George Harrison nació
en Liverpool, Inglaterra, el 25 de febrero de 1943. A los 11 años aplicó para
entrar a una escuela de artes en el Liverpool Institute for Boys, en donde
conoció a Paul McCartney, per
o apenas iniciado el curso lo ingresaron al
hospital por un problema renal. Durante la recuperación decidió comprar una
guitarra. Ese primer instrumento lo sustituyó por otra mejor para iniciar una
banda: The Rebels. En 1959 decidió abandonar la escuela y dedicarse a la
música, también decidió incorporarse como aprendiz de electricista, lo que le
sería de gran utilidad posteriormente a la hora de experimentar con nuevos
sonidos y de arreglar equipos. Para entonces, John Lennon y Paul McCartney
habían formado una banda, The Quarrymen, y George adicionó para ellos; con el
apoyo de Paul, entró a la banda. Lennon no estaba muy de acuerdo en que George
ingresara ya que consideraba que era muy joven, pero a fin de cuentas se
integró al equipo. A este personaje no le fue fácil que su música se tocara, ya
que Lennon y McCartney consideraban que sus grabaciones eran de mejor calidad.
Uno de los primeros éxitos de Harrison fue el tema “I need you” que formó parte
del álbum Help! En 1965 durante la gira del grupo por Norteamérica, David
Cosby, cantante de la banda The Byrds, introdujo a Harrison en la cultura de la
India, por la música de Ravi Shankar. Quedó tan impresionado que compró una
cítara e incluyó este instrumento en “Norwegian Wood”. Otro evento que lo guio
hacia el hinduismo fue un libro sobre la reencarnación, así como el uso de
drogas psicodélicas como el LSD. Conoció a varios gurús y se integró a la
tradición Hare Krisna. Refiere su esposa, Olivia, que después de probar el
ácido, su banda ya no era lo que lo satisfacía. En ese tiempo se estaba
grabando el disco Abbey Road, en el que se incluyeron otras canciones de
Harrison, cuyas melodías ya competían en calidad con las de Lennon y McCartney;
ese álbum incluyó “Something” y “Here Comes the Sun”. Su afición a las religiones
orientales, en oposición a la exuberancia y el magnetismo de sus compañeros de
banda, pero principalmente su humanidad y su capacidad para disfrutar de la
vida y de aficiones mundanas como la jardinería y los coches deportivos, así
como su devoción por las causas humanitarias, le valieron el reconocimiento
póstumo de la reina Isabel II de Inglaterra, el presidente George W. Bush y los
primeros ministros británico y francés, Tony Blair y Lionel Jospin, entre
otros.
Desde 1997 su lucha
contra el cáncer inició al detectársele una lesión en la garganta que fue
tratada mediante varias intervenciones en clínicas de Suiza y Estados Unidos.
Recibió varias sesiones de radioterapia. No está de más mencionar su gran
afición por el tabaco, factor de riesgo para el desarrollo de esa patología. Un
par de años después, un intruso ingresó a su casa en Friar Park, a unos 40 km
de Oxford, y lo apuñaló en más de 40 ocasiones, lesionándole un pulmón. Gracias
a la intervención de su esposa que dominó al agresor, no murió en ese momento.
Aunque se recuperó de la agresión, su hijo, Dhani, mencionó que después del
ataque, su padre ya no fue el mismo. En 2001 el tumor regresó con dos
metástasis cerebrales, y ya no había más que hacer, y se decidió darle
tratamiento paliativo. Murió tranquilo con tiempo para despedirse de sus
compañeros Paul y Ringo y estar cerca de su esposa Olivia y su hijo Dhani. No era uno de los integrantes más populares,
sí el más joven. Murió en una villa que Paul McCartney tenía en Beverly Hills,
California, para evitar “según se comenta”, que su casa en Inglaterra se
convirtiera en santuario y no complicarle la vida a su familia después de su
muerte.
Dr. César Álvarez Pacheco
cesar_ap@hotmail.com
@cesar_alvarezp
Huatabampo, Sonora.
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