A lo largo de los años,
la innovación tecnológica ha transformado los medios electrónicos y su papel en
la vida de las personas, de tal forma que en la actualidad la mayoría de niños
comienzan a utilizar medios digitales entre los 12 y 24 meses de edad. Es muy
cómodo en ocasiones para los padres dejar al niño con una tableta o un teléfono
celular, pero ¿Qué tan sano o perjudicial puede ser esto?
Durante la última
década, ha aumentado la cantidad de niños y adolescentes que utilizan tecnología
digital a diario, alterando drásticamente la interacción de los mismos con su
entorno y elementos de su estilo de vida, tales como sueño, actividad física y
alimentación; generando efectos negativos a corto y largo plazo. El tiempo de
pantalla se refiere al tiempo de visualización prolongado de varios tipos de
pantallas, como computadoras, televisores, videojuegos y celulares y tabletas.
El mismo se ha asociado tanto a beneficios como riesgos para la salud de niños
y adolescentes. Los beneficios incluyen la exposición a nuevas ideas y
adquisición de conocimiento, mayores oportunidades de contacto social y
facilidad para acceder a mensajes e información de promoción de la salud. Los
riesgos incluyen efectos negativos para la salud con respecto al peso, el sueño
y el estado de ánimo, exposición a contenido y contactos inapropiados o
inseguros, además de privacidad y confidencialidad comprometidas. Varias
revisiones mencionan que actualmente, los niños menores de 5 años prefieren la
televisión sobre otros dispositivos de medios digitales, mientras que los niños
mayores prefieren las computadoras y celulares. El tiempo de pantalla excesivo
se ha asociado con deficiencias en el desarrollo de habilidades motoras, el
desarrollo del lenguaje y el bienestar conductual, psicosocial, académico y
físico. Diversos estudios han demostrado que los signos de uso problemático
incluyen: quejarse de estar aburrido o infeliz cuando no tienen acceso a
pantallas, emociones negativas después de usar las pantallas, comportamiento
desafiante sobre los límites de la pantalla e interferencia con las rutinas
diarias cuando se utilizan las pantallas. El tiempo de pantalla excesivo en
niños y adolescentes se asocia predominantemente con comportamientos
sedentarios, lo cual se relaciona a niveles muy bajos de gasto energético al
sentarse y acostarse. Lo mismo es preocupante ya que las actividades
sedentarias excesivas pueden influir en el desarrollo físico, social, emocional
y cognitivo. La mala alimentación y los estilos de vida sedentarios se han
citado como dos de los predictores más importantes de desarrollar y mantener el
sobrepeso y la obesidad. La evidencia sugiere que el comportamiento sedentario
basado en pantallas puede ser más importante que el sedentarismo en general
para predecir la obesidad en niños. Por otro lado, el aumento de la
visualización de pantallas se ha asociado a cambios perjudiciales en la dieta
que influyen en el aumento de peso, pues el tiempo dedicado a mirar televisión
o jugar en la computadora está inversamente relacionado con la calidad de la
dieta entre los niños. Existe una creencia actual en adolescentes y padres de
niños, que respalda que mirar televisión ayuda a relajarse por la noche o a
quedarse dormido. Sin embargo, no existe ninguna investigación publicada sobre
la efectividad de dicho contenido, por lo que hasta la fecha no se encuentra
recomendado. Se ha visto que pasar varias horas al día en dispositivos
electrónicos se asocia con una menor duración del sueño en todas las edades, en
el caso de la población joven, el uso de estos medios se asocia con un tiempo
de sueño total más corto.
La Academia Americana
de Pediatría sugiere educar a los padres con las siguientes recomendaciones:
Educar sobre el desarrollo del cerebro en los primeros años y la importancia
del juego práctico y social para desarrollar habilidades lingüísticas, cognitivas
y socioemocionales; Mantener todos los dispositivos de pantalla (televisores,
videojuegos, computadoras, tabletas y smartphones) fuera de los dormitorios de
los niños; Evitar usar los medios como la única forma de calmar a los hijos; El
contenido importa: Evitar programas violentos y/o de miedo; Evitar pasar tiempo
frente a la pantalla durante las comidas y una hora antes de acostarse; Fijar
límites apropiados para la edad del niño con respecto al tiempo que pasa frente
a una pantalla, ya que esto ayuda al niño a hacer más actividad física, elegir
opciones de alimentos más saludables y mantener un peso saludable. Por otro
lado, se debe concientizar a la población de los efectos nocivos del tiempo de
pantalla excesivo con respecto al comportamiento sedentario, así como dar
instrucciones a los padres y cuidadores de que deben actuar como modelos a
seguir, creando un ambiente que promueva y modele la actividad física.
Dr. César Álvarez Pacheco
cesar_ap@hotmail.com
@cesar_alvarezp
Huatabampo, Sonora.
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