Hace unos
años era impensable que Guadalajara superara los 40 grados de temperatura.
Durante el tiempo que residí en esa bella ciudad no se pensaba en minisplit o
algún aire acondicionado, salvo en algunas oficinas. Hoy me comentan que
superan los 40 grados ante esta tercera ola de calor que están padeciendo. Aunado
a la quema de los “pulmones” de la ciudad como el bosque de la primavera entre
otros, provocan que la zona urbana se sienta como una olla de presión.
Las olas de calor son períodos de clima
inusualmente caluroso, que suelen durar dos días o más, fuera de los promedios
históricos de un área determinada. Las olas de calor han ocurrido en el pasado,
pero el cambio climático está haciendo que las olas de calor sean más
largas, más extremas y más frecuentes. Sabemos esto al observar la frecuencia
con la que se establecen nuevos récords diarios de temperaturas altas y bajas.
Las temperaturas diarias se miden en cientos de estaciones meteorológicas en
todo el mundo. En Estados Unidos, los registros máximos y mínimos en las
estaciones meteorológicas se establecieron aproximadamente al mismo ritmo en la
década de 1950, sin embargo, desde finales de la década de 1960, el número de
temperaturas máximas diarias récord medidas cada año ha ido creciendo a un
ritmo más rápido que el registro de las temperaturas diarias bajas. Este
cambio se debe en gran parte a un número mucho menor de bajas temperaturas
diarias récord en las últimas décadas. Ese patrón fue evidente en enero de
2019, cuando se establecieron 17 temperaturas récord de frío en todo el mundo
y 269 temperaturas récord de calor. Los científicos también estudian
la atribución de eventos extremos para averiguar si el calentamiento
del clima ha hecho que un evento extremo como una ola de calor sea más
grave o tenga mayores probabilidades de ocurrir. Utilizan modelos informáticos
para simular las condiciones meteorológicas con o sin calentamiento global y
otros factores que pueden contribuir. Al comparar diferentes escenarios, los
científicos pueden saber que el calentamiento global está empeorando las olas
de calor. Esta tercera ola de calor que afecta al país, desde hace varios días,
ha dejado, hasta el momento, ocho muertos por golpe de calor y 416 casos por
deshidratación, golpes de calor o quemaduras solares, de acuerdo al más
reciente informe de la Secretaría de Salud sobre la Temporada de Calor 2023.
Estas muertes se registraron en Quintana Roo, Veracruz, Oaxaca y Sonora. En el
desglose de casos, por golpe de calor han sido 226 personas afectadas; nueve
por quemaduras del sol. Lamentablemente, estas cifras se incrementarán, porque
el Sistema Meteorológico del país ha estimado más días con altas temperaturas
en casi todo el territorio nacional. Además de que se prevé otra cuarta ola de
calor.
Incluso, diversos medios han advertido a
la población sobre las enfermedades por el calor, las cuales las ha clasificado
en dos: urgencias y emergencias. En la primera se trata de agotamiento por calor
y los principales signos y síntomas son taquicardia, sudoración, dolor de
cabeza, respiración rápida, cansancio extremo y debilidad. En la segunda, una
emergencia por golpe de calor, en donde la persona presenta piel caliente,
pérdida de consciencia, convulsiones, confusión, delirios y escalofríos.
Obviamente la segunda termina en un hospital para su atención oportuna; la
primera la puede prevenir usted. Hidratación a base de agua (no electrolitos)
uso de bloqueador solar, utilizar ropa clara y no exponerse durante mucho
tiempo son las recomendaciones que no hay que olvidar en estos tiempos… que
apenas comienzan.
Dr.
César Álvarez Pacheco
cesar_ap@hotmail.com
@cesar_alvarezp
Huatabampo,
Sonora
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