La atención médica en nuestro país se da
en los diferentes subsistemas con los que contamos; no hemos alcanzado aún la
universalidad de servicios que tanto nos han prometido. Acudir a un hospital
cercano para recibir atención, acudir a recibir atención a un hospital más
completo por falta de insumos en el que me toca o simplemente atender una
urgencia incluso en hospitales privados ¿Se puede? La respuesta es sí.
En el ámbito
médico, se entiende por urgencia a todo problema agudo médico o quirúrgico que
ponga en peligro la vida o una función vital y que requiera de atención
inmediata (Art.172 del Reglamento de la Ley General en Materia de Prestación de
Servicios Médicos,). Este concepto suele asociarse a situaciones que ponen en
peligro la salud de una persona, que al ser inminentes, agudas o
incapacitantes, requieren una atención médica inmediata, y es entonces cuando
podemos decir que hablamos específicamente de una urgencia médica, ante lo cual
el equipo médico debe responder con celeridad. Las urgencias se dan por
distintas razones, tales como un accidente, una enfermedad crónica que entra en
proceso de actividad severa, o la aparición de un cuadro grave. En cualquier
caso, el personal médico capacitado evaluará en forma completa y oportuna, a
fin de desarrollar prioridades de tratamiento para el manejo del paciente, de
tal manera que no se omita ningún paso en este proceso. Incluso en la
operatividad de servicios de emergencias como Cruz Roja, tienen la indicación
de acudir al hospital más cercano, en caso de que este en riesgo la vida de un
paciente. En México las urgencias médicas son una de las principales
causas de visita a los hospitales, con aproximadamente 19,7 millones de
personas que acuden anualmente. Se trata de lugares complicados por la
dinámica, el trabajo rápido y la cantidad de pacientes que acude todos los
días. En contraparte, se ha documentado que la saturación de los Servicios de
Urgencias puede provocar incluso la pérdida de vidas. Un estudio publicado en
2022 por Emergency Medicine Journal
establece que los pacientes que esperaron en urgencias más de 6 a 8 horas desde
su llegada tienen 8% más riesgo de morir. Es decir, se produce una muerte
adicional por cada 82 pacientes que retrasan su atención. En México ha sido
todo un tema porque por muchos años se ha buscado homologar la atención en los
hospitales, pero sobre todo dar prioridad a las urgencias reales y que sin
importar la situación laboral se pueda tener una atención pronta en un área de
urgencias, para ello también habría que delimitar de una manera adecuada cuáles
son las urgencias reales. Actualmente esto no es la regla, existen casos
esporádicos, como las emergencias obstétricas, con pacientes embarazadas donde
se busca que la atención se otorgue en cualquier circunstancia, pero tenemos
muchas otras enfermedades que matan a los mexicanos anualmente, como el infarto
y en este tema la atención sigue siendo complicada, sin protocolos de
emergencia extendidos en toda la República. La dinámica de los sistemas de
salud es complicada; sabemos que en México desde la pandemia y algunos años
atrás ya presentábamos problemas; se dejó al descubierto que a veces incluso
los espacios no están adaptados para recibir gran cantidad de pacientes. La cuestión
de la infraestructura es todo un tema, si
ya las ciudades tienen carencias, tenemos zonas rurales y de difícil acceso
donde la infraestructura hospitalaria no es para nada suficiente. Para que la
dinámica con los pacientes sea más rápida, este espacio tendría que funcionar
como un aeropuerto, es decir, saber quién va a entrar, quién va a salir y medir
los tiempos, lo que sin duda mejoraría mucho.
En los últimos
años se ha dado un incremento muy importante de las enfermedades crónicas. Hoy
podemos decir que más de 70% de las atenciones es ocasionado por estas. En
México las principales causas de mortalidad son enfermedades del corazón,
diabetes, tumores malignos, COVID-19, enfermedades del hígado, enfermedades
cerebrovasculares, agresiones, accidentes, influenza y neumonía, así como
enfermedades obstructivas crónicas. Aunado a ello, algunos análisis, como el
del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), establecen que el
tiempo de espera promedio en una sala de urgencias en el país es de 4, 6 y hasta
8 horas. Se debe agregar el tiempo que tarda en llegar la ambulancia por el
paciente y su posterior traslado al hospital. Para cubrir este recorrido se
estiman tiempos de 40 minutos hasta más de una hora, como ocurre en zonas
urbanas con alta densidad poblacional, como es el caso de la Ciudad de México y
el área metropolitana.
Dr. César Álvarez Pacheco
cesar_ap@hotmail.com
@cesar_alvarezp
Huatabampo, Sonora
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