirá una redistribución de los
recursos hospitalarios, redimensionar los grandes hospitales de alta tecnología
y redistribuir la atención a hospitales de cuidados intermedios así como instalaciones
de larga estancia y servicios de atención domiciliaria. Los hospitales del
futuro deben estar completamente integrados en toda la red asistencial
(domicilio, instalaciones de larga estancia, atención primaria) para asegurar
la continuidad de la atención. El conocimiento médico crece exponencialmente,
40% de este será obsoleto en los siguientes 5 años. Este fenómeno está dando
pie a "híper-especialistas", sin embargo, no hay que olvidar la
integración de un "todo" en la práctica, más que una competencia, la
medicina interna, debería hacer simbiosis con las diferentes subespecialidades.
En muchos países es de índole hospitalaria sin embargo en otros también se
desarrollan en primer nivel de atención.
Un análisis FODA (Fortalezas,
Debilidades, Oportunidades y Amenazas) de la medicina interna menciona que las fortalezas
incluyen su visión holística y la versatilidad, que hace que los internistas
puedan liderar la atención de pacientes mayores con múltiples afecciones
crónicas. En cuanto a las oportunidades, pueden ayudar a garantizar la
sostenibilidad financiera de los sistemas de atención médica al evitar la
fragmentación de la atención y las prácticas médicas de bajo valor. La
principal debilidad de la medicina interna es la falta de una identidad
común. En la actualidad, existe una gran variabilidad en todo el mundo en los
programas de residencia, las competencias profesionales y el acceso a las
subespecialidades. No menos importante, la medicina interna tiene poca
visibilidad y prestigio entre los ciudadanos y las partes interesadas. Esta es
una de las amenazas para la medicina interna, ya que estos múltiples factores
(bajo prestigio, bajos salarios, alta carga de trabajo, agotamiento, alta
demanda de educación médica continua) pueden ser la base de la pérdida
progresiva de profesionales hacia las subespecialidades. Además, otra amenaza
es que muchos países permiten que los médicos se capaciten en una
subespecialidad sin una certificación previa en medicina interna, lo que podría
llevar a graves consecuencias en el manejo integral del paciente. Un
interesante artículo que llega al futuro
recordando las bases de sus inicios.
Dr.
César Álvarez Pacheco
cesar_ap@hotmail.com
@cesar_alvarezp
Huatabampo,
Sonora