La introducción de la viruela entre los mexicas se considera como un
evento fundamental en la conquista de México. De la misma manera, se le
atribuye, junto con el sarampión y el tifo, el despoblamiento de la Nueva
España durante el siglo XVI. Sin duda epidemias que impactaron fuertemente en
la población. ¿Podría resurgir alguna similar?
La viruela ha tenido un impacto profundo en la historia de la humanidad
y en el establecimiento de las sociedades actuales, destacándose como una de las
enfermedades con mayor potencial devastador. Existen dos formas clínicas de la
viruela, debidas a diferentes cepas del virus, distinguible por las propiedades
biológicas específicas como el crecimiento en cultivos celulares. La viruela
mayor es la forma más grave, manifestándose con un exantema más extenso. Esta
forma de la viruela se subdivide en cuatro tipos: la variedad ordinaria, la
modificada, la forma plana y la hemorrágica. Generalmente se asocian a una tasa
de fatalidad del 30%. La erradicación de estas formas de la viruela se alcanzó
gracias a estrategias de vacunación masiva y en círculos concéntricos para los
contactos cercanos de casos, seguida de una vigilancia epidemiológica estrecha
en diversas regiones del mundo. La historia de la vacunación antivariolosa en
el siglo XX representa un pasaje de la historia mundial sin precedentes con el
cual se alcanzó la erradicación de esta enfermedad. En regiones tropicales y
subtropicales la viruela continuó siendo una plaga hasta mediados del siglo XX.
La producción a gran escala de vacuna liofilizada en 1940 permitió una mejor
oportunidad para el control de la viruela. En 1950, la Organización
Panamericana de la Salud inicia un programa regional de erradicación, que para
1967, demostró ser exitoso logrando erradicar la viruela del continente
americano con excepción de Brasil. A pesar que durante el año 2002 se
realizaron grandes avances en investigación en viruela, el Comité juzgó
oportuno en la cuarta reunión en diciembre del 2002, continuar posponiendo la
fecha debido a la necesidad de mayor investigación básica antes de la destrucción
de los restos del virus. La investigación para la creación de vacunas más
seguras que conserven la misma efectividad, así como la disponibilidad de
nuevos medicamentos antivirales que sean activos contra el virus Variola,
constituye actualmente una prioridad en los programas globales de bioseguridad.
Así mismo, el desarrollo de nuevas pruebas diagnósticas sensibles y específicas
para la detección oportuna del virus en casos clínicamente sospechosos sería
una contribución invaluable. No cabe duda alguna, que enfrentar una nueva
epidemia de viruela sería desastroso desde un punto de vista histórico,
biológico y desde una perspectiva de salud pública. Y resulta que en días pasados
el Comité Nacional para la Vigilancia Epidemiológica de la Secretaría
de Salud emitió un aviso epidemiológico por la viruela del mono,
que se ha extendido por 12 países a nivel mundial. La viruela del
mono se contagia por contacto directo con un caso confirmado, o
con el contacto con ropa o utensilios de uso personal. El periodo de
incubación de la viruela del mono es de 5 a 21 días para un cuadro clínico
y para confirmar la enfermedad es necesaria una prueba PCR.
Las autoridades sanitarias recomendaron a la población lavarse las manos
de forma frecuente, con agua y jabón, así como utilizar alcohol gel. También
cubrir nariz y boca al estornudar o toser y utilizar cubrebocas al estar cerca
de una persona. Lavar la ropa, toallas, utensilios para comer y sábanas que hayan
estado en contacto con posibles enfermos, utilizando agua tibia y detergente.
Limpiar y desinfectar los espacios en los que se haya encontrado una persona
enferma y evitar el contacto cercano con la misma. Evitar el contacto con las lesiones, si se
deben tocar utilizar guantes y desechar de forma correcta. En caso de presentar
síntomas, acudir al médico y evitar el contacto con otras personas. La
Organización Mundial de la Salud (OMS) confirmó el pasado martes al menos
131 casos y otros 108 sospechosos en diversos países de Europa, América, Asia y
Oceanía, siendo España el país con más contagios confirmados (40), seguido de
Portugal (37) y Reino Unido (20). Modelos matemáticos recientemente publicados,
revelan que la presencia de inmunidad previa por vacunación en algunos miembros
de la población ocasionaría cierta inmunidad de grupo y, quizás, la ocurrencia
de formas clínicas menos graves, dando como resultado menor morbilidad y
mortalidad. Sin duda una nueva epidemia para no perder de vista y no bajar la
guardia con las medidas a establecidas que hemos venido practicando.
Dr. César Álvarez Pacheco
cesar_ap@hotmail.com
@cesar_alvarezp
Huatabampo, Sonora.