La atención psiquiátrica en México ha pasado de la creación y operación de servicios, por la instalación y el desarrollo de su normatividad y asesoría, hasta la coordinación, sin que durante este trayecto haya podido operar programas y acciones de alcance nacional. A pesar de los esfuerzos que se han hecho en este campo, las actividades de vigilancia epidemiológica y atención primaria a la salud mental están rezagadas si se les compara con los que se han hecho para desarrollar otros programas prioritarios de salud. ¿Está descuidado este tema?
La psiquiatría es una
especialidad médica a la que se atribuye la responsabilidad de atender los
trastornos mentales, en tanto que el término “salud mental” tiene un espectro
mucho más amplio, y se refiere a una condición peculiar de bienestar y
desarrollo de las potencialidades individuales y colectivas ¿Qué haríamos sin
los hospitales psiquiátricos? Bueno pues estamos a punto de saberlo. Los
servicios especializados en psiquiatría de México presentan un panorama heterogéneo
en el que habría que distinguir los servicios públicos de los privados. Entre
estos últimos predominan notablemente la consulta de los psiquiatras, que se
concentra en las grandes ciudades, como la ciudad de México, Guadalajara,
Monterrey, otras capitales y las principales ciudades de los estados, por lo
que las ciudades medianas y pequeñas no cuentan con muchos psiquiatras pero si
con muchos pacientes. El número de hospitales psiquiátricos privados es muy
reducido, y sólo los hay en algunas ciudades del país. Últimamente ha aumentado
el número de clínicas dedicadas exclusivamente al tratamiento de los adictos a
las drogas y al juego. Únicamente el IMSS tiene servicios de hospitalización en
la ciudad de México, Guadalajara y Monterrey. En el resto del país la
hospitalización psiquiátrica es privada o está a cargo de la Secretaría de
Salud. Los servicios psiquiátricos operados por la Secretaría de Salud o por
los gobiernos estatales, que desde antes de la descentralización ya operaban
sus propios establecimientos, se distribuyen a la inversa, predominando los
hospitales psiquiátricos sobre los servicios exclusivamente de atención
externa, aunque cubren, desde luego, el servicio de consulta. La creación de
estos hospitales psiquiátricos buscaba responder a necesidades diferentes de
las actuales, y se basaba en lineamientos técnicos, se limitó el recurso a los
mismos y fueron deteriorándose poco a poco por falta de atención de las
administraciones en turno. Visto de esta manera, la psiquiatría formaría parte
de las modalidades de respuesta a los problemas mentales. La atención
psiquiátrica consiste en un conjunto de principios científicos, métodos,
tendencias y recursos para contender con las llamadas enfermedades mentales,
aceptadas como tales por la Organización Mundial de la Salud. Remontándonos a
la inauguración en 1910 del “Manicomio de la Castañeda”, sin una política
sanitaria en materia de enfermedad mental, como era obvio en esa época, se
puede asegurar que a partir de entonces surgieron, por iniciativa de las
autoridades federales y locales, diversas instituciones dedicadas a atender a
los enfermos psiquiátricos. En 1959 apareció la Dirección General de
Neurología, Salud Mental y Rehabilitación, de la Secretaría de Salubridad y
Asistencia, como un primer esfuerzo del gobierno federal para aplicar de manera
coordinada los recursos de que disponía, dando lugar a nuevos programas de
atención. Estos servicios contaban con un psiquiatra, un psicólogo y una
trabajadora social, que con los recursos entonces en boga cubrían algunos temas
de educación preventiva, especialmente para la vigilancia del desarrollo
infantil. Hoy todo se redistribuye en hospitales generales con las diversas
especialidades que identifican algún trastorno mental.
De acuerdo con la
Organización Panamericana de la Salud, América Latina, al igual que el resto
del mundo, se enfrenta a una pandemia de trastornos psiquiátricos, según lo
señalado por las encuestas comunitarias llevadas a cabo en varios países de la
región. El pasado 05 de Abril, el Pleno de la Cámara de Diputados aprobó una
reforma que modifica la atención de enfermedades mentales en el País, que
implica la desaparición de los hospitales especializados en psiquiatría y su
conversión a hospitales generales. Las reformas a la Ley General de Salud
señalan que deberá haber atención primaria y ambulatoria para atender la salud
mental y las adicciones, y que el internamiento será el último recurso y por
breve tiempo. En subsecuentes artículos, se indica que la Secretaría de Salud,
de acuerdo con el enfoque de derechos humanos, deberá hacer explícitas las
intervenciones prioritarias de salud mental y adicciones que permitan
garantizar el acceso a las acciones de prevención y atención en la materia ¿Por
qué desaparecerlos con tanto paciente, justificando un “ahorro”? Veremos.
Dr. César Álvarez Pacheco
cesar_ap@hotmail.com
@cesar_alvarezp
Huatabampo, Sonora.
No hay comentarios:
Publicar un comentario