La semana pasada nos
ganamos, de acuerdo a la conferencia diaria sobre la pandemia, un semáforo en
color verde (¿?), pero ¿Qué tanto implica que Sonora tenga semáforo en color
verde? En distintas partes del mundo se han establecido campañas de prevención
y promoción a la salud, las cuales tienen por objetivo evitar infecciones y
muertes ocasionadas por esta enfermedad, particularmente en grupos vulnerables.
¿Es momento de bajar la guardia?
La humanidad ha sufrido
las afectaciones de esta pandemia desde hace casi un año, en muy poco tiempo
hemos aprendido lecciones sobre cooperación y sobre la forma de comunicar
nuevos hallazgos científicos (la información relacionada con la pandemia es de
acceso abierto en todas las revistas científicas de importancia); mientras los
sectores de la población (academia, gobiernos, iniciativa privada y
organizaciones civiles) están realizando esfuerzos que garanticen el acceso
universal a una vacuna que ayude a contener la trayectoria que esta pandemia ha
seguido. De verificarse plenamente la eficacia de alguna de las vacunas en fase
3 para la prevención de la covid-19 o el cese de su transmisión, será uno de
los mayores logros científicos conseguidos en la historia moderna de la
humanidad. No obstante este escenario prometedor, a mediano plazo, nuestra
realidad inmediata exige que tomemos acciones sobre el curso de la transmisión
de forma urgente, es claro que existen aspectos por conocer en cuanto a la
complejidad biológica y social de la pandemia, pero a lo largo de estos meses
hemos aprendido lecciones importantes que pueden salvar vidas, una de ellas es
el uso generalizado de cubrebocas, la cual es una estrategia eficiente,
económica, fácil de implementar, sin riesgo para los usuarios y que de adoptarse
de forma extendida y racional podría reducir los estimadores que informan sobre
el número de personas infectadas; además de tener el potencial de reducir la
severidad del cuadro clínico en caso de una infección al disminuir la carga
viral. La ruta principal de transmisión del sars-CoV-2 es a través del contacto
con gotas o aerosoles que se liberan de una persona infectada al respirar o
hablar; en este contexto, el cubrebocas funciona como una barrera de diferentes
grados de eficiencia, en función del material de dicha barrera, cualquier
consideración centrada en cuestionar su efectividad pone en un peligro real la
vida de seres humanos. Las estimaciones del impacto de su uso generalizado
ubican los cubrebocas de grado médico (quirúrgico tricapa) y a los respiradores
N95 como los más eficientes en la reducción del riesgo de transmisión, aunado a
ello, se han realizado cálculos que señalan la utilidad protectora del uso de
cubrebocas. Desde cubrebocas de materiales caseros como tela; es importante
señalar que la eficiencia de esta intervención no solo depende del tipo de
cubrebocas que se use, sino también de la cantidad de personas que lo usen, de
ahí la urgencia de su uso generalizado.
En este contexto, es
importante señalar que se deben utilizar de manera adecuada; en México, una
gran cantidad de personas no lo usa, sin embargo, cerca de la mitad de quienes
sí lo usan, lo hacen de manera incorrecta, porque se cubren únicamente la boca,
se lo quitan para hablar por teléfono o con otras personas, lo traen a nivel
del mentón o del cuello o continuamente se lo acomodan con los dedos; todos
estos usos inadecuados del cubrebocas son potencialmente peligrosos, ya que si
se presenta una exposición al sars-CoV-2, quienes lo porten de forma inadecuada
tienen un alto riesgo de contagio. Por lo tanto, no basta con usarlo sino que
debe hacerse de manera correcta. Algunas de las razones que esgrimen los
detractores del uso del cubrebocas incluyen que descartan su uso como
herramienta útil porque éste no confiere una protección completa contra la
infección; otros señalan problemas de oxigenación y agravamiento de condiciones
basales o un atropello a sus libertades individuales. Es interesante la
perspectiva desde la cual en esta negación, con sus representantes en varios
sectores de la sociedad, desde líderes de gobierno, artistas de cultura pop,
hasta propios actores del gremio científico, presentan argumentos tomados de
datos incompletos, pseudocientíficos, convenientes, anecdóticos,
desactualizados y fuera de contexto, similares a los que tienen los grupos
antivacunas. En contraste, en otras regiones en donde el uso de cubrebocas ha
tenido mejores resultados en su implementación se ha reportado una atenuación
en la circulación del sars-CoV-2, así como del virus de la influenza
estacional, esto ha significado un descenso importante en el número de
infecciones y defunciones. Está en nuestras manos continuar con las medidas de
prevención que han resultado ser efectivas en la contención de todos los virus
respiratorios, como el distanciamiento físico, la higiene de manos y el uso
generalizado de cubrebocas.
Dr. César Álvarez Pacheco
cesar_ap@hotmail.com
@cesar_alvarezp
Huatabampo, Sonora.
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