El envejecimiento de
la población representa un gran reto para la sociedad, dado que tiene profundas
consecuencias en la vida individual y comunitaria y repercusiones en las
diversas esferas de la existencia humana, incluidos los ámbitos social,
económico, político, cultural y sanitario.
Las proyecciones
demográficas indican que la población mundial de 60 o más años aumentará a más
de dos mil millones en 2050. Para ese año, el 21% de la población mundial
tendrá 60 años o más, y el 80% de este sector vivirá́ en países de ingresos
bajos y medios. México envejece en un contexto complejo en el que las
desigualdades, inequidades sociales y los problemas económicos son una realidad
constante. Actualmente la gran mayoría del adulto mayor de 60 años cuenta con enfermedades
como diabetes mellitus e hipertensión arterial, los hábitos de juventud cuestan
caro para el futuro por lo que nuestras costumbres culturales no siempre nos
favorecen. El sedentarismo, el tabaquismo/alcoholismo, la dieta rica en grasa o
carbohidratos; factores que modifican las funciones corporales y no
precisamente para bien. Del mismo modo, más del 25% de todos los adultos
mayores tienen alguna limitación en la funcionalidad física (caminar, bañarse,
comer, vestirse, uso del retrete). Aunque también se debe reconocer que más del
70% de las personas mayores de 60 años son totalmente independientes y pueden
participar en programas de envejecimiento activo y saludable a nivel
comunitario, por lo que potencialmente este grupo poblacional representa un
capital social y, por lo tanto, podría constituir un bono demográfico para el
desarrollo económico y social de la población adulta mayor y la sociedad en
general. Por otro lado,
la vejez es un concepto relativo a una etapa del ciclo vital humano, cuyo inicio,
desarrollo, limitaciones y oportunidades son determinados por los grupos
sociales. Al respecto, cada sociedad establece la edad de inicio de la vejez y
esta ha cambiado a lo largo del tiempo; de ahí que en los inicios del siglo
pasado se consideraba como viejas a las personas mayores de 40 años, imagínese
nomás. En este sentido, la Organización de las Naciones Unidas estableció
como punto de corte para la edad de inicio de la vejez: 65 años para los
países desarrollados y 60 años para los países en desarrollo, ¡ojo! No
quiere decir qe esten “viejos”, sino que es el inicio de la vejez, es decir:
los 50s son los nuevos 40s ¿Por qué no? El envejecimiento saludable es uno de
los objetivos prioritarios de los programas comunitarios; esto se utiliza a
menudo para describir un estado positivo libre de enfermedad y distinguir entre
individuos sanos y enfermos. Esta definición es problemática en las personas
de mayor edad, porque muchas de ellas pueden tener una o más enfermedades
crónicas, incluso bien controladas, lo cual les permite tener una vida
independiente y autónoma.
Por otrolado entre los eventos
estresantes a los que se enfrentan los adultos mayores podemos resaltar la
muerte de seres queridos, la pérdida de trabajo, la jubilación, los
accidentes, la enfermedad y la discapacidad, la pobreza, el abandono, los
conflictos familiares, la violencia doméstica y urbana, y la discriminación
social. La resiliencia en la vejez depende en gran medida de las reservas
afectivas, cognitivas y sociales, las cuales se manifiestan a través de la
motivación (plan de vida), la satisfacción con la vida, la autoestima, la
iniciativa y la autoeficacia, todo lo cual propicia una adaptación exitosa.
Por tal motivo, sería deseable que los programas gubernamentales de salud
pública orientados a promover el envejecimiento saludable consideraran el desarrollo
de modelos de envejecimiento activo como una estrategia prioritaria. Se viene
el 2021 y las multiples promesas de candidatos que quiza no se cumplan, pero
que tieen que ser muy atractivas para el votante, sobre todo para el votante
estudiado, digo; y es que no todo es clientelar. Con esto se busca superar
injusticias culturales enraizadas en representaciones sociales, interpretaciones
y comunicaciones sustentadas en falsas creencias sobre el envejecimiento.
Además, se busca visibilizar la realidad de las distintas formas de envejecer
con el aporte de la construcción de relaciones de respeto y equidad, y se
intenta reevaluar las identidades de las personas que envejecen en la búsqueda
de acceder a una posición social enmarcada en la justicia mediante la
deconstrucción de los términos en los que actualmente se elaboran las
diferencias, se debe resaltar la importancia de un cambio en las políticas públicas,
ya que si se continúan privilegiando los programas de índole curativo sin considerar
el potencial de las capacidades de las personas en proceso de envejecimiento, el
impacto económico para el país será insostenible, además de que habrá repercusiones
en la calidad de vida para dicha población.
Dr.
César Álvarez Pacheco
cesar_ap@hotmail.com
@cesar_alvarezp
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